/ lunes 13 de mayo de 2024

Vida y libros | Cuando la historia nos habla

Si se juntaran todas las ponencias, conferencias e intervenciones que se han presentado en los eventos de historia en Sonora, el resultado sería más de un centenar de libros con información sobre personajes, acontecimientos o periodos históricos.

Esto ha sido posible gracias a los congresos y simposios que tanto la Universidad de Sonora como la Sociedad Sonorense de Historia han organizado a lo largo de varias décadas, en donde han participado profesionales de la historia del Estado y de otras partes del país y del extranjero.

A estos eventos se suma el Foro de las Misiones del Noroeste del México, que del 2 al 4 de mayo celebró la décimo cuarta edición en Álamos, Sonora. El evento fue posible gracias a la coordinación de Esperanza Donjuan y la colaboración de varias instituciones como el INAH Sonora, el ISC, el Boletín Oficial y Archivo del Estado de Sonora y la minera Cobre del Mayo. En esta ocasión se rindió un homenaje al historiador Rómulo Felix, quien fue pionero y coordinador por varios años de este evento, junto con la Dra. Raquel Padilla Ramos.

Además de las acostumbradas ponencias, hubo un taller sobre arquitectura y patrimonio cultural, la presentación de dos libros, un par de conferencias magistrales, una exposición de grabados de templos de misiones sonorenses y una visita al templo de misión de San Miguel en el pueblo de Macoyahui.

Si uno revisa las memorias de las ediciones anteriores, podrá encontrar un amplio abanico de estudios sobre este periodo tan importante para el noroeste del país. En cada una de las ediciones no solo se ha enfocado en temas históricos, sino que también se ha incluido resultado de trabajos que actualmente se hacen con la comunidad, sobre patrimonio cultural o acerca de restauración de iglesias misionales.

En este año, aparte de contar con excelentes participaciones, la Mtra. Pamela Corella presentó un interesante trabajo que realizó con la comunidad cercana a la Misión de Cocóspera. Al percatarse de que los jóvenes desconocían la importancia de ese lugar, llevó a cabo una labor fundamental de difusión para concientizar sobre su valor patrimonial.

Hoy en día, esta misión tan relevante para todos los sonorenses, se encuentra en peligro porque cerca de ella están construyendo las vías del llamado “tren fantasma”. Por varias décadas el frontispicio ha estado resguardado por un alto andamio, pero ante los trabajos de construcción y posteriormente con el paso del tren, es de esperarse que la histórica estructura sufra daños. Resulta paradójico que, en ocasiones, un gobierno busque forjar un legado histórico mientras que, simultáneamente, pone en riesgo el patrimonio existente.

Si desconocemos nuestra historia, hay altas posibilidades de perderla aunque esté frente a nosotros. Somos seres que estamos ligados no solo con el presente sino con personas y costumbres del pasado. Así como presumimos nuestras tradiciones, nuestro idioma y nuestra gastronomía, también debemos de hacerlo con el patrimonio que nos han heredado.

La historia nos habla de manera constante a través de los libros, del patrimonio y de la arquitectura. Siempre está dispuesta a contarnos algo. El Foro de las Misiones del Noroeste de México fue un espacio propicio para escucharla y darnos cuenta que varios lugares del pasado siguen estando más presentes que nunca.

Si se juntaran todas las ponencias, conferencias e intervenciones que se han presentado en los eventos de historia en Sonora, el resultado sería más de un centenar de libros con información sobre personajes, acontecimientos o periodos históricos.

Esto ha sido posible gracias a los congresos y simposios que tanto la Universidad de Sonora como la Sociedad Sonorense de Historia han organizado a lo largo de varias décadas, en donde han participado profesionales de la historia del Estado y de otras partes del país y del extranjero.

A estos eventos se suma el Foro de las Misiones del Noroeste del México, que del 2 al 4 de mayo celebró la décimo cuarta edición en Álamos, Sonora. El evento fue posible gracias a la coordinación de Esperanza Donjuan y la colaboración de varias instituciones como el INAH Sonora, el ISC, el Boletín Oficial y Archivo del Estado de Sonora y la minera Cobre del Mayo. En esta ocasión se rindió un homenaje al historiador Rómulo Felix, quien fue pionero y coordinador por varios años de este evento, junto con la Dra. Raquel Padilla Ramos.

Además de las acostumbradas ponencias, hubo un taller sobre arquitectura y patrimonio cultural, la presentación de dos libros, un par de conferencias magistrales, una exposición de grabados de templos de misiones sonorenses y una visita al templo de misión de San Miguel en el pueblo de Macoyahui.

Si uno revisa las memorias de las ediciones anteriores, podrá encontrar un amplio abanico de estudios sobre este periodo tan importante para el noroeste del país. En cada una de las ediciones no solo se ha enfocado en temas históricos, sino que también se ha incluido resultado de trabajos que actualmente se hacen con la comunidad, sobre patrimonio cultural o acerca de restauración de iglesias misionales.

En este año, aparte de contar con excelentes participaciones, la Mtra. Pamela Corella presentó un interesante trabajo que realizó con la comunidad cercana a la Misión de Cocóspera. Al percatarse de que los jóvenes desconocían la importancia de ese lugar, llevó a cabo una labor fundamental de difusión para concientizar sobre su valor patrimonial.

Hoy en día, esta misión tan relevante para todos los sonorenses, se encuentra en peligro porque cerca de ella están construyendo las vías del llamado “tren fantasma”. Por varias décadas el frontispicio ha estado resguardado por un alto andamio, pero ante los trabajos de construcción y posteriormente con el paso del tren, es de esperarse que la histórica estructura sufra daños. Resulta paradójico que, en ocasiones, un gobierno busque forjar un legado histórico mientras que, simultáneamente, pone en riesgo el patrimonio existente.

Si desconocemos nuestra historia, hay altas posibilidades de perderla aunque esté frente a nosotros. Somos seres que estamos ligados no solo con el presente sino con personas y costumbres del pasado. Así como presumimos nuestras tradiciones, nuestro idioma y nuestra gastronomía, también debemos de hacerlo con el patrimonio que nos han heredado.

La historia nos habla de manera constante a través de los libros, del patrimonio y de la arquitectura. Siempre está dispuesta a contarnos algo. El Foro de las Misiones del Noroeste de México fue un espacio propicio para escucharla y darnos cuenta que varios lugares del pasado siguen estando más presentes que nunca.