/ martes 23 de abril de 2024

Vidas y libros | Asignaturas pendientes en el Día Internacional del Libro

Hoy 23 de abril, Día Internacional del Libro, aparte de celebrarlo con lecturas en espacios públicos, promocionando novedades editoriales u organizando presentaciones de libro, es un buen pretexto para reflexionar acerca de diez puntos relacionados con el ecosistema de la lectura.

1.- La promoción de la lectura de las instituciones. ¿En su municipio, estado o país hay una campaña de promoción de la lectura? ¿Abarca las escuelas de nivel básico? ¿Las instituciones de educación fomentan la lectura? ¿Qué otros públicos cubren? Las instituciones de cultura deben ser el eje de las dinámicas culturales, facilitadoras para la realización de proyectos y puntos de encuentro entre distintas poblaciones. Toda institución cultural debe tener una campaña de lectura.

2.- Estado de las bibliotecas. Las condiciones en que están las bibliotecas municipales en México son desalentadoras. La renovación de libros depende totalmente de los ejemplares que envían desde el centro del país, sin saber los intereses de los lectores de cada localidad. Si bien tienen temáticas variadas y con el acervo que albergan cualquier lector que inicia puede pasar días enteros sin poder leer todo en su totalidad, falta que las bibliotecas sean espacios de innovación, que estimulen el interés por la lectura, que sean lugares cómodos y seguros tanto para familias como para quien necesite trabajar de manera individual.

3.- Los costos del libro. Hace poco impartí una charla en donde expliqué la dinámica del precio del libro. Les comenté que el autor o autora se queda siempre con el mínimo de la venta del libro. Por lo general, los que terminan ganando un porcentaje mayor por la venta de cada libro son las librerías y en muy pocas ocasiones las editoriales. Si a esto le sumas los ejemplares de otros países o el envío por paquetería, los costos se han elevado en los últimos años.

4.- Derechos de autor. Tengo la impresión que cada vez es más frecuente que las autoras y autores registren su obra ante Indautor. Sin embargo, en los 20 años que llevo trabajando en el ecosistema de la lectura, nunca he visto que el área responsable de dichos trámites en Sonora haya hecho un solo eventos promocionando el registro de obra. Al no tener la costumbre de hacer el registro, cuando fallece el autor o la autora nadie sabe qué hacer con su obra literaria evitando, muchas veces, su promoción. Falta más difusión y hacer accesible las vías de trámite por parte de la Secretaría de Educación.

5.- Libro electrónico vs. Libro impreso. El auge que hubo hace algunos años por publicar en formato digital, parece que se ha mantenido estable en los últimos meses. Si bien es cierto que, con las herramientas que tenemos, pueden proliferar los libros editados de manera independiente, no se ha visto un gran auge al respecto. Sí hay aumento de ebooks y también de obras escritas con Inteligencia Artificial, pero las editoriales tradicionales y las independientes siguen teniendo mejor simpatía a los impresos. Aún no sabemos cómo mediar para que ambos formatos circulen a la par.

6.- Bibliotecas digitales. Con la tecnología que tenemos en nuestras manos hoy en día, las instituciones de cultura que no cuenten con una biblioteca digital quedan en desuso. Lo digital no trasciende pero por ahora multiplica las posibilidades de leerse a comparación de un libro impreso. Una página web que albergue libros sobre una temática en específico siempre tendrá lectores.

7.- Suplementos culturales. Si bien todos los periódicos publicarán algo al respecto sobre el Día Internacional de Libro, en los últimos años han ido desapareciendo los suplementos culturales. Muchos han migrado a internet en busca de nuevos públicos, pero con su desaparición en físico se han extinguido también la vieja tradición de las reseñas de libros.

8.- Inteligencia Artificial. Este año es crucial para la IA porque se está desarrollando a pasos agigantados. Su uso, sus límites y ventajas debería ser el tema de discusión en encuentros literarios, de escritores y ferias de libro.

9.- Ferias de libro. Aunque algunos municipios o estados tienen varias ferias de libro o eventos como bazar y remates, su actividad debe estar ligada con un plan de promoción a la lectura que dura el resto del año. Si una feria del libro no se vincula con campañas de lectura constante durante todo el año, su evento será solamente un punto de venta de libros.

10.- Uso de la tecnología. He notado que después del confinamiento que todos pasamos, hoy en día se usa muy poco la video llamada o presentaciones de libro a distancia en los eventos culturales. No se discute el uso de la tecnología para la promoción del libro y las redes sociales no se explotan al máximo.

Existen más puntos, pero los que aquí describo me parecen los más urgentes. La lectora y el lector leen libros sin conocer las ventajas y desventajas del ecosistema editorial, desconociendo el estado de las bibliotecas, sin detenerse a pensar en las campañas de lectura y en las ventajas de la tecnología para alcanzar nuevos públicos. Celebremos este día y que no se acaben nunca los libros, pero también reflexionemos sobre lo que ocurre alrededor de la actividad creativa, la edición y promoción.

Hoy 23 de abril, Día Internacional del Libro, aparte de celebrarlo con lecturas en espacios públicos, promocionando novedades editoriales u organizando presentaciones de libro, es un buen pretexto para reflexionar acerca de diez puntos relacionados con el ecosistema de la lectura.

1.- La promoción de la lectura de las instituciones. ¿En su municipio, estado o país hay una campaña de promoción de la lectura? ¿Abarca las escuelas de nivel básico? ¿Las instituciones de educación fomentan la lectura? ¿Qué otros públicos cubren? Las instituciones de cultura deben ser el eje de las dinámicas culturales, facilitadoras para la realización de proyectos y puntos de encuentro entre distintas poblaciones. Toda institución cultural debe tener una campaña de lectura.

2.- Estado de las bibliotecas. Las condiciones en que están las bibliotecas municipales en México son desalentadoras. La renovación de libros depende totalmente de los ejemplares que envían desde el centro del país, sin saber los intereses de los lectores de cada localidad. Si bien tienen temáticas variadas y con el acervo que albergan cualquier lector que inicia puede pasar días enteros sin poder leer todo en su totalidad, falta que las bibliotecas sean espacios de innovación, que estimulen el interés por la lectura, que sean lugares cómodos y seguros tanto para familias como para quien necesite trabajar de manera individual.

3.- Los costos del libro. Hace poco impartí una charla en donde expliqué la dinámica del precio del libro. Les comenté que el autor o autora se queda siempre con el mínimo de la venta del libro. Por lo general, los que terminan ganando un porcentaje mayor por la venta de cada libro son las librerías y en muy pocas ocasiones las editoriales. Si a esto le sumas los ejemplares de otros países o el envío por paquetería, los costos se han elevado en los últimos años.

4.- Derechos de autor. Tengo la impresión que cada vez es más frecuente que las autoras y autores registren su obra ante Indautor. Sin embargo, en los 20 años que llevo trabajando en el ecosistema de la lectura, nunca he visto que el área responsable de dichos trámites en Sonora haya hecho un solo eventos promocionando el registro de obra. Al no tener la costumbre de hacer el registro, cuando fallece el autor o la autora nadie sabe qué hacer con su obra literaria evitando, muchas veces, su promoción. Falta más difusión y hacer accesible las vías de trámite por parte de la Secretaría de Educación.

5.- Libro electrónico vs. Libro impreso. El auge que hubo hace algunos años por publicar en formato digital, parece que se ha mantenido estable en los últimos meses. Si bien es cierto que, con las herramientas que tenemos, pueden proliferar los libros editados de manera independiente, no se ha visto un gran auge al respecto. Sí hay aumento de ebooks y también de obras escritas con Inteligencia Artificial, pero las editoriales tradicionales y las independientes siguen teniendo mejor simpatía a los impresos. Aún no sabemos cómo mediar para que ambos formatos circulen a la par.

6.- Bibliotecas digitales. Con la tecnología que tenemos en nuestras manos hoy en día, las instituciones de cultura que no cuenten con una biblioteca digital quedan en desuso. Lo digital no trasciende pero por ahora multiplica las posibilidades de leerse a comparación de un libro impreso. Una página web que albergue libros sobre una temática en específico siempre tendrá lectores.

7.- Suplementos culturales. Si bien todos los periódicos publicarán algo al respecto sobre el Día Internacional de Libro, en los últimos años han ido desapareciendo los suplementos culturales. Muchos han migrado a internet en busca de nuevos públicos, pero con su desaparición en físico se han extinguido también la vieja tradición de las reseñas de libros.

8.- Inteligencia Artificial. Este año es crucial para la IA porque se está desarrollando a pasos agigantados. Su uso, sus límites y ventajas debería ser el tema de discusión en encuentros literarios, de escritores y ferias de libro.

9.- Ferias de libro. Aunque algunos municipios o estados tienen varias ferias de libro o eventos como bazar y remates, su actividad debe estar ligada con un plan de promoción a la lectura que dura el resto del año. Si una feria del libro no se vincula con campañas de lectura constante durante todo el año, su evento será solamente un punto de venta de libros.

10.- Uso de la tecnología. He notado que después del confinamiento que todos pasamos, hoy en día se usa muy poco la video llamada o presentaciones de libro a distancia en los eventos culturales. No se discute el uso de la tecnología para la promoción del libro y las redes sociales no se explotan al máximo.

Existen más puntos, pero los que aquí describo me parecen los más urgentes. La lectora y el lector leen libros sin conocer las ventajas y desventajas del ecosistema editorial, desconociendo el estado de las bibliotecas, sin detenerse a pensar en las campañas de lectura y en las ventajas de la tecnología para alcanzar nuevos públicos. Celebremos este día y que no se acaben nunca los libros, pero también reflexionemos sobre lo que ocurre alrededor de la actividad creativa, la edición y promoción.