En un difícil contexto, la Honorable Junta Universitaria de la Máxima Casa de Estudios de Sonora, la Unison, en estos días deberá tomar una trascendental decisión: elegir al nuevo rector o rectora de la Universidad para el cuatrienio 2021-2025. Pero en esta ocasión, el complicado proceso de selección del mejor perfil para dirigir a la comunidad universitaria, por parte de los 15 respetables y prestigiados miembros de la Honorable Junta, se está llevando a cabo frente una situación muy diferente a las ocasiones anteriores.
En efecto, la gravísima e inédita situación de crisis estructural sistémica: sanitaria, económica, educativa, social y de seguridad pública, que está afectando a todos los órdenes de la sociedad, exige cambios, requiere que los criterios de selección de la Honorable Junta, se adecuen al difícil entorno actual, y prevean las secuelas que se derivarán de la terrible pandemia del Covid 19.
Así que la siguiente administración de la Unison, desde un principio, desde el primer día de su rectorado, enfrentará una complicada e inédita problemática que ningún rector anterior enfrentó. Afrontará la prevista austeridad republicana de los gobiernos federal y estatal, que no alcanzarán a canalizar los recursos suficientes para atender todas las crecientes e inmensas obligaciones de investigación, docencia, vinculación científica y empresarial, extensionismo e internacionalización, que la Universidad debe atender con suficiencia y calidad.
Ante este sombrío panorama que se prevé para el país, Estado e instituciones de educación superior, la Honorable Junta, competente y sabiamente, debe seleccionar como nuevo rector, a quien demuestre tener un perfil de administrador e innovador, perspicaz, así como plena capacidad administrativa para gestionar, asignar y optimizar con eficacia y eficiencia, los muy escasos recursos económicos con que contará la Unison al inicio de su rectorado.
Ahora bien, a consecuencia de las crisis multifactoriales y sus secuelas, enfrentaremos nuevos retos y obstáculos nunca vistos. La educación ya no será como antes. Por ejemplo, el futuro proceso de enseñanza-aprendizaje, sin duda será híbrido o mixto: presencial y en línea o virtual, tal y como lo experimentamos recientemente. El mundo cambiará y por consiguiente la Unison.
Áreas académicas como las de las ciencias médico-biológicas, y de las ciencias exactas y terrestres, incluso las bellas artes como música o teatro, batallan para adaptarse a los nuevos procesos y estrategias de docencia e investigación. Las mismas funciones administrativas de Rectoría también serán distintas, al aplicarse cada vez más las estrategias del trabajo en casa.
Debido a ello, las nuevas realidades del mundo, del país y de las universidades ya no serán las mismas; aunque crisis es también oportunidad. Por ejemplo, con la globalización se aprovecharían mejor los convenios internacionales, las innovadoras estrategias de educación integral, continuada, abierta y masiva, estancias internacionales de investigación y docencia. Con plataformas digitalizadas se compartirían cursos, maestros y estudiantes con otros países, aun en confinamiento.
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Así que no podremos enfrentar los nuevos problemas con viejas soluciones de antes, por lo que es necesario innovar, diseñar, cambiar y aplicar nuevas estrategias de solución. Además, los escasos recursos económicos se asignarán a las universidades más competitivas, y la competitividad se sustenta en la innovación. Por lo tanto, la Honorable Junta Universitaria deberá priorizar el perspicaz perfil innovador, administrador, creativo, internacionalista y con visión de futuro, para seleccionar al mejor rector de la Unison, ante las nuevas realidades que enfrentamos.
