/ miércoles 26 de enero de 2022

Visión económica | The three amigos de AMLO en los Estados Unidos

Este título de The three amigos, proviene de una película, divertida e ilustrativa del cineasta Walt Disney, que popularizó acerca de México, Latinoamérica, sus pueblos y culturas. Bueno, enseguida pasamos al tema. Uno de los peores disparates que el presidente López Obrador ha dicho, es que él prefiere colaboradores 90% leales a él, no obstante, sean sólo 10% capaces para desempeñar efectivamente las atribuciones y funciones para los puestos que los designó; aunque no sean muy brillantes o muy inteligentes.

Muy distinto a aquella recomendación del presidente estadounidense John F. Kennedy, quien aconsejaba que, para gobernar con sabiduría, un buen presidente se debería acompañar siempre de mejores colaboradores más inteligentes, especializados y más capaces que él, en sus respectivos cargos, a fin de tomar óptimas decisiones a favor del pueblo.

Esto viene al caso por noticias recientes de sus colaboradores, debido a que los tres más importantes del gabinete en el ámbito internacional, los tres, the three amigos y mejores colaboradores de López Obrador, han empezado este año con un buen desempeño de sus principales funciones y responsabilidades. Son tres reconocidos personajes quienes brillan con luz propia desde hace décadas, mostrando un buen desempeño en su largo actuar en el sector público y privado.

Nos referimos al secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard Casaubón, quien está cumpliendo bien su trabajo, con el adecuado perfil para el puesto. Es licenciado en Relaciones Internacionales por el prestigiado Colegio de México, estudió una especialidad diplomática en la Universidad Internacional de París, Francia, y ha enriquecido su capacitación y formación internacionalista en el extranjero.

En congruencia con la enorme importancia que México tiene en los Estados Unidos de América, con la creciente cantidad de más de 40 millones de mexicanos que aquí vivimos, y con el inmenso importe de más de $ 700 mil millones de dólares de comercio bilateral; el canciller mexicano tuvo a bien impulsar la apertura de dos nuevos consulados más de México en Oklahoma y en New Jersey, y ya logró el beneplácito del gobierno del presidente Joe Biden, lo que nuestra el buen oficio diplomático que siempre ha tenido. Sobrevivió a los embates y fricciones que enfrentó al amortiguar las dificultades que se presentaron con Trump y AMLO. Además, ahora en los 53 consulados de México en los USA, Ebrard está instrumentando la ampliación de los tradicionales servicios consulares para la atención a los connacionales, en múltiples asistencias de índole legal, comercial, cultural, médicas y de negocios. Esperemos que también ahorita, sepa torear los arrebatados nombramientos de políticos desprestigiados, sin ningún perfil diplomático ni trayectoria diplomática alguna, que recientemente AMLO está designando en otras partes lejos de América del Norte.

Ahora también dentro de los Estados Unidos, y concentrado en Nueva York, otro útil amigo de AMLO quien está haciendo bien su trabajo como representante de México en las Naciones Unidas y ahora presidiendo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es el prestigiado, dos veces rector de la UNAM, el prominente doctor siquiatra José Ramon de la Fuente Ramírez. Premio internacional de Ciencias y Artes, galardonado también por la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota, quien sigue la brillante carrera de su ilustre padre el mundialmente afamado doctor Ramón de la Fuente Muñiz, en su demostrada excelencia personal y profesional; y, como tal ha sabido manejar muy bien las complicadas tensiones diplomáticas de otra guerra fría entre los Estados Unidos, China y Rusia; sin soslayar sus acertadas negociaciones en la problemática internacional de Ucrania, Corea del Norte e Irán. Hasta la fecha, con su acostumbrada prudencia, sabiduría y discreción, Ramón de la Fuente está ayudando bien al Presidente.

El tercero de los bien reputados amigos del Presidente es Esteban Moctezuma Barragán, quien, como embajador de México ante los Estados Unidos, está demostrando su capacidad profesional comprobada desde que fue secretario de Gobernación en el gobierno del presidente Ernesto Zedillo. Sus acciones a favor de México en las complejas relaciones entre los dos países son apropiadas. Está cabildeando arduamente para que se tengan avances en la controversial y muy difícil reforma migratoria. Igualmente ha luchado por la suspensión del inhumano programa del quédate en México. En materia de seguridad binacional, ya logró avances en el Acuerdo Bicentenario. Ha regulado la actuación de los miembros de la DEA a pesar de las exigencias del vecino, y está impulsando entendimientos de las discordancias del T-MEC, así como las explicaciones pertinentes al tema de la reforma eléctrica; entre otras de sus acertadas actuaciones a favor de México. A pesar de que no se deja… estos tres sí ayudan al Presidente.


Este título de The three amigos, proviene de una película, divertida e ilustrativa del cineasta Walt Disney, que popularizó acerca de México, Latinoamérica, sus pueblos y culturas. Bueno, enseguida pasamos al tema. Uno de los peores disparates que el presidente López Obrador ha dicho, es que él prefiere colaboradores 90% leales a él, no obstante, sean sólo 10% capaces para desempeñar efectivamente las atribuciones y funciones para los puestos que los designó; aunque no sean muy brillantes o muy inteligentes.

Muy distinto a aquella recomendación del presidente estadounidense John F. Kennedy, quien aconsejaba que, para gobernar con sabiduría, un buen presidente se debería acompañar siempre de mejores colaboradores más inteligentes, especializados y más capaces que él, en sus respectivos cargos, a fin de tomar óptimas decisiones a favor del pueblo.

Esto viene al caso por noticias recientes de sus colaboradores, debido a que los tres más importantes del gabinete en el ámbito internacional, los tres, the three amigos y mejores colaboradores de López Obrador, han empezado este año con un buen desempeño de sus principales funciones y responsabilidades. Son tres reconocidos personajes quienes brillan con luz propia desde hace décadas, mostrando un buen desempeño en su largo actuar en el sector público y privado.

Nos referimos al secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard Casaubón, quien está cumpliendo bien su trabajo, con el adecuado perfil para el puesto. Es licenciado en Relaciones Internacionales por el prestigiado Colegio de México, estudió una especialidad diplomática en la Universidad Internacional de París, Francia, y ha enriquecido su capacitación y formación internacionalista en el extranjero.

En congruencia con la enorme importancia que México tiene en los Estados Unidos de América, con la creciente cantidad de más de 40 millones de mexicanos que aquí vivimos, y con el inmenso importe de más de $ 700 mil millones de dólares de comercio bilateral; el canciller mexicano tuvo a bien impulsar la apertura de dos nuevos consulados más de México en Oklahoma y en New Jersey, y ya logró el beneplácito del gobierno del presidente Joe Biden, lo que nuestra el buen oficio diplomático que siempre ha tenido. Sobrevivió a los embates y fricciones que enfrentó al amortiguar las dificultades que se presentaron con Trump y AMLO. Además, ahora en los 53 consulados de México en los USA, Ebrard está instrumentando la ampliación de los tradicionales servicios consulares para la atención a los connacionales, en múltiples asistencias de índole legal, comercial, cultural, médicas y de negocios. Esperemos que también ahorita, sepa torear los arrebatados nombramientos de políticos desprestigiados, sin ningún perfil diplomático ni trayectoria diplomática alguna, que recientemente AMLO está designando en otras partes lejos de América del Norte.

Ahora también dentro de los Estados Unidos, y concentrado en Nueva York, otro útil amigo de AMLO quien está haciendo bien su trabajo como representante de México en las Naciones Unidas y ahora presidiendo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, es el prestigiado, dos veces rector de la UNAM, el prominente doctor siquiatra José Ramon de la Fuente Ramírez. Premio internacional de Ciencias y Artes, galardonado también por la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota, quien sigue la brillante carrera de su ilustre padre el mundialmente afamado doctor Ramón de la Fuente Muñiz, en su demostrada excelencia personal y profesional; y, como tal ha sabido manejar muy bien las complicadas tensiones diplomáticas de otra guerra fría entre los Estados Unidos, China y Rusia; sin soslayar sus acertadas negociaciones en la problemática internacional de Ucrania, Corea del Norte e Irán. Hasta la fecha, con su acostumbrada prudencia, sabiduría y discreción, Ramón de la Fuente está ayudando bien al Presidente.

El tercero de los bien reputados amigos del Presidente es Esteban Moctezuma Barragán, quien, como embajador de México ante los Estados Unidos, está demostrando su capacidad profesional comprobada desde que fue secretario de Gobernación en el gobierno del presidente Ernesto Zedillo. Sus acciones a favor de México en las complejas relaciones entre los dos países son apropiadas. Está cabildeando arduamente para que se tengan avances en la controversial y muy difícil reforma migratoria. Igualmente ha luchado por la suspensión del inhumano programa del quédate en México. En materia de seguridad binacional, ya logró avances en el Acuerdo Bicentenario. Ha regulado la actuación de los miembros de la DEA a pesar de las exigencias del vecino, y está impulsando entendimientos de las discordancias del T-MEC, así como las explicaciones pertinentes al tema de la reforma eléctrica; entre otras de sus acertadas actuaciones a favor de México. A pesar de que no se deja… estos tres sí ayudan al Presidente.