Los habitantes de Sonora hemos escuchado, a lo largo de nuestras vidas, que tomar café, bebidas calientes y consumir caldos durante el verano ayuda a que sintamos menos calor.
Esta afirmación se le atribuye principalmente a las mujeres, a quienes incluso se les han dedicado memes, videos y fotografías que indican que “como toda madre sonorense” preparan calditos en verano.
Quizás ya lo hayas probado y tengas tus propias teorías sobre esto, pero aquí te compartimos información al respecto.
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¿Mito o realidad?, los caldos ayudan a quitarte el calor
Es verano, y aunque hayamos escuchado lo de los caldos y las sopitas, cuando pensamos en comida pensamos en algo que nos refresque, como un cevichito, una ensalada, un cono de nieve, bebidas heladas de todo tipo, con alcohol, con azúcar, hasta café en las rocas, ¡sí, todo helado!, no caliente.
Sin embargo, ¡oh, cielos! Resulta que sí, lo caliente sí ayuda. Te comentamos por qué.
El sitio animalgourmet.com señala que hay tres razones por las que los alimentos calientes ayudan a tu cuerpo a bajar el calor.
La primera razón es porque las bebidas calientes generan un efecto llamado equilibrio térmico.
Al consumir alimentos o bebidas calientes el cuerpo ahorra energía; es decir, si tomas algo frío el cuerpo consume energía para calentar la comida y las bebidas frías para ponerlas a 36°C que es un aproximado de cómo debe ser la temperatura corporal.
Estudios de la Universidad de Ottawa revelaron que al introducir bebidas o alimentos calientes al cuerpo humano, “su temperatura sube y se empareja con el ambiente”
Punto número 2: el sudorcito
Cuando el organismo sube de temperatura, comenzamos a sudar, lejos de ser incómodo, esta sensación debería provocar que el cuerpo “se refresque” al estar en contacto con el aire del ambiente.
Quizás con estas dos de tres razones ya no hagas carita de fuchi al tener frente a ti un plato de pozole, o de sopita de fideos con verdurita, un “caldoequeso” (como decimos en Sonora) , un platote de cocido con su respectivo trozo de elote, de calabacita, con garbanzos y camote o ejotes; o una sopa de tortillas como las que venden en los restaurantes.
La ropa, el caldito y el calor
Un tercer motivo que puede ayudar a que la comida o bebidas calientes te ayuden a sentir menos calor tiene relación con la ropa que usas; algunas prendas ayudan a la evaporación del sudor, y no es precisamente la más cubridora.
Una chamarra o impermeable no ayudarán a que el caldito te quite el calor, pero ¿qué tal una playera o una blusa de algodón?
¿Un plus?
El endocrinólogo del Hospital ABC de España, Román Mielé, señala que las sensaciones de calor y frescura al comer o beber alimentos calientes tienen que ver con ingredientes que se utilicen, como el picante, ya que estimula la sudoración.
Efecto contrario provocan ingredientes como la grasa y el azúcar, pues, al ser carbohidratos, son calor puro y te aportarán energía de inmediato, lo que hará que no haya “poder humano que te refresque”.
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Además, el contenido de azúcar en tus alimentos podría ser lo que provoca que tengas dolores de cabeza, debilidad, mareos y la boca seca, y no precisamente por el sol o el calor que este provoca.
Así que si, una buena madre sonorense te prepara un caldito y un café, no reniegues y tómatelo, te ayudará a quitarte el calor
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