Si existe algo más bonito que el nombre de las Leónidas, tendrían forzosamente que ser las propias Leónidas, y Hermosillo se prepara para recibirlas muy pronto en la lluvia de estrellas que sucede cada año en noviembre.
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Las Leónidas obtienen su nombre de la zona en el cielo donde convergen las trayectorias de las estrellas fugaces, en su caso se trata de la constelación de Leo; también existen otras como las Perseidas en agosto, las Gemínidas en diciembre y las Acuáridas en el mes de mayo. Entre ellas las Leónidas es la más impredecible de todas, pudiendo suceder en un rango de hasta diez días desde los primeros meteoros hasta su final.
Una lluvia de estrellas ocurre, por lo regular, cuando fragmentos de un cometa se precipitan hacia la Tierra, quemándose en su caída por la atmósfera en un último y brillante despliegue para el aprecio de todos. En el caso de las Leónidas, sus fragmentos pertenecen al cometa 55P/Tempel-Tuttle, que cada 33 años produce una de las lluvias más intensas que se pueden ver.
Todavía faltan doce años para que las Leónidas alcancen su máximo esplendor en el cielo, pero eso no significa que se pueda subestimar su belleza, a pesar de esto sigue siendo una de las lluvias de estrellas más brillantes que pueden verse.
Según los mejores cálculos que la ciencia puede otorgar, la lluvia de las Leónidas podrá apreciarse desde Hermosillo durante los próximos 17 y 18 de noviembre, especialmente durante la madrugada de este segundo día cuando se espera que alcance su punto máximo.
¿Cómo ver mejor la lluvia de estrellas?
La contaminación lumínica de la ciudad puede hacer que ver este fenómeno sea más difícil, por lo que lo mejor siempre es buscar un lugar alejado, donde las estrellas brillen con mayor intensidad.
Otros factores importantes son el clima de la noche y la fase lunar, ya que la luna llena, con su brillo, impide apreciar bien la lluvia de estrellas, mientras que las nubes podrían taparla completamente. Alejarse de la ciudad también permitirá tener menos obstáculos para la vista como altos edificios y árboles.
Una vez que encuentres un lugar apropiado para apreciar este fenómeno, la paciencia será tu mejor aliada. Siempre es más cómodo acostarse y mirar al cielo, especialmente en aquellas zonas más oscuras, a la espera de que las Leónidas hagan su aparición.