“Las maternidades son diversas”, es una de las premisas que todas las mujeres tienen en cuenta al estar frente al umbral de la concepción; sin embargo, para quienes reciben el diagnóstico de sus hijos sobre Trastorno Espectro Autista (TEA), viven en una constante variación de sentimientos.
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Leslie Valdez Acosta tiene 36 años y es mamá de Diego Valdez, quien tiene 8 de edad; él fue diagnosticado con TEA desde los tres años. Esto orilló a que la madre de familia, en búsqueda de brindarle la mayor calidad de vida a su pequeño, se especializara en educación especial.
“Desde que lo diagnosticaron, sentí esta necesidad de prepararme para poder también satisfacer sus necesidades de apoyo y terapia en casa, entonces fue así que empecé a estudiar la maestría en Educación Especial”, compartió.
Leslie narró que desde que Diego cumplió dos años y no veía un desarrollo en el habla, ella acudió a especialistas en hospitales privados para ver qué ocurría con él, por lo que fue que le dieron su diagnóstico de TEA.
“Con Salud del Gobierno se te puede ir la vida diagnosticando, yo la verdad no lo hice por ahí, a los dos años y medio que veía que mi hijo no hablaba, que no hacía contacto visual, que no respondía su nombre, yo me fui directamente a buscar a una terapeuta del lenguaje y con un neurólogo privado para que me dieran un diagnóstico y yo saber qué necesita el niño, qué terapias”, manifestó.
De esta manera fue que la madre de familia buscó las herramientas necesarias para ayudar a su pequeño, sin embargo, destacó que ha apreciado un fenómeno entre las mamás que tienen hijos con el padecimiento que el suyo.
“Generalmente sí encuentras apoyos para nuestros niños, terapias, información, pero para nosotras las mamás a veces es muy poco el apoyo y también nosotros como mamás a veces preferimos cómo enfocarnos en ellos que cuidarnos nosotras”, exclamó.
Fue por ello, que a través de su experiencia, inició con los talleres en línea llamado Abrazando tu maternidad diferente, con la intención de que las madres de familia puedan tener un respaldo ante las circunstancias en las que viven.
“Muchas mamás se identifican con la historia, que ese es el propósito del taller, porque estamos pasando por el mismo tipo de maternidad pero en vidas totalmente distintas, pero te identificas en las emociones, la falta de apoyo o incluso en el tiempo que te das a ti como mamá”, expresó.
“Porque generalmente cuando tienes un hijo con discapacidad la psicología dice que las mamás se fusionan con el hijo, pierden la individualidad porque te desvives por ver avances y que pueda ser independiente en un futuro y nosotras nos perdemos totalmente”, añadió.
Ser mamá de un niño con TEA es muy distinto, abundó, ya que se vive en una constante preocupación por saber si lo van a aceptar en el kínder, en una escuela, en algún equipo deportivo, lo que se vuelve una lucha constante para que se les incluya.
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“En el Día de la Concientización del Autismo, les diría a las mamás que están en procesos de diagnóstico, les diría que no es una sentencia de futuro, al contrario es tan sólo el inicio para empezar a apoyar a tu hijo por donde lo necesite y que ellos pueden lograr muchísimas cosas y que hay que creer en ellos”, es el mensaje de Leslie Valdez a las mamás.
La mujer también envió un mensaje a la población en general, para fomentar el respeto y sobre todo la empatía por los contextos de otras familias y niños.
“Para la sociedad, lo que siempre les pediré es la empatía con el niño que a lo mejor tú ves que tiene nueve años y está llorando o está haciendo ‘berrinches’, tú no sabes si ese niño tiene una condición, si está pasando por una crisis”, puntualizó.
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