Es conocido que la artritis reumatoide es una enfermedad crónica degenerativa, que afecta a las articulaciones causando dolor, inflamación y rigidez, lo que ha hecho que las personas que padezcan esta enfermedad busquen evitar alimentos como los que contienen trigo, sin embargo, estudios del Centro de Investigación en alimentación y Desarrollo (CIAD), reveló que no hay sustento científico que respalde dicha medida.
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Diego Javier Brambila López, bajo la dirección académica de la profesora Ana María Calderón de la Barca, realizó un estudio sobre el trigo en la dieta y artritis reumatoide, con lo que obtuvo el grade de maestro en ciencias.
La finalidad del Estudio fue evaluar la respuesta inmune a las proteínas del trigo, así como el índice de actividad de la enfermedad, después de una dieta sin trigo y su reintroducción, en pacientes con artritis reumatoide, pero sin enfermedad celiaca.
En el estudio participaron personas con artritis reumatoide, a quienes se les consultó su historia clínica y se les evaluaron síntomas articulares y no articulares; también se analizó la permeabilidad intestinal y la microbiota fecal, buscando las bacterias que se ha detectado que cambian en los pacientes con artritis reumatoide (Prevotella copri y Bacteroides spp).
A los participantes se les asignó una dieta sin trigo durante cuatro semanas, con reintroducción de trigo al menos durante tres días. A lo largo de ese periodo, así como al final, se evaluaron los síntomas articulares a través de RADAI-5 (índice de actividad de la enfermedad por artritis reumatoide), así como los síntomas no articulares. Por último, se retaron ex vivo, sus células inmunitarias con péptidos del gluten de trigo, para evaluar respuesta inflamatoria por producción de citocinas.
Los pacientes no padecían enfermedad celiaca (intolerancia al trigo) ni tenían afectada la permeabilidad intestinal, lo que pudiera ser causa de los síntomas por el consumo de trigo.
Se identificó que la mayoría de los pacientes presentó más de 40% de Bacteroides, pero ninguno presentó Prevotella copri. Tal perfil de microbiota no coincide con el encontrado en estudios de pacientes con artritis reumatoide en otros lugares del mundo. Quizá esto se deba a que en los pacientes del estudio del ahora maestro en ciencia, Diego Brambila, la artritis reumatoide tenía varios años de evolución. Además, en nuestra población, quienes sufren otras enfermedades autoinmunes presentan un perfil similar en la microbiota, con alta proporción de Bacteroides.
Como resultado del reto con proteínas del gluten de trigo a las células inmunitarias, la respuesta fue nula, por lo cual se decidió evaluar otro componente del trigo como son los fructanos. En esta evaluación de la intolerancia a fructanos por aliento espirado no resultaron intolerantes, pero algunos pacientes sí presentaron síntomas intestinales, lo cuales podrían ser debido a hipersensibilidad visceral.
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Aunque no se encontraron resultados en la respuesta inmune con la herramienta utilizada, en una paciente fue muy clara la disminución de síntomas articulares y no articulares en la dieta sin trigo y su aumento al reintroducirlo, como evaluados con el índice RADAI-5. Algunos de los pacientes manifestaron durante la dieta sin trigo sentir menor rigidez matutina, mejor estado de ánimo, disminución de síntomas intestinales y mejoría en su salud en general.
En conclusión, el trigo pudiera influir en los síntomas articulares de algunos pacientes con artritis reumatoide, aunque no en todos, pero no necesariamente a través de una respuesta inmuneinflamatoria, sino por hipersensibilidad focalizada en la mucosa intestinal con señalización al sistema nervioso, como en el síndrome de intestino irritable.