El sodio, conocido también como el “asesino silencioso” por los profesionales de la salud más alarmistas, se ha ganado esta reputación a pulso; años de estudios señalan a una dieta con altos contenidos de este elemento como una de las principales causas de daños al aparato cardiovascular. Cuando cerca del 30% de los mexicanos padece de hipertensión ¿será momento de hacer lo que se está planteando en Estados Unidos?
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La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos emitió una petición a los productores de alimentos procesados y restaurantes del país a reducir el contenido de sodio de todos sus productos durante los próximos dos años y medio, con lo cual esperan reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares entre su población.
A diferencia de la creencia popular la gran mayoría del sodio que se consume proviene de los alimentos procesados o que se compran ya preparados, y no de la sal que se espolvorea encima antes de comerlos. Más del 70% de la sal consumida está presente en la comida procesada antes de que siquiera llegue a tus manos, señala la autoridad norteamericana.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) el exceso de sal en la dieta está relacionado directamente con una mayor incidencia no solo de hipertensión sino también infartos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca y daño a los riñones que causa insuficiencia renal. Incluso se le ha relacionado con la posibilidad de desarrollar cáncer gástrico o colorrectal.
La recomendación de la FDA se extenderá a todo tipo de productos alimenticios que han sido señalados por sus altos contenidos de sodio, lo cual incluye hasta comida para bebés; esta problemática se ha convertido en un sinónimo de esta industria en el país.
Esta situación ha llevado a que en Estados Unidos el consumo de sodio ascienda hasta 3 mil 400 miligramos por día, excediendo los 2 mil 300 máximos recomendados. ¿Cómo está México en este aspecto? los connacionales superan a sus vecinos del norte con un consumo diario de 3 mil 900 miligramos.
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Las autoridades de la FDA reconocen que hacer los cambios necesarios en la dieta es difícil de realizar para gran parte de los ciudadanos, ya que la mayoría del sodio viene incluído “de fábrica” en muchos alimentos. Aún así esta medida se trata de una recomendación y las empresas no estarán obligadas a aplicarla.