En nuestra tierra es común decir que un buen caldo quita el calor, pero ¿y el frío? Ahora que las bajas temperaturas han gobernado los días en la capital sonorense, se antoja comer algo rico, pero que también quite el frío y de paso que sea saludable, aquí te dejamos algunas de las opciones más conocidas, así como sus beneficios.
Teresita Martínez, maestra en el Centro de Promoción de la Salud Nutricional de la Universidad de Sonora afirmó que los caldos son utilizados para calentar el cuerpo de manera sencilla, pero lo importante es que se debe considerar que el cuerpo humano cuenta con mecanismos de regulación de temperatura corporal, por lo que extendió una serie de recomendaciones para que su consumo no afecte nuestra salud.
Comentó que, en el caso de la ingesta de estos, si cuentan con picante, de inicio ya tienen un efecto termogénico, es decir que eleva la temperatura corporal.
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Indicó que es importante no abusar en el contenido de condimentos como la sal, como en el caso de los consomés de pollo, ya que son altos en sodio y esto puede acarrear problemas a personas con problemas de presión arterial.
La especialista señaló que los caldos en general son buenos entre más sencillos sean y mientras más verduras tengan, ya que habrá mayor aporte de vitaminas y minerales dependiendo de la variedad de estos, por lo que se agrega mayor valor nutricional al platillo.
“Hay que recordar que estos no son un remedio contra las enfermedades ocasionadas por las bajas temperaturas, pero si ayudan a aliviar la sensación de malestar de estas”, dijo.
Agregó que hay que mantener ciertas consideraciones en el uso de las grasas que se les agregan, ya que en ocasiones se abusa de aceites o de la misma grasa que contienen algunas carnes que se usan para la preparación.
“En algunas ocasiones se recomienda sustituir la carne de algunos caldos por pollo, ya que esto ayudará a tener más proteína y ayudará a la reconstrucción y reparación de tejidos” enfatizó, además que “mientras más verduras tengan va a ser más benéfico, en ese sentido ayudan más, se consumen de manera más saludable".
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La maestra en el Centro de Promoción de la Salud Nutricional detalló que, en cuanto a los caldos, se deben de buscar las alternativas que sean más saludables y evitar aquellos como el menudo o el pozole, que cuentan con más grasa, lo cual no es totalmente malo, pero sí es recomendable moderar la cantidad y sus acompañantes, dijo, como el pan con mantequilla.
Otra opción, la cual no es un caldo o una sopa como tal, son las cremas, las cuales pueden ser de diferentes tipos de vegetales, pero utilizando el mínimo de grasa en su preparación, utilizando leche descremada o baja en grasa y limitando la cantidad de mantequilla, añadió.
Para finalizar, agregó que, aunque probablemente no estén considerados como un caldo, otra opción puede ser un plato de frijoles enteros en caldo, este es muy nutritivo y al agregarle una salsa bandera puede ser muy saciante.
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