Día de Muertos: la familia López Jiménez fabrica lápidas desde hace 50 años

A unas cuadras del panteón Yáñez se encuentra dicho negocio que es tradicional en la capital sonorense; la familia nos cuenta su historia

Guillermo Saucedo | El Sol de Hermosillo

  · miércoles 2 de noviembre de 2022

A unas cuadras del panteón Yáñez se encuentra el negocio que es tradicional en la capital sonorense / Foto: Cecilia Saijas | El Sol de Hermosillo

Entre las cosas que no pueden faltar cuando se trata de homenajear la memoria de los seres queridos que se adelantaron en el camino, se encuentran las lápidas y demás monumentos.

Dicho tema es el diario vivir de la familia López Jiménez, quienes llevan más de 50 años dedicándose a la fabricación de tumbas y otros artículos con materiales como el mármol y el granito.

Las hermanas Isabel, Silvia y Eva contaron para El Sol de Hermosillo que todo comenzó en un tallercito artesanal en la casa de sus padres Elías y Antonia, quienes en 1968 decidieron trasladarse a su ubicación actual, a unas cuadras del panteón Yáñez.

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“Mi hermano mayor que en ese entonces tenía apenas como 10 años, le ayudaba a trabajar, empezó a hacer piezas para el panteón, lavaderos, macetas y ya como se dio cuenta que le rendía el trabajo, se vinieron a establecer a este lugar, porque el panteón de la Yáñez todavía tenía mucho movimiento de hacer lápidas y sepultar”, relató Isabel.

Rápidamente los 10 hermanos comenzaron a involucrarse con el negocio familiar, algunos cursando la primaria, otros la secundaria o la preparatoria, incluso, muchos llegaron a estudiar una carrera universitaria.

Los 10 hermanos comenzaron a involucrarse con el negocio familiar / Foto: Cecilia Saijas | El Sol de Hermosillo

Normalmente en el negocio familiar lo que más se venden son las lápidas, sobre todo en la temporada en la que se honran a los fallecidos, sin embargo, también hacen otros tipos de trabajos, como el residencial, hotelero e incluso en iglesias.

“Se fue abriendo más el mercado, por la nobleza del mismo material natural, que es un material muy duradero y de mucha plusvalía, se nos permitió que ya fuera el residencial, el comercial, para hoteles, para las iglesias, nos ha tocado en todo el Estado trabajar para cumplir con la demanda”, apuntó Silvia.

Pese a llegar empresas grandes y distribuidoras, la familia, pionera de este negocio en la ciudad, supo mantenerse firme, al grado que todos los hermanos siguen dedicándose a ello, algunos hasta con sus propios talleres.

Las hermanas contaron que les ha tocado atender a familias que aún continúan en duelo / Foto: Cecilia Saijas | El Sol de Hermosillo

Asimismo, contrario a lo que se pudiera pensar, el trabajar tantos años en algo que se relaciona con la muerte, no se torna nada fácil, pues ha habido momentos dolorosos en el camino.

Y es que, las hermanas contaron que les ha tocado atender a familias que aún continúan en duelo, las cuales habían perdido parientes recientemente o que venían de panteones o funerarias, en busca de una lápida.

“Una vez me tocó atender a un matrimonio que venía bien dolido, yo me puse a llorar porque me dijeron lo que se grababa, un niño, y se pusieron a llorar, y les digo, ‘ ya está en el cielo, es un angelito’, porque uno trata de consolarlos y entonces me dijo, ‘pero es que no tenía que morir’, el señor bien angustiado, desesperado dice ‘es que yo lo maté’, el niño estaba jugando y él no se dio cuenta que estaba atrás del carro y le dio reversa”, externó Isabel.

Las hermanas continúan con el legado que iniciaron sus padres / Foto: Cecilia Saijas | El Sol de Hermosillo

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Por su parte, Silvia señaló que todas estas historias dolorosas las tienen que superar ellos también, ya que son empáticas con el duelo de sus clientes.

“Me acuerdo del caso de un señor de Guaymas que se le fallecieron su esposa y sus tres hijos, eso fue muy doloroso también, lo estuvimos platicando, hacemos catarsis a veces, lo tenemos que sacar, porque quiera uno o no, uno se mete en la pena de la gente”, aseveró.

Las hermanas Isabel, Silvia y Eva contaron que todo comenzó en un tallercito artesanal / Foto: Cecilia Saijas | El Sol de Hermosillo

Por último, las hermanas agradecen la profesión que su papá les heredó y la fuerza y carácter de su mamá para salir adelante, misma que se adelantó en el camino hace un par de años.

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