La tarde del miércoles 8 de noviembre, inició el encuentro “Mujeres de Mezcal y Bacanora”, organizado por la Universidad Estatal de Sonora (UES) y llevado a cabo en el Colegio de Sonora (Colson), donde las exponentes fueron mujeres de familias productoras de este elixir representativo de la región.
Resaltaron, por su perseverancia, mujeres que han logrado crear productos que están a la altura de los que tradicionalmente ya se producían, y que han logrado posicionarse como modelo para otras mujeres que deseen cambiar la narrativa, no solo en este rubro, si no en cualquier otro.
Karina Valenzuela Mendívil, de Rosario, Tesopaco, trabaja el bacanora como parte de una tradición familiar, que se remonta a más de cuatro generaciones; en la empresa productora familiar, participan cuatro mujeres en la preparación de licores y el envasado.
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“Nos dimos cuenta de que el sonorense siente mucho orgullo hacia la identidad del bacanora, pero se solía tener cierto miedo o respeto a este, puede ser por el tema tabú de que fue prohibido; en mi caso te puedo decir que las mujeres somos como el cerebro, las promotoras; producir bacanora es un trabajo muy arduo, reconozco a mis compañeras del maguey a nivel nacional, que son maestras destiladoras” compartió.
Es un trabajo pesado, en el que las mujeres toman parte
Valenzuela dijo estar enfocada en el tema administrativo, la creación, promoción y diversificación de este producto, lo que ha llevado a su familia y a su marca a ganar dos medallas de plata, una nacional y otra en un concurso internacional en Bruselas, en octubre de 2023.
“Mi tío me comentó que nunca hubiéramos tenido ese reconocimiento, si no hubiera sido por lo que hice, lo que él hace y lo que las mujeres hacen, es una simbiosis perfecta que nos ha permitido ir avanzando, en todo eso abonamos bastante las mujeres” recordó.
Por su parte Imelda Perla Barceló, de Guadalupe de Tayopa, municipio de Yécora, explicó que elabora el producto en su casa junto a su esposo, desde hace 22 años y cuenta con el registro de su marca desde hace tres. Dado que no cuentan con un cultivo de maguey, han encontrado la manera de comprarlo; reconoce que es un trabajo muy pesado, pero que cómo mujeres son parte fundamental en la producción de este.
De igual forma, Diana Rocío Barnett Rodríguez, de Suaqui Grande, representante de la Asociación del Bacanora y Maguey de México, además de la elaboración de esta bebida, también se dedica a hacer diversos productos que contienen el licor, como chocolates, cremas, café y crema de calabaza.
Comentó que pertenece a Capitulo Sonora, una asociación que ha unido fuerzas con otra llamada Mezcal y Maguey de México, la cual viene desde México y que en conjunto han tomado un punto de posición para las mujeres en este tema que siempre ha sido más manejado por hombres. Explicó que están tomando “riendas en el asunto”.
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“Creo que como mujer lo más difícil es el trabajo que tiene que hacerse, tanto para desempeñarte y poder salir un poco más arriba de los demás, sobre todo con la elaboración de los productos, estamos tratando de poner en alto el nombre de las mujeres de la bacanora y el maguey en México” expresó.
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