En Sonora, ser chofer de una plataforma de transporte privado como Uber, DiDi, InDriver, entre otras, es más peligroso de lo que se cree, ya que los conductores son constantemente víctimas de delitos, que van desde asaltos, agresiones, secuestros y desapariciones.
Y, aunque la seguridad para los usuarios de aplicaciones de transporte privado ha sido una de las principales prioridades de las compañías dedicadas a brindar este servicio desde su llegada a México, allá por el 2013 cuando Uber iniciaba su expansión en América Latina; desde entonces se ha mantenido como uno de los puntos centrales del debate sobre su legitimidad frente a otras opciones mayormente “reguladas” como los taxis tradicionales y el transporte público.
Aún con esto, otro factor fundamental, la seguridad de quienes prestan sus servicios como choferes, no suele ver una discusión tan amplia salvo en los momentos donde un incidente pone en perspectiva los riesgos inherentes a esta actividad.
Mientras la comunidad hermosillense se une para exigir que se revele el paradero de Jesús Ignacio Burrola, joven de 28 años que desapareció mientras realizaba un viaje en la plataforma de DiDi el pasado 19 de febrero, de nuevo se cuestiona si las aplicaciones de transporte realmente corresponden a la imagen de seguridad que buscan presentar tanto a usuarios como a sus conductores.
Una ocupación con sus riesgos
Hasta el día de hoy tanto las autoridades locales como las mismas empresas que ofrecen servicios de transporte a través de aplicaciones no han presentado un reporte oficial de la incidencia delictiva a bordo de sus unidades, un recuento de aquellas que han sido publicadas por medios de comunicación arroja un estimado de siete desapariciones de choferes en Sonora solamente durante el año pasado y lo que va de 2021. Únicamente se ha confirmado la localización de uno de los desaparecidos, se trata de Javier Enrique Cuamea Soto, de 25 años, que fue encontrado sin vida el día después de haber sido reportado en Ciudad Obregón.
En otro caso ocurrido durante el mes pasado, la policía recibió el reporte de un conductor que fue despojado de sus pertenencias a punta de pistola mientras prestaba sus servicios, de los tres sujetos involucrados en el atraco solamente uno fue arrestado y puesto a disposición de la autoridad.
Algunas veces han sido los propios usuarios los que ponen en peligro la vida de los operadores, como sucedió el 2 de diciembre cuando un conductor pidió ayuda para regresar a la ciudad luego de haber sido asaltado con cuchillo para quitarle su dinero y vehículo, dejándolo abandonado aproximadamente a cinco kilómetros de Hermosillo.
Fuera del terreno de la inseguridad, el trabajo para empresas como Uber, DiDi e InDriver continúa generando polémica ante la falta de garantías laborales que ofrecen para quienes prestan sus servicios con ellas, a pesar de que su número aumenta cada día. Fue hasta finales del año pasado cuando se propuso ante el senado la incorporación de los trabajadores de plataformas digitales a la Ley Federal del Trabajo para tener acceso a las protecciones básicas de la ley mexicana. Mientras tanto, quienes obtienen sus ingresos de esta forma no cuentan con indemnizaciones en caso de accidentes, seguro, aguinaldos o vacaciones, a la vez que las jornadas pueden extenderse por más de 8 horas para obtener ganancias en días con menor tráfico.
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