/ viernes 24 de mayo de 2024

Bio-Informando | Pequeñas gigantes

El lunes pasado se celebró el Día Mundial de las Abejas, una fecha dedicada a concientizar sobre la importancia de las abejas y otros polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y la urgente necesidad de su conservación.

El Día Mundial de las Abejas nace de los esfuerzos de la Asociación de Apicultores Eslovenos, en la búsqueda de fomentar la concientización mundial sobre la importancia de las abejas y movilizar acciones para protegerlas y como una forma de honrar el cumpleaños de Anton Janša (20 de mayo), pionero de la apicultura moderna en el siglo XVIII.

Las abejas son insectos voladores estrechamente relacionados con las avispas y las hormigas y se estima la existencia de casi 20,000 especies distribuidas en todos los continentes (excepto en la Antártida) y en todos los hábitats del planeta que contienen plantas con flores polinizadas por insectos.

Las abejas son consideradas uno de los pilares del mundo natural ya que pertenecen al conjunto de animales denominados como polinizadores y aproximadamente alrededor del 75% de las plantas con flores del mundo y el 35% de los cultivos alimentarios mundiales dependen de ellas para su reproducción y producción de frutos.

Más allá de la agricultura, las abejas desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la biodiversidad ya que la polinización no solo garantiza la reproducción de las plantas con flores, sino que es vital para mantener los hábitats de los que dependen innumerables especies para alimentarse y refugiarse y además se favorece la diversidad genética, la adaptación y la evolución, mejorando la salud genética y la resistencia de las poblaciones vegetales.

De ahí que se puede decir que una población sana de abejas es un indicador clave de un ecosistema próspero y por el contrario, su declive, es señal de problemas medioambientales. Otro punto interesante de las abejas es su valor económico, el cual no se limita a la producción de miel.

Se calcula que el valor mundial de los servicios de polinización prestados por las abejas asciende a miles de millones de dólares anuales ya que cultivos como el de las almendras, las bayas, los pepinos y muchos otros dependen en gran medida de la polinización de las abejas. Sin las abejas, el costo y el esfuerzo necesarios para polinizar manualmente estos cultivos serían estratosféricos lo que provocaría un aumento de los precios de los alimentos y una posible escasez.

A pesar de su importancia, las abejas están asediadas por factores tales como los plaguicidas, la pérdida de hábitats, el cambio climático y las enfermedades y plagas que amenazan su supervivencia. Una vez dejando clara la relevancia de las abejas en el mundo, ¿Qué se recomienda para contribuir desde nuestra trinchera para su conservación? Primero, se puede crear un jardín con una variedad de flores amplia que florezcan en distintas épocas del año para proporcionar una fuente continua de alimento; se sugiere que se contemplen plantas nativas de la región ya que son especialmente beneficiosas y se adaptan bien a las abejas locales.

Asimismo, vinculado a lo anterior, optar por métodos de jardinería ecológica en los que si se tiene que utilizar pesticidas, se elijan opciones que no dañen a las abejas y que se apliquen a horas en las que no estén activas como por la mañana temprano o al atardecer.

Otra forma de apoyar el cuidado de las abejas es el consumo de miel y otros productos de la colmena a apicultores locales ya que a su vez se está apoyando prácticas apícolas sostenibles. Finalmente, el consultar y compartir información confiable a los demás sobre la importancia de las abejas puede tener un efecto dominó que conduzca a una mayor acción colectiva para su conservación.

Si bien estas acciones pueden ser pequeñas y no requerir grandes gestos pueden marcar una gran diferencia en la protección de las abejas, la biodiversidad y nuestra seguridad alimentaria y económica.

Excelente fin de semana.


El lunes pasado se celebró el Día Mundial de las Abejas, una fecha dedicada a concientizar sobre la importancia de las abejas y otros polinizadores, las amenazas a las que se enfrentan y la urgente necesidad de su conservación.

El Día Mundial de las Abejas nace de los esfuerzos de la Asociación de Apicultores Eslovenos, en la búsqueda de fomentar la concientización mundial sobre la importancia de las abejas y movilizar acciones para protegerlas y como una forma de honrar el cumpleaños de Anton Janša (20 de mayo), pionero de la apicultura moderna en el siglo XVIII.

Las abejas son insectos voladores estrechamente relacionados con las avispas y las hormigas y se estima la existencia de casi 20,000 especies distribuidas en todos los continentes (excepto en la Antártida) y en todos los hábitats del planeta que contienen plantas con flores polinizadas por insectos.

Las abejas son consideradas uno de los pilares del mundo natural ya que pertenecen al conjunto de animales denominados como polinizadores y aproximadamente alrededor del 75% de las plantas con flores del mundo y el 35% de los cultivos alimentarios mundiales dependen de ellas para su reproducción y producción de frutos.

Más allá de la agricultura, las abejas desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la biodiversidad ya que la polinización no solo garantiza la reproducción de las plantas con flores, sino que es vital para mantener los hábitats de los que dependen innumerables especies para alimentarse y refugiarse y además se favorece la diversidad genética, la adaptación y la evolución, mejorando la salud genética y la resistencia de las poblaciones vegetales.

De ahí que se puede decir que una población sana de abejas es un indicador clave de un ecosistema próspero y por el contrario, su declive, es señal de problemas medioambientales. Otro punto interesante de las abejas es su valor económico, el cual no se limita a la producción de miel.

Se calcula que el valor mundial de los servicios de polinización prestados por las abejas asciende a miles de millones de dólares anuales ya que cultivos como el de las almendras, las bayas, los pepinos y muchos otros dependen en gran medida de la polinización de las abejas. Sin las abejas, el costo y el esfuerzo necesarios para polinizar manualmente estos cultivos serían estratosféricos lo que provocaría un aumento de los precios de los alimentos y una posible escasez.

A pesar de su importancia, las abejas están asediadas por factores tales como los plaguicidas, la pérdida de hábitats, el cambio climático y las enfermedades y plagas que amenazan su supervivencia. Una vez dejando clara la relevancia de las abejas en el mundo, ¿Qué se recomienda para contribuir desde nuestra trinchera para su conservación? Primero, se puede crear un jardín con una variedad de flores amplia que florezcan en distintas épocas del año para proporcionar una fuente continua de alimento; se sugiere que se contemplen plantas nativas de la región ya que son especialmente beneficiosas y se adaptan bien a las abejas locales.

Asimismo, vinculado a lo anterior, optar por métodos de jardinería ecológica en los que si se tiene que utilizar pesticidas, se elijan opciones que no dañen a las abejas y que se apliquen a horas en las que no estén activas como por la mañana temprano o al atardecer.

Otra forma de apoyar el cuidado de las abejas es el consumo de miel y otros productos de la colmena a apicultores locales ya que a su vez se está apoyando prácticas apícolas sostenibles. Finalmente, el consultar y compartir información confiable a los demás sobre la importancia de las abejas puede tener un efecto dominó que conduzca a una mayor acción colectiva para su conservación.

Si bien estas acciones pueden ser pequeñas y no requerir grandes gestos pueden marcar una gran diferencia en la protección de las abejas, la biodiversidad y nuestra seguridad alimentaria y económica.

Excelente fin de semana.