/ miércoles 23 de septiembre de 2020

Conversatorios mineros | Armando Ortega, sin miedo al éxito

Alguien tenía que decirlo desde el interior del sector. “El ambiente actual no da la bienvenida a la inversión minera, porque hay un tema de carácter ideológico por parte del ejercicio de la función pública”, es decir la 4T no quiere a la minería, lo hemos escrito y descrito reiteradamente en este espacio, pero más que opinólogos y consultores, la minería requiere de líderes que abiertamente atiendan este tema, líderes que dejen de lado esa falsa institucionalidad, los bien portaditos, los que celebraban tener al mejor vínculo con el gobierno federal en el titular de una subsecretaría borrada por el Presidente, todos esos no han salido a hacer un crítica profunda y fundada.

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Armando Ortega Gómez lo hizo, el que por años fuera presidente de la Cámara de Comercio de Canadá en México (Cancham), hoy presidente del organismo que representa a las mineras canadienses en México, el Mining Task Force y además vicepresidente de New Gold para América Latina, ha dado ya varias entrevistas señalando puntualmente la relación que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decidido tener con las compañías mineras. De animadversión.

Particularmente en una entrevista con Milenio, Armando Ortega explica cómo las acciones del gobierno federal y de los representantes de la 4T en el Legislativo, van encaminadas a detener la inversión minera extranjera en México.

Las señales son muy claras, dice, hay leyes que buscan hasta prohibir la minería a cielo abierto, así de claro y sin sustento científico; tenemos iniciativas de extender Áreas Naturales Protegidas a zonas mineras en operación y por citar alguna otra, más allá de la propia desaparición de la Subsecretaría de Minería de la SE, Ortega apunta a la propuesta de modificación de la Ley de Aguas Nacionales, que cambiaría concesiones por licencias, terminando con el mercado de agua, y afectando a los mineros, que normalmente se abastecen de concesiones agrícolas en desuso, de rancheros que encuentran un beneficio en vender sus millares de agua a las mineras, que cambian el uso extensivo poco sustentable a un uso intensivo en circuitos de cero descargas.

Clarísimo para el presidente del Mining Task Force, la rotunda negativa a dar más concesiones mineras, el afán de repetirlo públicamente y agregar que las mineras extranjeras mayormente, tienen gran parte del territorio mexicano, generando confusión y aberración, pues nunca dice que únicamente en el 8% de las concesiones hay minas en operación, es decir el aprovechamiento es mínimo para el gran potencial del país, pero decirlo no le abonaría a la agenda de la 4T.

A Ortega le sobra elegancia al decir que el gobierno federal y sus aliados “no han hecho auspiciosa la inversión extranjera en minería además de que existen una serie de iniciativas que de materializarse podrían ser regresivas para el sector” y además toca el importantísimo tema de los sindicatos que a su parecer regresan con el chantaje del trick or treat, contrato colectivo o travesura.

Genuinamente qué gusto que gente como Armando Ortega levanten la mano, y digan yo no estoy de acuerdo, eso no está bien, eso no es bueno para México. Cuando tenemos un Presidente que todos los días difunde una agenda separatista, de odio hacia los capitales que mueven nuestra economía, es indispensable que existan voces contundentes, críticas y serias, Más gente como él para hacernos escuchar lo antes posible, para hacernos escuchar ¡sin miedo al éxito papá!

Alguien tenía que decirlo desde el interior del sector. “El ambiente actual no da la bienvenida a la inversión minera, porque hay un tema de carácter ideológico por parte del ejercicio de la función pública”, es decir la 4T no quiere a la minería, lo hemos escrito y descrito reiteradamente en este espacio, pero más que opinólogos y consultores, la minería requiere de líderes que abiertamente atiendan este tema, líderes que dejen de lado esa falsa institucionalidad, los bien portaditos, los que celebraban tener al mejor vínculo con el gobierno federal en el titular de una subsecretaría borrada por el Presidente, todos esos no han salido a hacer un crítica profunda y fundada.

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Armando Ortega Gómez lo hizo, el que por años fuera presidente de la Cámara de Comercio de Canadá en México (Cancham), hoy presidente del organismo que representa a las mineras canadienses en México, el Mining Task Force y además vicepresidente de New Gold para América Latina, ha dado ya varias entrevistas señalando puntualmente la relación que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha decidido tener con las compañías mineras. De animadversión.

Particularmente en una entrevista con Milenio, Armando Ortega explica cómo las acciones del gobierno federal y de los representantes de la 4T en el Legislativo, van encaminadas a detener la inversión minera extranjera en México.

Las señales son muy claras, dice, hay leyes que buscan hasta prohibir la minería a cielo abierto, así de claro y sin sustento científico; tenemos iniciativas de extender Áreas Naturales Protegidas a zonas mineras en operación y por citar alguna otra, más allá de la propia desaparición de la Subsecretaría de Minería de la SE, Ortega apunta a la propuesta de modificación de la Ley de Aguas Nacionales, que cambiaría concesiones por licencias, terminando con el mercado de agua, y afectando a los mineros, que normalmente se abastecen de concesiones agrícolas en desuso, de rancheros que encuentran un beneficio en vender sus millares de agua a las mineras, que cambian el uso extensivo poco sustentable a un uso intensivo en circuitos de cero descargas.

Clarísimo para el presidente del Mining Task Force, la rotunda negativa a dar más concesiones mineras, el afán de repetirlo públicamente y agregar que las mineras extranjeras mayormente, tienen gran parte del territorio mexicano, generando confusión y aberración, pues nunca dice que únicamente en el 8% de las concesiones hay minas en operación, es decir el aprovechamiento es mínimo para el gran potencial del país, pero decirlo no le abonaría a la agenda de la 4T.

A Ortega le sobra elegancia al decir que el gobierno federal y sus aliados “no han hecho auspiciosa la inversión extranjera en minería además de que existen una serie de iniciativas que de materializarse podrían ser regresivas para el sector” y además toca el importantísimo tema de los sindicatos que a su parecer regresan con el chantaje del trick or treat, contrato colectivo o travesura.

Genuinamente qué gusto que gente como Armando Ortega levanten la mano, y digan yo no estoy de acuerdo, eso no está bien, eso no es bueno para México. Cuando tenemos un Presidente que todos los días difunde una agenda separatista, de odio hacia los capitales que mueven nuestra economía, es indispensable que existan voces contundentes, críticas y serias, Más gente como él para hacernos escuchar lo antes posible, para hacernos escuchar ¡sin miedo al éxito papá!