/ miércoles 17 de enero de 2024

Conversatorios mineros | Recuperación, no es rescate; carísimo El Pinabete

Ayer, el gobierno mexicano informó de la recuperación de restos óseos de otro de los mineros muertos en Agosto de 2022 en el derrumbe de la mina El Pinabete de Sabinas, Coahuila. Ya se encontraron restos de cuatro de diez muertos y no hay nada que aplaudir, la federación ha gastado mil millones de pesos en las obras para minar partes de cadáveres, mientras a las viudas, se les dieron 400 mil pesos a cada una y en la zona siguen abiertas otras minas de carbón mineral en condiciones inseguras, en medio de la pobreza, con bajos niveles de educación y de salud. Mil millones de pesos.

Me niego a llamarle “rescate”, como se empeña el Gobierno Federal en decir en su comunicado, rescatar es recuperar por precio o fuerza, y aquí las vidas de los 10 hombres que murieron en el interior de ese túnel, donde minaban carbón mineral para vendérselo a la CFE, no fueron recuperadas, lo recuperado fueron restos humanos, despojos óseos que se someterán análisis de ADN para encontrar la identidad de quienes fueron en vida, todo ello como parte de este costo operativo que no tiene sentido y nadie solicitó.

Ciertamente en tiempos de la tragedia, cuando estaban corriendo las primeras horas del derrumbe el 3 de Agosto, hará un año y medio, las esposas y madres de los mineros exigieron un rescate que no llegó, les dijeron que no había condiciones, ni recursos, que habría que esperar, y cuando se esperó se deducía objetivamente que estos hombres estaban muertos, para Septiembre de 2022, a las viudas se les habían entregado 400 mil pesos como indemnización y ese hecho de parte del gobierno no significaba otra cosa que la aceptación tácita de que no recuperarían a sus seres amados, además presuntamente las señoras firmaron un documento donde eximen a la autoridad de la responsabilidad de la fatalidad, ellas no pidieron la recuperación de los cuerpos.

Con mil millones en obras públicas y programas de gobierno puedes cambiar el futuro de esa región o de otras regiones, cuando se le tomó parecer a los mexicanos para ese increíblemente estúpido gasto. Lo único que me hace pensar la situación es que hoy en día alguien ha estado ganando dinero con ese “rescate” y alguien esta corrompido con el mismo.

El año del accidente en esta misma columna, profesionales de la minería a cargo de una minera canadiense de tajo abierto, calcularon someramente que en el rescate que se requería en esa zona, se necesitaría hacer una inversión de unos 240 millones de pesos, lo dijo un ingeniero en minas, que obviamente podría equivocarse digamos por un margen de 20, 30%? Póngale 100% y serían 500 mil millones, pero la diferencia entre 240 y mil millones es una gran tentación en un gobierno, que les recuerdo, ya se va este año y quiero ver si la señora Sheinbaum los audita.

Por último, tal vez la felonía más grave, es que en esa región, la de Pasta de Conchos, la del Pinabete siguen operando aparentemente sin regulación federal las minas donde sigue muriendo gente, las minas que no son responsables, ni con sus trabajadores, con la ley, ni con el medio ambiente y mucho menos con el entorno social, las minas de carbón mineral que son actualmente una necesidad para que nuestro gobierno a través de la CFE pueda seguir generando energía eléctrica y vendiéndosela al pueblo a precios altísimos en total monopolio.

Ayer, el gobierno mexicano informó de la recuperación de restos óseos de otro de los mineros muertos en Agosto de 2022 en el derrumbe de la mina El Pinabete de Sabinas, Coahuila. Ya se encontraron restos de cuatro de diez muertos y no hay nada que aplaudir, la federación ha gastado mil millones de pesos en las obras para minar partes de cadáveres, mientras a las viudas, se les dieron 400 mil pesos a cada una y en la zona siguen abiertas otras minas de carbón mineral en condiciones inseguras, en medio de la pobreza, con bajos niveles de educación y de salud. Mil millones de pesos.

Me niego a llamarle “rescate”, como se empeña el Gobierno Federal en decir en su comunicado, rescatar es recuperar por precio o fuerza, y aquí las vidas de los 10 hombres que murieron en el interior de ese túnel, donde minaban carbón mineral para vendérselo a la CFE, no fueron recuperadas, lo recuperado fueron restos humanos, despojos óseos que se someterán análisis de ADN para encontrar la identidad de quienes fueron en vida, todo ello como parte de este costo operativo que no tiene sentido y nadie solicitó.

Ciertamente en tiempos de la tragedia, cuando estaban corriendo las primeras horas del derrumbe el 3 de Agosto, hará un año y medio, las esposas y madres de los mineros exigieron un rescate que no llegó, les dijeron que no había condiciones, ni recursos, que habría que esperar, y cuando se esperó se deducía objetivamente que estos hombres estaban muertos, para Septiembre de 2022, a las viudas se les habían entregado 400 mil pesos como indemnización y ese hecho de parte del gobierno no significaba otra cosa que la aceptación tácita de que no recuperarían a sus seres amados, además presuntamente las señoras firmaron un documento donde eximen a la autoridad de la responsabilidad de la fatalidad, ellas no pidieron la recuperación de los cuerpos.

Con mil millones en obras públicas y programas de gobierno puedes cambiar el futuro de esa región o de otras regiones, cuando se le tomó parecer a los mexicanos para ese increíblemente estúpido gasto. Lo único que me hace pensar la situación es que hoy en día alguien ha estado ganando dinero con ese “rescate” y alguien esta corrompido con el mismo.

El año del accidente en esta misma columna, profesionales de la minería a cargo de una minera canadiense de tajo abierto, calcularon someramente que en el rescate que se requería en esa zona, se necesitaría hacer una inversión de unos 240 millones de pesos, lo dijo un ingeniero en minas, que obviamente podría equivocarse digamos por un margen de 20, 30%? Póngale 100% y serían 500 mil millones, pero la diferencia entre 240 y mil millones es una gran tentación en un gobierno, que les recuerdo, ya se va este año y quiero ver si la señora Sheinbaum los audita.

Por último, tal vez la felonía más grave, es que en esa región, la de Pasta de Conchos, la del Pinabete siguen operando aparentemente sin regulación federal las minas donde sigue muriendo gente, las minas que no son responsables, ni con sus trabajadores, con la ley, ni con el medio ambiente y mucho menos con el entorno social, las minas de carbón mineral que son actualmente una necesidad para que nuestro gobierno a través de la CFE pueda seguir generando energía eléctrica y vendiéndosela al pueblo a precios altísimos en total monopolio.