/ jueves 9 de mayo de 2024

Democracia y debate | 10 de mayo

Nuevamente se escucha el eco a lo lejos de Denisse de Kalafe, que seguramente tiene muchas otras canciones además de la que la ha consagrado y quizá condenado “Señora, señora”, himno desde hace muchos años por lo menos en México de esta solemne fecha que es el Día de las Madres, que celebramos el 10 de mayo.

Antes de seguir adelante considero que todos los días son buenos para que sean Día de la Madre, Día del Padre, Día del Niño, Día de los Abuelos, en fin, Día de la Familia en completo, que es la célula fundamental de la sociedad y en una sociedad como la nuestra es la madre precisamente pilar fundamental de la formación y la integración familiar.

Muchos 10 de mayos han pasado, muchos de los cuales he vivido en compañía de mis hermanos, de mi padre (a quien le mando un beso al cielo), celebrando de muchas maneras, desde los típicos sartenes, planchas y electrodomésticos (que con el tiempo resultaron políticamente incorrectos), pasando por bicicletas fijas para hacer ejercicio, bolsas, desayunos, comidas y cenas.

Mucha emoción, mucho compromiso de todos en un solo día que se carga de intensidad, madres celebrando a sus madres y todo un país queriendo restituir en un solo día todas las ausencias en todos los días antes y después.

Mi padre mientras fuimos menores fue cómplice de lo que intentábamos hacer para celebrar a su esposa, nuestra madre, finalmente él nos daba el dinero para que compráramos el regalo o directamente él lo compraba y nos lo entregaba para que hiciéramos lo propio.

Recuerdo en particular un regalo que por dos o tres años entregué a mi señora madre, el cual yo consideraba que era de muy buen gusto y de alta calidad, quizá por venir en un frasco de cristal y ser de color rosa, lo que me parecía elegante y propicio para la ocasión, me refiero a una crema Hinds, la cual fue recibida con agradecimiento y amor por la destinataria (eso creo y sigo creyendo).

Pero insisto no sólo un día para dar amor, reconocimiento, respeto, cariño y si se puede regalos a la madre, todos los días son adecuados para hacerlo.

Felicidades a mi mamá Esperanza, también a la madre de mis pequeños hijos (uno ya no tanto) Mónica, a mis hermanas que son mamás Sandra y Claudia, a mi cuñada Monserrat, a Ivonne quien es madre de mis hermosas sobrinas, a mi suegra Tete.

Felicidades todos los días y gracias por tanto.

Nuevamente se escucha el eco a lo lejos de Denisse de Kalafe, que seguramente tiene muchas otras canciones además de la que la ha consagrado y quizá condenado “Señora, señora”, himno desde hace muchos años por lo menos en México de esta solemne fecha que es el Día de las Madres, que celebramos el 10 de mayo.

Antes de seguir adelante considero que todos los días son buenos para que sean Día de la Madre, Día del Padre, Día del Niño, Día de los Abuelos, en fin, Día de la Familia en completo, que es la célula fundamental de la sociedad y en una sociedad como la nuestra es la madre precisamente pilar fundamental de la formación y la integración familiar.

Muchos 10 de mayos han pasado, muchos de los cuales he vivido en compañía de mis hermanos, de mi padre (a quien le mando un beso al cielo), celebrando de muchas maneras, desde los típicos sartenes, planchas y electrodomésticos (que con el tiempo resultaron políticamente incorrectos), pasando por bicicletas fijas para hacer ejercicio, bolsas, desayunos, comidas y cenas.

Mucha emoción, mucho compromiso de todos en un solo día que se carga de intensidad, madres celebrando a sus madres y todo un país queriendo restituir en un solo día todas las ausencias en todos los días antes y después.

Mi padre mientras fuimos menores fue cómplice de lo que intentábamos hacer para celebrar a su esposa, nuestra madre, finalmente él nos daba el dinero para que compráramos el regalo o directamente él lo compraba y nos lo entregaba para que hiciéramos lo propio.

Recuerdo en particular un regalo que por dos o tres años entregué a mi señora madre, el cual yo consideraba que era de muy buen gusto y de alta calidad, quizá por venir en un frasco de cristal y ser de color rosa, lo que me parecía elegante y propicio para la ocasión, me refiero a una crema Hinds, la cual fue recibida con agradecimiento y amor por la destinataria (eso creo y sigo creyendo).

Pero insisto no sólo un día para dar amor, reconocimiento, respeto, cariño y si se puede regalos a la madre, todos los días son adecuados para hacerlo.

Felicidades a mi mamá Esperanza, también a la madre de mis pequeños hijos (uno ya no tanto) Mónica, a mis hermanas que son mamás Sandra y Claudia, a mi cuñada Monserrat, a Ivonne quien es madre de mis hermosas sobrinas, a mi suegra Tete.

Felicidades todos los días y gracias por tanto.