/ martes 7 de mayo de 2024

Democracia y debate | Al Amparo de Amparo

María Amparo es una extraordinaria persona, tengo el gusto de conocerla personalmente y más aún la escucho desde hace muchos años en múltiples foros académicos y sociales, también la he podido leer en sus diferentes textos y también escuchar en sus participaciones en medios de comunicación.

María Amparo es de las activistas sociales más incómodas al poder, es de la comentocracia que más molesta al poderoso, es de las que hablan y escriben de las que más saca de su lugar a quienes no quieren moverse de sus posiciones de decisión y que son públicas y usan recursos públicos.

Así Amparo hoy es señalada desde el poder, desde el más alto poder, desde Palacio Nacional y desde el vocero más poderoso del país que es el Presidente de la República.

A María Amparo no la señalan hoy por un acto de corrupción, la señalan porque sus dichos, sus escritos, sus pensamientos no son favorables al Gobierno, no son aplausos ni lisonjas, son duros datos que ella investiga y plantea en los foros donde se presenta y que dejan al rey desnudo, lo cual enoja al rey.

María representa la voz de los activistas, la voz de los intelectuales y claro también la voz del contrapoder que busca limitar al poder, que intenta ponerle puertas y cercas a lo que hoy parece un inmenso campo sin controles de ningún tipo.

María Amparo representa todo lo que molesta al poder, Amparo no está en el desamparo cuenta con la credibilidad de una carrera sólida y constante, de una congruencia en sus dichos y exposiciones, pero además de una mujer que por más que tenga aliados poderosos, ninguno es más poderoso que el mismo presidente, sin embargo, resiste.

No es la primera guerra que enfrenta Amparo y tampoco será de la primera que salga avante, quienes no la conocen, la han leído o escuchado quizá sea el momento oportuno que lo hagan para qu todos tengamos claro que, de lo que se le acusa es de ser incómoda, de ser molesta, de decir lo que el poder no quiere que se diga, ese es el pecado de Amparo que hoy esta al amparo de todas y todos.

María Amparo es una extraordinaria persona, tengo el gusto de conocerla personalmente y más aún la escucho desde hace muchos años en múltiples foros académicos y sociales, también la he podido leer en sus diferentes textos y también escuchar en sus participaciones en medios de comunicación.

María Amparo es de las activistas sociales más incómodas al poder, es de la comentocracia que más molesta al poderoso, es de las que hablan y escriben de las que más saca de su lugar a quienes no quieren moverse de sus posiciones de decisión y que son públicas y usan recursos públicos.

Así Amparo hoy es señalada desde el poder, desde el más alto poder, desde Palacio Nacional y desde el vocero más poderoso del país que es el Presidente de la República.

A María Amparo no la señalan hoy por un acto de corrupción, la señalan porque sus dichos, sus escritos, sus pensamientos no son favorables al Gobierno, no son aplausos ni lisonjas, son duros datos que ella investiga y plantea en los foros donde se presenta y que dejan al rey desnudo, lo cual enoja al rey.

María representa la voz de los activistas, la voz de los intelectuales y claro también la voz del contrapoder que busca limitar al poder, que intenta ponerle puertas y cercas a lo que hoy parece un inmenso campo sin controles de ningún tipo.

María Amparo representa todo lo que molesta al poder, Amparo no está en el desamparo cuenta con la credibilidad de una carrera sólida y constante, de una congruencia en sus dichos y exposiciones, pero además de una mujer que por más que tenga aliados poderosos, ninguno es más poderoso que el mismo presidente, sin embargo, resiste.

No es la primera guerra que enfrenta Amparo y tampoco será de la primera que salga avante, quienes no la conocen, la han leído o escuchado quizá sea el momento oportuno que lo hagan para qu todos tengamos claro que, de lo que se le acusa es de ser incómoda, de ser molesta, de decir lo que el poder no quiere que se diga, ese es el pecado de Amparo que hoy esta al amparo de todas y todos.