/ jueves 25 de junio de 2020

El Columnario | “De mis visitas al Departamento de Letras y Lingüística”


De esa época aún recuerdo con cierta nostalgia mis visitas al Departamento de Letras y Lingüística, (conocido anteriormente como de Altos Estudios), cada vez que acudía a las instalaciones solía saludar a algunos amigos que se encontraban ya fuese en calidad de estudiantes o bien como integrantes de un colectivo literario llamado “El Wachapori”, que para entonces tenía su sede en el salón 6 1/2, también conocido como “José Sapién Durán”, del cual ciertamente me tocó participar en repetidas ocasiones, ya fuese ilustrando algún ejemplar o bien colaborando de manera literaria.

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Cabe señalar que ese proyecto era integrado por Ricardo Solís, Josué Gutiérrez, Ramón Ildefonso, Silvestre Urestí, Alma Miranda y Dalila Torúa Cienfuegos, entre otros, sumándose a la lista de publicaciones la revista “Alquimia”; además de acudir a la biblioteca de dicho departamento, ya que ahí laboraba Tere Luna una entrañable amiga, que ciertamente después sería compañera en un diplomado en gestión cultural de la misma Universidad de Sonora, así como compañeros en la Maestría en Educación de una universidad privada.

Asimismo, sostuve relación con algunos fundadores e integrantes del llamado “Cine Club Primera Toma” como es el caso de su directora Nina Mier, Manuel Llanes, Jannette Juvera, Karla Valenzuela, Leticia González, así como Josué Gutiérrez y Socorro González respectivamente.

Además de mencionar que unos años más tarde colaboraría con esa agrupación, ya que me hicieron una invitación a participar dentro del marco de la presentación de un concurso de “Cortometrajes” (Homenaje a Isela Vega), con una serie de autorretratos dando lugar a una exposición individual titulada La Ruta de los Otros y que estaría presentando en la Sala del Arte del Instituto Sonorense de Cultura, esto allá por el año 2000.

De esas visitas, cabe señalar que en ocasiones sostenía una que otra charla con el maestro Völker Schüller-Will, recuerdo que siempre acompañados de una taza de café negro, ya entrados en algunos temas, al llegar el llamado “Crazy Horse” (mejor conocido como Caballo Loco), el maestro se molestaba profusamente, haciendo evidente su incomodidad, ya que estos personajes al parecer no eran de su agrado, (por cierto, recuerdo que Sergio Rascón me llegó a mencionar a este personaje en una de las tantas tertulias que realizábamos en el “Gran Taco” por rumbos de la esquina de Obregón y Garmendia).

Otra de las cosas que me atraía enormemente eran los festejos de la celebración del Día de Muertos ya que generalmente se destacan por la participación de los estudiantes en cuanto a la lectura de poemas, representaciones teatrales, exposiciones de carácter pictórico, así como no podría faltar la lectura en voz alta de las tradicionales “Calaveras Literarias”.

De igual manera hay que mencionar otros eventos de importancia como los Simposios de Literatura, así como los encuentros literarios respectivamente. Cuentan que no es de extrañarse que en ocasiones la imagen de Darío Galaviz Quezada ronda entre los pasillos haciendo acto de presencia, sorprendiendo a estudiantes, así como al personal académico, y del cual el escritor e investigador Silvestre Hernández Urestí ha recopilado en su libro “Conjunción de Pasiones” (Trayectoria vital e intelectual del autor 1951-1993), publicado y editado por El Colegio de Sonora. Sin dejar de mencionar a mis amigos el maestro Manuel Carlos Silva Encinas alias “El Popeye” académico de Literatura, así como mi entrañable y apreciado Alonso Vidal Balbastro (Fue un poeta, ensayista, novelista, biógrafo, periodista y promotor cultural. Nacido en 1942, falleció el 29 de mayo de 2006 en Hermosillo, Sonora. Radicó en la ciudad de Nogales en donde descubrió su vocación literaria, sus estudios literarios fueron de autodidacta y después al conocer al poeta Caborquense Abigael Bohórquez formó parte del grupo literario Dynamo). Pero de lo anterior debo confesar que de esas visitas lo que me atraía con mayor interés era la figura de Jannette, (que al tiempo sería la señora de Rosales), ahora mejor conocida como Jannette Rosales. Es cuanto. Nos vemos la próxima entrega…



De esa época aún recuerdo con cierta nostalgia mis visitas al Departamento de Letras y Lingüística, (conocido anteriormente como de Altos Estudios), cada vez que acudía a las instalaciones solía saludar a algunos amigos que se encontraban ya fuese en calidad de estudiantes o bien como integrantes de un colectivo literario llamado “El Wachapori”, que para entonces tenía su sede en el salón 6 1/2, también conocido como “José Sapién Durán”, del cual ciertamente me tocó participar en repetidas ocasiones, ya fuese ilustrando algún ejemplar o bien colaborando de manera literaria.

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Cabe señalar que ese proyecto era integrado por Ricardo Solís, Josué Gutiérrez, Ramón Ildefonso, Silvestre Urestí, Alma Miranda y Dalila Torúa Cienfuegos, entre otros, sumándose a la lista de publicaciones la revista “Alquimia”; además de acudir a la biblioteca de dicho departamento, ya que ahí laboraba Tere Luna una entrañable amiga, que ciertamente después sería compañera en un diplomado en gestión cultural de la misma Universidad de Sonora, así como compañeros en la Maestría en Educación de una universidad privada.

Asimismo, sostuve relación con algunos fundadores e integrantes del llamado “Cine Club Primera Toma” como es el caso de su directora Nina Mier, Manuel Llanes, Jannette Juvera, Karla Valenzuela, Leticia González, así como Josué Gutiérrez y Socorro González respectivamente.

Además de mencionar que unos años más tarde colaboraría con esa agrupación, ya que me hicieron una invitación a participar dentro del marco de la presentación de un concurso de “Cortometrajes” (Homenaje a Isela Vega), con una serie de autorretratos dando lugar a una exposición individual titulada La Ruta de los Otros y que estaría presentando en la Sala del Arte del Instituto Sonorense de Cultura, esto allá por el año 2000.

De esas visitas, cabe señalar que en ocasiones sostenía una que otra charla con el maestro Völker Schüller-Will, recuerdo que siempre acompañados de una taza de café negro, ya entrados en algunos temas, al llegar el llamado “Crazy Horse” (mejor conocido como Caballo Loco), el maestro se molestaba profusamente, haciendo evidente su incomodidad, ya que estos personajes al parecer no eran de su agrado, (por cierto, recuerdo que Sergio Rascón me llegó a mencionar a este personaje en una de las tantas tertulias que realizábamos en el “Gran Taco” por rumbos de la esquina de Obregón y Garmendia).

Otra de las cosas que me atraía enormemente eran los festejos de la celebración del Día de Muertos ya que generalmente se destacan por la participación de los estudiantes en cuanto a la lectura de poemas, representaciones teatrales, exposiciones de carácter pictórico, así como no podría faltar la lectura en voz alta de las tradicionales “Calaveras Literarias”.

De igual manera hay que mencionar otros eventos de importancia como los Simposios de Literatura, así como los encuentros literarios respectivamente. Cuentan que no es de extrañarse que en ocasiones la imagen de Darío Galaviz Quezada ronda entre los pasillos haciendo acto de presencia, sorprendiendo a estudiantes, así como al personal académico, y del cual el escritor e investigador Silvestre Hernández Urestí ha recopilado en su libro “Conjunción de Pasiones” (Trayectoria vital e intelectual del autor 1951-1993), publicado y editado por El Colegio de Sonora. Sin dejar de mencionar a mis amigos el maestro Manuel Carlos Silva Encinas alias “El Popeye” académico de Literatura, así como mi entrañable y apreciado Alonso Vidal Balbastro (Fue un poeta, ensayista, novelista, biógrafo, periodista y promotor cultural. Nacido en 1942, falleció el 29 de mayo de 2006 en Hermosillo, Sonora. Radicó en la ciudad de Nogales en donde descubrió su vocación literaria, sus estudios literarios fueron de autodidacta y después al conocer al poeta Caborquense Abigael Bohórquez formó parte del grupo literario Dynamo). Pero de lo anterior debo confesar que de esas visitas lo que me atraía con mayor interés era la figura de Jannette, (que al tiempo sería la señora de Rosales), ahora mejor conocida como Jannette Rosales. Es cuanto. Nos vemos la próxima entrega…