/ lunes 30 de diciembre de 2019

Visión económica | AMLO es neoliberal

Ante los permanentes enunciados del Presidente se revive la antigua discusión acerca de cuál régimen, modelo o sistema de organización política, económica y social, es lo más pertinente para México. En sus constantes arengas, AMLO repetidamente señalaba las fallas, sólo las fallas, del capitalismo globalizado, del comercio libre, de la economía de mercado, de la globalidad, de la economía de libre empresa y de la libertad económica, y todo esto, a lo que equivocadamente llama “neoliberalismo”… ¿no generará nada bueno? Hoy ya cambió y ahora alaba al ícono del mal llamado “neoliberalismo”, que es el libre comercio.

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Tercamente insistía en que todos los problemas que padecemos son por culpa del mentado mal llamado “neoliberalismo”. Dice que hasta los problemas de García Luna y de los LeBarón son culpa del mal llamado “neoliberalismo”. En su larga trayectoria política, AMLO, siempre se ha manifestado como un promotor de las doctrinas socialistas, mismas que pretendían limitar la participación de la iniciativa privada en la vida económica y reimplantar el proteccionismo.

Decimos que pretendían en tiempo pretérito, porque en la actualidad aquellas románticas y utópicas doctrinas marxistas-leninistas, así como las estrategias comunistas, proteccionistas y socialistas, de equidad plena para alcanzar el desarrollo de los pueblos, fracasaron en las naciones donde fueron implantadas. De los países íconos del socialismo como Rusia y del comunismo como China, hoy podemos imaginar que Carlos Marx y Mao Tse Tung, se volverían a morir, al ver los sistemas abiertamente capitalistas que se están aplicando en esos países, mediante un régimen económico de libre mercado, libre comercio y libre iniciativa individual. Esto es que aquellos regímenes socioeconómicos que idealizaban Marx y Mao, y que durante más de medio siglo se aplicaron en la mitad del mundo, ya no existen en Rusia ni en China, Cuba, Corea, Vietnam, etc.

Aquí es ilustrativo aquel pensamiento de Deng Xiao Pin, líder chino después de Mao, en referencia a cuál modelo era mejor para la gran China, cuando decía: “a mí no me interesa de qué color es el gato…lo importante es que mate al ratón”. No importa si rojo comunista o azul capitalista. Lo urgente es crecer, crecer a cualquier precio; y sin duda, el mejor sistema para producir más es el de libre empresa, libre mercado, libre iniciativa individual y libre comercio tal y como se evidencia en la historia económica, aunque su gran falla sea la concentración de riqueza.

China desde hace cuatro décadas aplica un modelo capitalista o “neoliberal”, que nosotros desde hace muchos años hemos llamado “capitalismo salvaje”, o sea un capitalismo que acelera el crecimiento económico, pero sin respetar derechos humanos, ni el cuidado al medio ambiente, ni la democracia, ni la equidad, etc. Este es el capitalismo denominado “capitalismo de cuates, de compadres, de la mafia”; esto es el distorsionado seudocapitalismo, mal llamado “neoliberal”, cuya errónea instrumentación en México por los tecnócratas ha fracasado desde hace tres décadas, generando todos los males de la pobreza, impunidad, corrupción, violencia, etc.

En esta crisis el villano favorito de AMLO era el mercado libre y la globalización, el Tlcan, como aquí lo afirmaba junto con Noam Chomsky, y aseguraba que por su culpa y del capitalismo imperialista global, perdimos la senda del crecimiento y desarrollo; empero, se equivocan al no considerar la desgraciada intervención interna de los pésimos gobiernos corruptos de todos los partidos políticos, en la economía del país desde 1970, y sin aplicar el mejor modelo económico a seguir que es el modelo mixto que señala la Constitución. El viejo sistema nunca ha sido revolucionario ni socialista ni capitalista ni neoliberal. Entonces, ¿cuál modelo económico sería el más adecuado para México? Repito: el mixto o tercera vía como el de los países escandinavos. Lo que ha fallado es la no existencia del Estado de Derecho, pero no el mal llamado “neoliberalismo”.

Ahora AMLO se contradice, y como auténtico neoliberal beatifica, al T-MEC, al mayor ejemplo e ícono del mal llamado “neoliberalismo”, al declarar que el renegociado Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos es grandioso y que será la solución a todos nuestros problemas. Ya antes había impulsado la privatización de carreteras, trenes, aeropuertos, Pemex y la CFE entre otras empresas del pobre pueblo pobre; aplicando estrategias de inversión privada y extranjera típicas del satanizado “neoliberalismo” que tanto criticaba. También favorece a la banca extranjera que aquí lucra como en ninguna parte del mundo.

Además, desde el principio se contradijo en sus arengas contra el capitalismo-neoliberalismo al rescatar, como una verdadera estrategia “neoliberal”, a los millonarios tenedores de bonos que financiarían la construcción del aeropuerto de México, NAIM. Esta medida neoliberal benefició sólo a los ricos constructores e inversionistas nacionales y extranjeros involucrados en los negocios del NAIM, en detrimento del pobre pueblo pobre que con sus impuestos pagará los miles de millones de pesos del rescate a los ricos empresarios; tipo el rescate Fobaproa que tanto había criticado durante sus 18 años de campaña.

Ahora bien, ¿por qué mejor, si en verdad AMLO quiere ayudar al pobre pueblo sabio que lo eligió, no rescatamos a los sistemas de pensiones, a la seguridad social-sector salud o a las universidades del País? Esta es la gran prioridad de las finanzas nacionales, no el rescatar a ricos inversionistas neoliberales. O, ¿por qué no, siguiendo su doctrina socialista proteccionista se manifiesta contra el libre mercado? Finalmente, alguien dirá que se pondrían nerviosos los “mercados” y nefastas calificadoras financieras corruptas… pues que también les diga: “me canso ganso”.

Ante los permanentes enunciados del Presidente se revive la antigua discusión acerca de cuál régimen, modelo o sistema de organización política, económica y social, es lo más pertinente para México. En sus constantes arengas, AMLO repetidamente señalaba las fallas, sólo las fallas, del capitalismo globalizado, del comercio libre, de la economía de mercado, de la globalidad, de la economía de libre empresa y de la libertad económica, y todo esto, a lo que equivocadamente llama “neoliberalismo”… ¿no generará nada bueno? Hoy ya cambió y ahora alaba al ícono del mal llamado “neoliberalismo”, que es el libre comercio.

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Tercamente insistía en que todos los problemas que padecemos son por culpa del mentado mal llamado “neoliberalismo”. Dice que hasta los problemas de García Luna y de los LeBarón son culpa del mal llamado “neoliberalismo”. En su larga trayectoria política, AMLO, siempre se ha manifestado como un promotor de las doctrinas socialistas, mismas que pretendían limitar la participación de la iniciativa privada en la vida económica y reimplantar el proteccionismo.

Decimos que pretendían en tiempo pretérito, porque en la actualidad aquellas románticas y utópicas doctrinas marxistas-leninistas, así como las estrategias comunistas, proteccionistas y socialistas, de equidad plena para alcanzar el desarrollo de los pueblos, fracasaron en las naciones donde fueron implantadas. De los países íconos del socialismo como Rusia y del comunismo como China, hoy podemos imaginar que Carlos Marx y Mao Tse Tung, se volverían a morir, al ver los sistemas abiertamente capitalistas que se están aplicando en esos países, mediante un régimen económico de libre mercado, libre comercio y libre iniciativa individual. Esto es que aquellos regímenes socioeconómicos que idealizaban Marx y Mao, y que durante más de medio siglo se aplicaron en la mitad del mundo, ya no existen en Rusia ni en China, Cuba, Corea, Vietnam, etc.

Aquí es ilustrativo aquel pensamiento de Deng Xiao Pin, líder chino después de Mao, en referencia a cuál modelo era mejor para la gran China, cuando decía: “a mí no me interesa de qué color es el gato…lo importante es que mate al ratón”. No importa si rojo comunista o azul capitalista. Lo urgente es crecer, crecer a cualquier precio; y sin duda, el mejor sistema para producir más es el de libre empresa, libre mercado, libre iniciativa individual y libre comercio tal y como se evidencia en la historia económica, aunque su gran falla sea la concentración de riqueza.

China desde hace cuatro décadas aplica un modelo capitalista o “neoliberal”, que nosotros desde hace muchos años hemos llamado “capitalismo salvaje”, o sea un capitalismo que acelera el crecimiento económico, pero sin respetar derechos humanos, ni el cuidado al medio ambiente, ni la democracia, ni la equidad, etc. Este es el capitalismo denominado “capitalismo de cuates, de compadres, de la mafia”; esto es el distorsionado seudocapitalismo, mal llamado “neoliberal”, cuya errónea instrumentación en México por los tecnócratas ha fracasado desde hace tres décadas, generando todos los males de la pobreza, impunidad, corrupción, violencia, etc.

En esta crisis el villano favorito de AMLO era el mercado libre y la globalización, el Tlcan, como aquí lo afirmaba junto con Noam Chomsky, y aseguraba que por su culpa y del capitalismo imperialista global, perdimos la senda del crecimiento y desarrollo; empero, se equivocan al no considerar la desgraciada intervención interna de los pésimos gobiernos corruptos de todos los partidos políticos, en la economía del país desde 1970, y sin aplicar el mejor modelo económico a seguir que es el modelo mixto que señala la Constitución. El viejo sistema nunca ha sido revolucionario ni socialista ni capitalista ni neoliberal. Entonces, ¿cuál modelo económico sería el más adecuado para México? Repito: el mixto o tercera vía como el de los países escandinavos. Lo que ha fallado es la no existencia del Estado de Derecho, pero no el mal llamado “neoliberalismo”.

Ahora AMLO se contradice, y como auténtico neoliberal beatifica, al T-MEC, al mayor ejemplo e ícono del mal llamado “neoliberalismo”, al declarar que el renegociado Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos es grandioso y que será la solución a todos nuestros problemas. Ya antes había impulsado la privatización de carreteras, trenes, aeropuertos, Pemex y la CFE entre otras empresas del pobre pueblo pobre; aplicando estrategias de inversión privada y extranjera típicas del satanizado “neoliberalismo” que tanto criticaba. También favorece a la banca extranjera que aquí lucra como en ninguna parte del mundo.

Además, desde el principio se contradijo en sus arengas contra el capitalismo-neoliberalismo al rescatar, como una verdadera estrategia “neoliberal”, a los millonarios tenedores de bonos que financiarían la construcción del aeropuerto de México, NAIM. Esta medida neoliberal benefició sólo a los ricos constructores e inversionistas nacionales y extranjeros involucrados en los negocios del NAIM, en detrimento del pobre pueblo pobre que con sus impuestos pagará los miles de millones de pesos del rescate a los ricos empresarios; tipo el rescate Fobaproa que tanto había criticado durante sus 18 años de campaña.

Ahora bien, ¿por qué mejor, si en verdad AMLO quiere ayudar al pobre pueblo sabio que lo eligió, no rescatamos a los sistemas de pensiones, a la seguridad social-sector salud o a las universidades del País? Esta es la gran prioridad de las finanzas nacionales, no el rescatar a ricos inversionistas neoliberales. O, ¿por qué no, siguiendo su doctrina socialista proteccionista se manifiesta contra el libre mercado? Finalmente, alguien dirá que se pondrían nerviosos los “mercados” y nefastas calificadoras financieras corruptas… pues que también les diga: “me canso ganso”.