/ miércoles 27 de octubre de 2021

Visión económica | El Premio Nobel de Economía 2021

Con importantes temas en el tintero como la reapertura de la frontera del norte y las amenazantes presiones inflacionarias que se están presentando en las economías de los Estados Unidos y México; desde la publicación anterior, acordamos comentar en esta ocasión acerca del reconocimiento del Premio Nobel de Economía 2021, a tres economistas estadounidenses.

Como siempre, y aparte de los premios de Literatura y la Paz, el reconocimiento de los premios Nobel en sus cuatro categorías científicas: Medicina, Física, Química y Economía, fue otorgado a científicos académicos de prestigiadas universidades, que ahora lograron las tres mejores academias americanas.

En esta ocasión, fue ganado por David Card, de la Universidad de California, en Berkeley; por estudiar si acaso los aumentos a los salarios mínimos provocarían que más gente pierda sus empleos. Además, en virtud de sus experimentos y observaciones del mundo real, fuera de sus oficinas universitarias, Joshua D. Angrist, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y Guido W. Imbens de la muy prestigiosa Universidad de Stanford en California, empíricamente probaron teorías acerca de cómo los estudios superiores adicionales mejoran los ingresos de los trabajadores.

Desde hace varios lustros, estos tres economistas han estado investigando en la vida real el comportamiento del factor trabajo, el más importante de los factores de la producción. Por ejemplo, el profesor Card ha retado la teoría convencional de que aumentando los salarios se empeoraba también el desempleo, y mediante experimentos del mundo real ha demostrado que no es así. También está demostrando que contratar trabajadores indocumentados, no causa que, quienes si tienen documentos ganen menos.

Estas investigaciones que se hicieron sobre los trabajadores en el mundo real, y en puestos de trabajo como los negocios de comida rápida tipo McDonald’s o el Taco Bell, están revolucionando las investigaciones de la ciencia de la economía, hacia el uso de las realistas metodologías más aplicadas y más pertinentes para servir a la sociedad.

Tal y como lo afirma el famoso economista Paul Krugman, también ganador del Premio Nobel de Economía, quien afirma que los exitosos experimentos naturales y en la vida real, como la aplicación de mejores salarios, o la contratación de trabajadores indocumentados, tiende a sustentar políticas económicas y laborales más orientadas hacia la izquierda del pensamiento económico vigente.

Precisamente esto es lo que Krugman y otros colegas están llamando la “Revolución de la Credibilidad”, y que es la transformación de la manera como los economistas utilizan la información y metodologías para comprobar sus teorías.

David Card, californiano pionero de la revolución de la credibilidad, y quien hizo muchas investigaciones sobre los salarios mínimos, saliéndose de las anteriores metodologías de aislar los efectos de una política económica, bajo el supuesto clásico de que “todo lo demás permanece constante”; ahora, junto a otros colegas, utiliza exitosamente el enfoque empírico denominado de los experimentos naturales.

La demostración de que los incrementos en los salarios mínimos en los Estados Unidos no provocan aumentos en el desempleo ni en la inflación, justifica las estrategias de aumentar los salarios, y aplicar políticas más agresivas orientadas a disminuir las desigualdades socioeconómicas que se han agravado seriamente en México, en los Estados Unidos y en todo el mundo.

Así que esta novedosa revolución del pensamiento económico, demuestra que estaban equivocadas aquellas hipótesis, (provocadores de inequidades), de que el aumento de salarios provocaba desempleos, o que la ayuda a los desempleados disminuye sus incentivos a trabajar, o que las ayudas a los viejos no aumentan el consumo agregado, etc.

En fin, esta valiosa aportación a la sociedad de los profesores Card, Imbens y Angrist, premiados por el Nobel, junto con el influyente economista de prestigio mundial, Paul Krugman, es una disyuntiva alterna de aquellas viejas teorías erróneas sin sustento empírico científico, (equivocadas), mismas que eran corrientes del clásico pensamiento económico que apoyaban las hipótesis de los tecnócratas conservadores de derecha, y que también sugerían apologías teóricas que justificaban inequidades en los sistemas económicos. Ojalá que esta novedosa Revolución de la Credibilidad coadyuve en la instrumentación de mejores estrategias salariales y laborales.

Con importantes temas en el tintero como la reapertura de la frontera del norte y las amenazantes presiones inflacionarias que se están presentando en las economías de los Estados Unidos y México; desde la publicación anterior, acordamos comentar en esta ocasión acerca del reconocimiento del Premio Nobel de Economía 2021, a tres economistas estadounidenses.

Como siempre, y aparte de los premios de Literatura y la Paz, el reconocimiento de los premios Nobel en sus cuatro categorías científicas: Medicina, Física, Química y Economía, fue otorgado a científicos académicos de prestigiadas universidades, que ahora lograron las tres mejores academias americanas.

En esta ocasión, fue ganado por David Card, de la Universidad de California, en Berkeley; por estudiar si acaso los aumentos a los salarios mínimos provocarían que más gente pierda sus empleos. Además, en virtud de sus experimentos y observaciones del mundo real, fuera de sus oficinas universitarias, Joshua D. Angrist, del Instituto Tecnológico de Massachusetts, y Guido W. Imbens de la muy prestigiosa Universidad de Stanford en California, empíricamente probaron teorías acerca de cómo los estudios superiores adicionales mejoran los ingresos de los trabajadores.

Desde hace varios lustros, estos tres economistas han estado investigando en la vida real el comportamiento del factor trabajo, el más importante de los factores de la producción. Por ejemplo, el profesor Card ha retado la teoría convencional de que aumentando los salarios se empeoraba también el desempleo, y mediante experimentos del mundo real ha demostrado que no es así. También está demostrando que contratar trabajadores indocumentados, no causa que, quienes si tienen documentos ganen menos.

Estas investigaciones que se hicieron sobre los trabajadores en el mundo real, y en puestos de trabajo como los negocios de comida rápida tipo McDonald’s o el Taco Bell, están revolucionando las investigaciones de la ciencia de la economía, hacia el uso de las realistas metodologías más aplicadas y más pertinentes para servir a la sociedad.

Tal y como lo afirma el famoso economista Paul Krugman, también ganador del Premio Nobel de Economía, quien afirma que los exitosos experimentos naturales y en la vida real, como la aplicación de mejores salarios, o la contratación de trabajadores indocumentados, tiende a sustentar políticas económicas y laborales más orientadas hacia la izquierda del pensamiento económico vigente.

Precisamente esto es lo que Krugman y otros colegas están llamando la “Revolución de la Credibilidad”, y que es la transformación de la manera como los economistas utilizan la información y metodologías para comprobar sus teorías.

David Card, californiano pionero de la revolución de la credibilidad, y quien hizo muchas investigaciones sobre los salarios mínimos, saliéndose de las anteriores metodologías de aislar los efectos de una política económica, bajo el supuesto clásico de que “todo lo demás permanece constante”; ahora, junto a otros colegas, utiliza exitosamente el enfoque empírico denominado de los experimentos naturales.

La demostración de que los incrementos en los salarios mínimos en los Estados Unidos no provocan aumentos en el desempleo ni en la inflación, justifica las estrategias de aumentar los salarios, y aplicar políticas más agresivas orientadas a disminuir las desigualdades socioeconómicas que se han agravado seriamente en México, en los Estados Unidos y en todo el mundo.

Así que esta novedosa revolución del pensamiento económico, demuestra que estaban equivocadas aquellas hipótesis, (provocadores de inequidades), de que el aumento de salarios provocaba desempleos, o que la ayuda a los desempleados disminuye sus incentivos a trabajar, o que las ayudas a los viejos no aumentan el consumo agregado, etc.

En fin, esta valiosa aportación a la sociedad de los profesores Card, Imbens y Angrist, premiados por el Nobel, junto con el influyente economista de prestigio mundial, Paul Krugman, es una disyuntiva alterna de aquellas viejas teorías erróneas sin sustento empírico científico, (equivocadas), mismas que eran corrientes del clásico pensamiento económico que apoyaban las hipótesis de los tecnócratas conservadores de derecha, y que también sugerían apologías teóricas que justificaban inequidades en los sistemas económicos. Ojalá que esta novedosa Revolución de la Credibilidad coadyuve en la instrumentación de mejores estrategias salariales y laborales.