Eduardo quería ser bombero, y a los 15 años cumplió su sueño

Empezó como un deseo de niño y ahora se ha convertido en una carrera al servicio de la comunidad

Nancy Álvarez | El Sol de Hermosillo

  · domingo 22 de agosto de 2021

Desde muy temprana edad Eduardo visitaba a los bomberos, con los que su papá era voluntario / Foto: Cortesía | Eduardo Ripalda

Desde pequeño Eduardo Ripalda visitaba la estación de bomberos constantemente, pues su padre Jesús Ripalda prestó su servicio como voluntario por algunos años y durante ese tiempo fue su compañía de guardia en el cuartel. Cada día el niño conocía más acerca de las actividades en las que se desempeñaban, fue entonces que descubrió su interés y amor por la profesión de bombero.

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El sonar de las sirenas, los trajes de color chillante y el gran camión rojo son recuerdos que guarda en su memoria con mucho cariño, pues revive el momento cuando papá salía a hacer un servicio. A sus 15 años de edad empezó como voluntario en la estación 3 base Sur y al cumplir sus 18 ingresó como bombero de paga acumulando un total de 13 años de servicio, actualmente labora en la estación 1 Centro.

Apagar incendios no es el único trabajo de los bomberos, quienes también atienden reportes por fauna nociva, rescates y fugas de materiales peligrosos / Foto: Cortesía | Eduardo Ripalda

La vida de un bombero

“Un bombero se enfrenta a retos diferentes porque no sólo apagamos incendios, sino también rescatamos personas atrapadas, animales, trabajamos con fugas de gas o materiales químicos, enjambres de abejas, choques, atención prehospitalaria, son diferentes los escenarios a los que nos enfrentamos, pero tenemos la satisfacción de poder apoyar a la gente ante cualquier emergencia”, manifestó.

Un día de trabajo para Eduardo comienza a las 8:00 horas, se hace la formación y el oficial encargado de turno hace un chequeo para determinar si los integrantes del equipo se encuentran en buenas condiciones de salud para trabajar, posteriormente se le asigna un equipo y las unidades y están atentos ante cualquier emergencia.

El equipo de bomberos se prepara para trabajar durante 24 horas, se reúne el equipo para desayunar, se hace una actividad de limpieza de equipo o la estación, pasan a tomar capacitaciones o actualizarse sobre algunos temas y se dan un tiempo para descansar.

Por las tardes se dedican a hacer actividades de acondicionamiento físico y después pasan a sus dormitorios para tomar un descanso, sin embargo, durante las horas de servicio se mantienen alertas para atender algún siniestro de madrugada o por la mañana.

En punto de las 6:00 horas se levantan para comenzar con la actividad del día, limpieza de instalaciones y posteriormente se entrega al turno entrante la base a las 8:00 horas para continuar trabajando, pues el horario laboral es de 24 horas de trabajo y 73 horas de descanso.

Desde que cumplió la mayoría de edad el joven pudo incorporarse formalmente a los bomberos, donde ha permanecido por 13 años / Foto: Cortesía | Eduardo Ripalda

“Ha habido situaciones en las que sí he necesitado alguna herramienta especial para realizar mi trabajo, pero aun así siempre tratamos de resolver la situación con el equipo que se encuentra en el lugar o se solicita otra unidad de apoyo que cuente con ese equipo pero siempre dando resultados positivos”, explicó.

Eduardo considera que es importante la profesión de bombero, ya que participan en distintas labores de rescate y también reciben servicios de emergencia diariamente. Actualmente el joven realiza la función de habilitado a maquinista y pertenece a un grupo de rescate en estructuras colapsadas y materiales peligrosos, asimismo en octubre de 2020 fue nombrado como el Bombero del Mes.

“Al momento de ir a un servicio pienso en muchas cosas, nos imaginamos la escena depende el tipo de servicio y así ya vas preparado para lo más grande de lo que pueda resultar en verdad y pues también que todo resulte con éxito para que podamos regresar con nuestras familias que nos esperan en casa”, expresó.

Para finalizar el bombero compartió su experiencia al participar en un incendio en el año 2012, un comercio de comida rápida del centro comenzaba a arder en llamas, Eduardo y uno de sus compañeros ingresaron al lugar, pero al poco tiempo les avisaron que no tenían agua y el lugar por donde llegaron se había prendido de nuevo, por lo que vivió un momento de angustia y desesperación.

“Cuando llegamos al almacén fuimos sofocando por el fuego, al rato nos avisan que ya no había agua y al momento de querer salir ya se había prendido de nuevo por donde entramos y pues nos quedamos ahí hasta que nos mandaran agua, fue muy estresante, pero fuimos apoyados por otros compañeros que llegaron y gracias a Dios no pasó a mayores”, recordó.

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Finalmente el bombero Eduardo Ripalda compartió que a pesar de las dificultades, siempre han salido adelante con el apoyo de su equipo y nunca ha cambiado su amor por la profesión, también añadió que los jóvenes que estén interesados en ser bomberos se acerquen a la institución, ya que considera que es un servicio muy bonito y que mucha gente agradece su trabajo.

Foto: Cortesía | Eduardo Ripalda