Al ser una de las principales causas de muerte de niños y adolescentes en todo el mundo, cada 15 de febrero la comunidad conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil para visibilizar la importancia de una detección oportuna.
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En el caso de Sonora, durante el 2021 se contabilizaron un total de 33 casos nuevos lo que acumulaba 67 menores en tratamiento en el Hospital Infantil del Estado (HIES), siendo la leucemia, linfomas y tumores del sistema nervioso central los principales en la entidad.
Con la cifra antes mencionada, el HIES completó mil 493 atenciones a niños y adolescentes en el área de Servicio de Oncología en 35 años de atención, donde la sobrevida que alcanzan es del 66%.
Ante esta cantidad, asociaciones civiles como Aquí Nadie se Rinde IAP, establecen enlaces en los diversos estados del país con la finalidad de poder apoyar a padres y madres de familia que presentan a uno de sus hijos con cáncer en aspectos médicos, económicos y psicológicos.
Rosalba Urquiza Meza, directora general de Aquí Nadie Se Rinde, I.A.P., señaló que en México el cáncer infantil es la segunda causa de muerte en infantes de entre cinco y catorce años, después de los accidentes, que figura como primer lugar.
“Si hablamos de casos, cada año se registran 7 mil casos de cáncer infantil en niños y adolescentes, este número se da porque en México hay poca detección oportuna del padecimiento por muchas razones; primero, las familias no están acostumbrados al seguimiento del niño sano, que es llevar a los niños con pediatras mes con mes y no pasa”, mencionó.
Los padres de familia llevan a sus hijos esporádicamente en consultorios particulares, farmacias y centros de salud sin darle continuidad con un solo doctor que lleve el expediente de su hijo, explicó, lo que hace difícil poder llevar un seguimiento para detección oportuna.
“El número de oncólogos pediatras en México es muy bajo, ese es otro factor, para ponerte un ejemplo existen menos de 300 oncólogos pediatras en todo el país, además, los médicos generales no tienen capacitación para detectar el cáncer infantil, es por eso que es tan tardío el diagnóstico”, abundó en cuanto a los problemas que se enfrentan para realizar una detección oportuna.
En cuanto los tipos de cáncer más comunes en el país, Rosalba Urquiza indicó que las leucemias, linfomas y tumores son las que destacan, mientras que la sobrevida en México es de 56%, un porcentaje bajo ya que hay otros países que tienen cifras por encima del 90%.
Desafortunadamente, los niños que presentan síntomas de cáncer infantil pueden tardar hasta nueve meses para obtener un diagnóstico médico y comenzar con el tratamiento, tiempo en el que la enfermedad puede avanzar de manera desfavorable para el paciente.
Una lucha constante
A esta realidad se enfrenta Faviola Alcántara Alonso, quien ha peregrinado por más de un año con su hijo, José Martín Alcántara de 17 años de edad, para poder tener un diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda y comenzar con el tratamiento.
La madre de familia platicó para El Sol de Hermosillo que, desde el 31 de diciembre del 2020, José Martín presentó ‘bolitas’ en su rostro y cuerpo, sin embargo, por recomendaciones y opiniones familiares, las protuberancias eran inofensivas.
No fue sino hasta el pasado 8 de enero de 2021 cuando Faviola supo que lo que le ocurría a su hijo podría ser cáncer, por lo que de inmediato buscó atención en hospitales, donde recibió incomprensión y rechazo.
“Me habían dicho que mi niño necesitaba sangre, que necesitaba ser hospitalizado; luego, luego me nos fuimos a urgencias y no nos atendieron rápido, pasaron hasta nueve horas y la doctora que lo atendió y dijo que mi hijo no tenía nada, que los moretes eran porque yo le había pegado”, compartió.
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El pasado 21 de enero de este año, Faviola se acercó a la Fundación Aquí Nadie Se Rinde para poder tener apoyo y dentro del programa Insabi del Seguro Social, José Martín lleva ya ocho quimioterapias, las cuales no han sido fáciles para la familia completa.
Pese a eso, ha hecho un gran esfuerzo económico y emocional para sacar adelante a sus hijos y en especial a José Martín, sin embargo, el camino aún es largo y con mucha fe ella, de la mano con su hijo espera salir bien librada de lo que consideró una prueba de Dios.
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