Luego de quedarse sin trabajo a los 60 años, don Alberto Ruiz decidió aplicar sus conocimientos de agronomía para comenzar su negocio de lombricomposta en el ejido La Victoria .
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La lombricomposta es un fertilizante alto en nitrógeno, potasio, fósforo y magnesio, además de minerales y micronutrientes necesarios para los cultivos, producto de la digestión natural de las lombrices.
Con un kilo de lombriz roja californiana, estiércol, desperdicios orgánicos y muchas ganas de salir adelante, don Beto inició su negocio hace más de una década, mismo que ha sido un éxito.
“El estiércol lo tira la gente, los que tienen caballo, lo tiran donde pueden, pero yo pago el flete, este es el insumo principal; entonces yo lo echo en los cuadros, esto es lo más sencillo y rústico que hay”, señaló.
El proceso de producción del fertilizante es práctico, el estiércol es echado a unos cuadros de madera, posteriormente es humedecido y se le colocan aditamentos, principalmente desechos orgánicos como las frutas y verduras, sin olvidar las lombrices, quienes hacen todo el trabajo.
“Le aviento lo principal que es la lombriz; la lombriz se come esto, más o menos tarda tres meses en transformarlo en fertilizante, un producto orgánico que a las plantas les ayuda muchísimo”, aseveró.
El producto final se ofrece a la clientela en tres presentaciones: el sólido que es vendido en saco de 20 kilos a 80 pesos; el líquido que se oferta a 5 pesos el litro; y el pie de cría de lombriz, el cual está a 300 pesos el kilo.
El emprendedor de 73 años contó que sus principales clientes son las personas que tienen varias hectáreas de sembradío de alfalfa y hortalizas, además quienes cuentan con varios árboles y plantas en sus casas.
A través del proyecto Buenos Vecinos, que agrupa a distintos comercios de la localidad, ha podido dar a conocer su negocio a nuevos clientes, además de la recomendación de boca en boca.
Las máximas ventas que ha hecho son las de 7 mil litros de fertilizante líquido, la de cinco toneladas del sólido y la de 100 kilos de pie de cría de lombriz, obteniendo de eso muy buenas ganancias.
Beneficio al medio ambiente
Don Beto destacó la importancia de esta actividad para un impacto positivo del medio ambiente, pues permite procesar recursos que de otra forma serían transportados a rellenos sanitarios.
Asimismo reduce la erosión, además de mejorar la retención de humedad y la estructura de los suelos, así como su capacidad de drenar, situación contraria a lo que causan los fertilizantes químicos.
“Finalmente esto es lo que le va a dar solución a todo lo que está sucediendo, elevado nivel de cánceres, diabetes y otros males, porque hay mucho consumo de químicos”, manifestó.
Además de un negocio, don Beto ve a la lombricomposta como una actividad con potencial para ser enseñada en las escuelas, enfocándose sobre todo en la reutilización de los materiales.
Ante ello, invitó a todo aquel interesado a conocer detalles sobre el procedimiento a que acudan a su negocio en el Callejón E entre Guadalupe Victoria y Luis Encinas, del ejido La Victoria, o bien llamar al número 6621 415 692.
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“El potencial de esto es enorme, nada más que la cultura es lo que mantiene que no se desarrolle, una de mis deseos es que ojalá descendiera a nivel escuela, que cada escuela enseñe a reciclar el producto que dejan en su casa, principalmente verduras y todo eso, hagan una pequeña cositas de estas, yo los asesoro, reciclan y obtienen el beneficio”, abundó.