/ viernes 17 de mayo de 2024

Bio-Informando | Gluten-Free

A lo largo de Bio-informando hemos abordado la importancia de la salud integral humana, exponiendo y desmitificado algunas enfermedades, trastornos y síndromes partiendo desde el enfoque biológico hacia diversas aristas en las que los seres humanos nos vemos implicados.

A menudo, los temas sanitarios se ven sujetos a la polémica y controversia debido al bombardeo de desinformación a través de plataformas poco fiables (pero de alto alcance), mientras que en los medios de comunicación oficiales no se les da la cobertura apropiada, correcta, pertinente y en el lenguaje apropiado para la sociedad en general; de ahí que es vital concientizar que lo anterior es un área de oportunidad compartida entre todos tanto por científicos, medios y sociedad.

El día de ayer se conmemoró el Día Internacional de la Celiaquía, un complejo trastorno autoinmune desencadenado por la ingestión de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Desde el punto de vista genético, existen algunas variantes de genes, principalmente HLA-DQ2 y HLA-DQ8, las cuales predisponen a las personas a padecer este trastorno.

Por otra parte, también se han detectado variantes en genes que están involucrados en procesos del sistema inmunitario como la activación de las células T, la señalización de las citocinas y la función de la barrera epitelial que hacen más susceptible a quien las manifiesta a desarrollar este trastorno.

Sin embargo, como ya mencionamos en otras ocasiones, la susceptibilidad derivada de estas variantes genéticas no son una garantía inapelable del desarrollo de la enfermedad celíaca, ya que la epigenética también posee un rol fundamental en la regulación de la expresión génica.

Los factores ambientales, como la exposición temprana al gluten, las infecciones y la composición de la microbiota intestinal, pueden influir en la expresión de genes, determinando en última instancia si la predisposición genética se manifiesta en la enfermedad.

Por otro lado, desde el punto de vista bioquímico, la enfermedad celíaca se desarrolla como una cascada de acontecimientos desencadenados por la ingestión de gluten, el cual pasa por una descomposición enzimática en el tracto digestivo liberando péptidos, los cuales al atravesar la barrera epitelial intestinal, van a interactuar con las células inmunitarias provocando una respuesta inflamatoria en aquellas personas que son susceptibles a él.

Los síntomas de la celiaquía pueden ser muy variados, desde trastornos gastrointestinales como dolor abdominal, hinchazón, diarrea y estreñimiento, hasta manifestaciones no gastrointestinales como fatiga, anemia, osteoporosis, dermatitis herpetiforme e incluso problemas neurológicos.

La diversa sintomatología complica a menudo el diagnóstico, lo que lleva a un subregistro y a un retraso en el inicio del tratamiento. El tratamiento de la celiaquía consiste principalmente en seguir estrictamente una dieta sin gluten. Al eliminar los alimentos que contienen gluten, las personas pueden detener el daño inmunomediado en el intestino, lo que permite la curación de la mucosa y la resolución de los síntomas.

Sin embargo, mantener una dieta sin gluten presenta sus propios retos, ya que el gluten puede esconderse en fuentes insospechadas como salsas, sopas y alimentos procesados. Por desgracia, no existe una cura definitiva, pero las investigaciones en curso son prometedoras para tratamientos alternativos, como la terapia enzimática o los fármacos inmunomoduladores, destinados a mitigar la respuesta autoinmunitaria y restablecer la tolerancia al gluten.

Buen fin de semana.


A lo largo de Bio-informando hemos abordado la importancia de la salud integral humana, exponiendo y desmitificado algunas enfermedades, trastornos y síndromes partiendo desde el enfoque biológico hacia diversas aristas en las que los seres humanos nos vemos implicados.

A menudo, los temas sanitarios se ven sujetos a la polémica y controversia debido al bombardeo de desinformación a través de plataformas poco fiables (pero de alto alcance), mientras que en los medios de comunicación oficiales no se les da la cobertura apropiada, correcta, pertinente y en el lenguaje apropiado para la sociedad en general; de ahí que es vital concientizar que lo anterior es un área de oportunidad compartida entre todos tanto por científicos, medios y sociedad.

El día de ayer se conmemoró el Día Internacional de la Celiaquía, un complejo trastorno autoinmune desencadenado por la ingestión de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Desde el punto de vista genético, existen algunas variantes de genes, principalmente HLA-DQ2 y HLA-DQ8, las cuales predisponen a las personas a padecer este trastorno.

Por otra parte, también se han detectado variantes en genes que están involucrados en procesos del sistema inmunitario como la activación de las células T, la señalización de las citocinas y la función de la barrera epitelial que hacen más susceptible a quien las manifiesta a desarrollar este trastorno.

Sin embargo, como ya mencionamos en otras ocasiones, la susceptibilidad derivada de estas variantes genéticas no son una garantía inapelable del desarrollo de la enfermedad celíaca, ya que la epigenética también posee un rol fundamental en la regulación de la expresión génica.

Los factores ambientales, como la exposición temprana al gluten, las infecciones y la composición de la microbiota intestinal, pueden influir en la expresión de genes, determinando en última instancia si la predisposición genética se manifiesta en la enfermedad.

Por otro lado, desde el punto de vista bioquímico, la enfermedad celíaca se desarrolla como una cascada de acontecimientos desencadenados por la ingestión de gluten, el cual pasa por una descomposición enzimática en el tracto digestivo liberando péptidos, los cuales al atravesar la barrera epitelial intestinal, van a interactuar con las células inmunitarias provocando una respuesta inflamatoria en aquellas personas que son susceptibles a él.

Los síntomas de la celiaquía pueden ser muy variados, desde trastornos gastrointestinales como dolor abdominal, hinchazón, diarrea y estreñimiento, hasta manifestaciones no gastrointestinales como fatiga, anemia, osteoporosis, dermatitis herpetiforme e incluso problemas neurológicos.

La diversa sintomatología complica a menudo el diagnóstico, lo que lleva a un subregistro y a un retraso en el inicio del tratamiento. El tratamiento de la celiaquía consiste principalmente en seguir estrictamente una dieta sin gluten. Al eliminar los alimentos que contienen gluten, las personas pueden detener el daño inmunomediado en el intestino, lo que permite la curación de la mucosa y la resolución de los síntomas.

Sin embargo, mantener una dieta sin gluten presenta sus propios retos, ya que el gluten puede esconderse en fuentes insospechadas como salsas, sopas y alimentos procesados. Por desgracia, no existe una cura definitiva, pero las investigaciones en curso son prometedoras para tratamientos alternativos, como la terapia enzimática o los fármacos inmunomoduladores, destinados a mitigar la respuesta autoinmunitaria y restablecer la tolerancia al gluten.

Buen fin de semana.