/ miércoles 7 de julio de 2021

Conversatorios  mineros | Conan. Aprender a enseñar

Desde hace más de una década organizaciones mineras en todo el mundo vienen encarando el desafío de comunicar apropiadamente la importancia y el valor de la minería, seguimos en ello con resultados limitados, tal vez no es la sociedad la que deba ser educada, sino los propios mineros, los que debemos aprender a enseñar, a contar las historias adecuadas, como la que le contaron a Conan cuando era niño.

No somos dioses, ni gigantes, le dijeron, sólo somos hombres pero con metal. Y es que partimos del metal para llegar a donde estamos, hasta este nivel de desarrollo tecnológico, gracias a los metales y por ende a la minería.

La idea me voló la cabeza, me topé con ella viendo una entrevista al director de cine Quentin Tarantino, en la que hizo alusión a lo buenos que eran los primeros minutos de la película Conan El Bárbaro de 1982, protagonizada por Arnold Schwarzenegger, me metí a YouTube a checar y me encontré como al inicio, un hombre le cuenta a un niño la historia de cómo llegó el metal a manos de los hombres. Más menos le dice que en el inicio de los tiempos, los gigantes le robaron a los dioses el secreto del metal y lo trajeron consigo cuando vinieron a la tierra, más tarde los gigantes serían desterrados por los dioses, pero olvidarían el metal y sus secretos aquí, entre los hombres, y aunque la historia es contada en un contexto belicoso en el que entiendes la importancia del metal para una espada, no pierde ningún encanto poder reflexionar lo difícil que puede resultar entender cómo el hombre primitivo pasó de piedras y palos, a extraer minerales y forjar metales, ¿cómo entenderlo sin la intervención de un poder superior?.

Hoy en día, un niño que desde sus primeros años maneja una tableta y un celular, no es tan fácil de cautivar al hablarle de las materias primas que forman las cosas, así como no es fácil platicar de minería con una persona que ha consumido propaganda antiminera, sin embargo, como lo hicieron con Conan habría que ponernos creativos.

Pienso que hoy el reto de los profesionales de la minería, no debe ser intentar educar a la sociedad sobre minería, gastando presupuestos millonarios sin antes educar a los mineros, debe ser infinitamente más fácil, incluso medible, capacitar a geólogos, metalurgistas, ingenieros en geociencias y todo los involucrados en el tema, para que sepan cómo iniciar o abordar un diálogo en favor de la minería, la verdad es que no todos saben, no hay una A,B,C; Todos conocen los protocolos de seguridad para entrar a un mina, todos saben usar el equipo de protección personal, así igualito, todos deberíamos saber cómo convertirnos en agentes de cambio, de cambio de mentalidad para hablar de ese regalo de los dioses que es la minería.

Desde hace más de una década organizaciones mineras en todo el mundo vienen encarando el desafío de comunicar apropiadamente la importancia y el valor de la minería, seguimos en ello con resultados limitados, tal vez no es la sociedad la que deba ser educada, sino los propios mineros, los que debemos aprender a enseñar, a contar las historias adecuadas, como la que le contaron a Conan cuando era niño.

No somos dioses, ni gigantes, le dijeron, sólo somos hombres pero con metal. Y es que partimos del metal para llegar a donde estamos, hasta este nivel de desarrollo tecnológico, gracias a los metales y por ende a la minería.

La idea me voló la cabeza, me topé con ella viendo una entrevista al director de cine Quentin Tarantino, en la que hizo alusión a lo buenos que eran los primeros minutos de la película Conan El Bárbaro de 1982, protagonizada por Arnold Schwarzenegger, me metí a YouTube a checar y me encontré como al inicio, un hombre le cuenta a un niño la historia de cómo llegó el metal a manos de los hombres. Más menos le dice que en el inicio de los tiempos, los gigantes le robaron a los dioses el secreto del metal y lo trajeron consigo cuando vinieron a la tierra, más tarde los gigantes serían desterrados por los dioses, pero olvidarían el metal y sus secretos aquí, entre los hombres, y aunque la historia es contada en un contexto belicoso en el que entiendes la importancia del metal para una espada, no pierde ningún encanto poder reflexionar lo difícil que puede resultar entender cómo el hombre primitivo pasó de piedras y palos, a extraer minerales y forjar metales, ¿cómo entenderlo sin la intervención de un poder superior?.

Hoy en día, un niño que desde sus primeros años maneja una tableta y un celular, no es tan fácil de cautivar al hablarle de las materias primas que forman las cosas, así como no es fácil platicar de minería con una persona que ha consumido propaganda antiminera, sin embargo, como lo hicieron con Conan habría que ponernos creativos.

Pienso que hoy el reto de los profesionales de la minería, no debe ser intentar educar a la sociedad sobre minería, gastando presupuestos millonarios sin antes educar a los mineros, debe ser infinitamente más fácil, incluso medible, capacitar a geólogos, metalurgistas, ingenieros en geociencias y todo los involucrados en el tema, para que sepan cómo iniciar o abordar un diálogo en favor de la minería, la verdad es que no todos saben, no hay una A,B,C; Todos conocen los protocolos de seguridad para entrar a un mina, todos saben usar el equipo de protección personal, así igualito, todos deberíamos saber cómo convertirnos en agentes de cambio, de cambio de mentalidad para hablar de ese regalo de los dioses que es la minería.