Un nuevo proceso electoral está en marcha y el activismo es claro de parte de la clase política. Ahora creo que hace falta iniciar el activismo de parte de la iniciativa privada, ojo. No hablo de un antagonismo emocional, tipo Frena, sino de una campaña seria que haga visibles las carencias de los sectores productivos, así como las alternativas para que la economía del país avance. En minería hoy hay menos apoyo gubernamental que en gobiernos anteriores, de hecho hay marginación, más cargas fiscales y más problemas de seguridad e incertidumbre jurídica.
Ante una situación tan radical en la postura de gobiernos, tanto del federal como de gobiernos municipales y estatales, el sector minero también necesita una estrategia radical y novedosa para abordar el activismo, en el mejor sentido de la palabra, que informe a todos los que serán candidatos de la realidad del sector y los riesgos para miles de mexicanos si esto continúa.
A partir de la última elección, en minería no hay nuevas concesiones, no hay apoyo para permisos de nuevas operaciones, hay más impuestos programados, también hay más señalamientos contra las mineras enardeciendo conflictos sociales, ya no está el Fondo Minero que llevó 3.7 mil millones de pesos en infraestructura a municipios muy pobres, ahora será el Gobierno federal el del Presidente quien entregará “directamente” los apoyos a las familias, abro paréntesis y comento que hace unos días escuchaba a un señor en el banco comentar: “Vengo por el dinero que nos da López Obrador”, imagino que al dar la lana en las comunidades mineras esperan el mismo efecto, muy provechoso por cierto pensando en los comicios de 2021, cierro paréntesis.
Regreso a los temas que los mineros deben platicar, sin sesgos electoreros con los aspirantes todos; alguien tiene que explicarles lo que pasará con el incremento de derechos mineros el año próximo y el siguiente, alguien tiene que decirles porque se usa el outsourcing en minería y cómo afectarán los cambios en la Ley Federal del Trabajo, también tienen que explicarle a los candidatos cómo se perciben las amenazas de la nacionalización del litio, cómo y porqué a nivel internacional se tiene cuantificado un incremento en la incertidumbre a la inversión en minería en México (desconfianza) y definitivamente explicarles lo que va a pasar el siguiente año cuando los municipios del país vean reducido el Ramo 33 en 1,088 millones de pesos para obras, seguramente todos los municipios mineros se acercarán al hermano mayor, la mina, a pedir apoyos, que seguramente en cierta medida serán gestionados.
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Creo que es muy válido que sí los políticos ya están empezando sus campañas, los sectores productivos inicien también las suyas, no buscando votos, sin defender o atacar grupos políticos, simplemente exponiendo una realidad que probablemente muchos aspirantes desconozcan, recordemos que ellos escuchan minas y piensan en lingotes de oro y riqueza, ignorantes de un entorno del que nosotros como sector debemos informar.
