/ miércoles 29 de julio de 2020

Conversatorios mineros | ¿Qué tal una política de Estado?

Ahora que no hay corrupción y que todo sucede en apego a la ley, con intachables funcionarios, deberíamos aprovechar y finalmente planear a largo plazo en los sectores estratégicos de México, ¿Qué tal una política de Estado para minería?, ¿porque no ponemos finalmente reglas claras? Avaladas por nuestro plenipotenciario presidente, imaginen que la 4T coordine a la Secretaría de Economía, a Semarnat y actores involucrados para construir un gran acuerdo para avanzar las inversiones mineras, con una directriz blindada, nada de actos ilegales en ningún nivel, quien cumpla tendría certidumbre.

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Nunca está demás el ejemplo de Chile, allá el año pasado construyeron su Política Nacional Minera 2050 (PNM2050) una estrategia a 30 años, que marca el rumbo que llevará su sector, pero no se trató de una carta de buenas intenciones, los chilenos reunieron durante 6 meses a más de 150 representantes de la academia, iniciativa privada, sindicatos, sociedad civil organizada y dependencias de gobierno en todos los niveles para formar un documento consensuado.

El PNM de Chile marca acciones y condiciones en 4 ejes: sostenibilidad ambiental, sostenibilidad económica, sostenibilidad social y gobernanza. Apunta a temas concretos, cumplimiento de normatividades y condicionantes en cada una de estas áreas, por ejemplo: garantizar la seguridad hídrica, crear sistemas dinámicos de seguimiento al recurso agua por cuencas, crear un instituto para la innovación en minería, agilizar la expedición de permisos de exploración, normar los acuerdos vinculantes entre empresas y particulares, y mis favoritos personales: modernizar la entrega de permisos de gobierno a las mineras para garantizarles eficacia, certeza y transparencia, y finalmente garantizarle a los gobiernos locales una mayor transferencia tributaria, ¿les suena?

Sería buenísimo, pero ¿Cuál es el motivo para que en México no podamos hacer algo así?, ¿no debería reconocer el Gobierno federal la importancia de la minería, facilitar y aprovechar su crecimiento?; tal vez documentos como el PNM 2050 sobre regulan la actividad, pero le dan al inversionistas desde el inicio las reglas del juego, todas, lo que hay que hacer y cumplir a cambio de garantías de certeza jurídica. Acá ya saben, vemos algunos temas en Economía, de espaldas a Semarnat; los temas ambientales los vemos sin vincular a Economía, y en ninguno de los dos casos se trabaja en colaboración normada con los ayuntamientos, la Hidra tiene demasiadas cabezas y al final te come; no es casualidad que en México sólo el 5% de los proyectos de exploración llegan a ser mina.

Qué bien le haría a la nación que hiciéramos planeación seria en política pública, en todos los sectores, planes a 30 años con resultados escalonados a corto, mediano y largo plazo, qué importa que en 30 años no esté vivo ninguno de los secretarios de Estado, pero seguramente quedará país y la riqueza que deberíamos tener hoy en las manos, seguirá aguardando en el subsuelo.

Ahora que no hay corrupción y que todo sucede en apego a la ley, con intachables funcionarios, deberíamos aprovechar y finalmente planear a largo plazo en los sectores estratégicos de México, ¿Qué tal una política de Estado para minería?, ¿porque no ponemos finalmente reglas claras? Avaladas por nuestro plenipotenciario presidente, imaginen que la 4T coordine a la Secretaría de Economía, a Semarnat y actores involucrados para construir un gran acuerdo para avanzar las inversiones mineras, con una directriz blindada, nada de actos ilegales en ningún nivel, quien cumpla tendría certidumbre.

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Nunca está demás el ejemplo de Chile, allá el año pasado construyeron su Política Nacional Minera 2050 (PNM2050) una estrategia a 30 años, que marca el rumbo que llevará su sector, pero no se trató de una carta de buenas intenciones, los chilenos reunieron durante 6 meses a más de 150 representantes de la academia, iniciativa privada, sindicatos, sociedad civil organizada y dependencias de gobierno en todos los niveles para formar un documento consensuado.

El PNM de Chile marca acciones y condiciones en 4 ejes: sostenibilidad ambiental, sostenibilidad económica, sostenibilidad social y gobernanza. Apunta a temas concretos, cumplimiento de normatividades y condicionantes en cada una de estas áreas, por ejemplo: garantizar la seguridad hídrica, crear sistemas dinámicos de seguimiento al recurso agua por cuencas, crear un instituto para la innovación en minería, agilizar la expedición de permisos de exploración, normar los acuerdos vinculantes entre empresas y particulares, y mis favoritos personales: modernizar la entrega de permisos de gobierno a las mineras para garantizarles eficacia, certeza y transparencia, y finalmente garantizarle a los gobiernos locales una mayor transferencia tributaria, ¿les suena?

Sería buenísimo, pero ¿Cuál es el motivo para que en México no podamos hacer algo así?, ¿no debería reconocer el Gobierno federal la importancia de la minería, facilitar y aprovechar su crecimiento?; tal vez documentos como el PNM 2050 sobre regulan la actividad, pero le dan al inversionistas desde el inicio las reglas del juego, todas, lo que hay que hacer y cumplir a cambio de garantías de certeza jurídica. Acá ya saben, vemos algunos temas en Economía, de espaldas a Semarnat; los temas ambientales los vemos sin vincular a Economía, y en ninguno de los dos casos se trabaja en colaboración normada con los ayuntamientos, la Hidra tiene demasiadas cabezas y al final te come; no es casualidad que en México sólo el 5% de los proyectos de exploración llegan a ser mina.

Qué bien le haría a la nación que hiciéramos planeación seria en política pública, en todos los sectores, planes a 30 años con resultados escalonados a corto, mediano y largo plazo, qué importa que en 30 años no esté vivo ninguno de los secretarios de Estado, pero seguramente quedará país y la riqueza que deberíamos tener hoy en las manos, seguirá aguardando en el subsuelo.