/ miércoles 4 de marzo de 2020

La crítica | El hombre invisible

Un clásico del cine de terror que se renueva y, de paso, se convierte en la primera cinta taquillera de su género de este año. En los últimos años Universal ha prentendido hacer Dark Universe un universo compartido sobre los clásicos monstruos de Hollywood muy al estilo del Universo Cinematográfico de Marvel pero después del fracaso taquillero de La Momia protagonizada por Tom Cruise decidieron no seguir adelante con los planes, ya que eran muy ambiciosos.

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Ahora toca el turno a un personaje que no cuenta con muchos proyectos como los han tenido Drácula o Frankenstein, aunque sigue latente en la la mente del público, gracias al clásico del cine de 1933 dirigido por James Whale.

El Hombre Invisible es una cinta de terror basada en la novela de 1897 de H.G. Wells, y digo basada porque la propuesta de Leigh Whannell (Upgrade: Máquina asesina) es muy distinta a lo que conocemos y la historia se centra mas en la víctima que en el hombre invisible, no esperen una historia completamente fiel a la del material original. El director Whannell toma el relato y lo actualiza a nuestros tiempos en el que se viven las relaciones sentimentales llamadas enfermizas o tóxicas, un tema que no debería ser común, pero lo es, actualmente con casos en los que termina con la muerte de una persona a manos de la pareja violenta.

En la historia actual de la cinta de El hombre invisible, vemos Cecilia (Elisabeth Moss) quien huye de su novio Adrien Griffin un abusador y experto manipulador, tras la huida de Cecilia, lo medios anuncian el suicidio de Adrien. Después de su muerte, la protagonista comienza a ser aterrorizada por algo que nadie puede ver, así que ella sin duda piensa que se trata de su ex novio abusador que le hizo tanto daño.

El terror que nos plasma la cinta no es el clásico sobrenatural que conocemos en este tipo de películas sino que lo mezcla con una historia de miedo de una persona que acaba de pasar un trauma derivado del abuso y la violencia. La actuación de Elisabeth Moss toma mucha fuerza e importancia porque de una manera muy natural nos hace sentir lo que vive su personaje y nos transmite su paranoia, miedo y hasta enojo con un gesto o una mirada.

En su primer fin de semana la cinta ha recaudado casi 50 millones de dólares, por lo que se convierte en un éxito rotundo, el primero del 2020 para una película de terror, ya que el presupuesto de El hombre Invisible fue de tan solo 7 millones de dólares, con estas cifras no dudamos que Universal de la mano de la productora Blumhouse ya este pensando en reactivar su universo de monstruos pero con un perfil muy distinto a lo que tenían planeado hace algunos años.

Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.

Un clásico del cine de terror que se renueva y, de paso, se convierte en la primera cinta taquillera de su género de este año. En los últimos años Universal ha prentendido hacer Dark Universe un universo compartido sobre los clásicos monstruos de Hollywood muy al estilo del Universo Cinematográfico de Marvel pero después del fracaso taquillero de La Momia protagonizada por Tom Cruise decidieron no seguir adelante con los planes, ya que eran muy ambiciosos.

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Ahora toca el turno a un personaje que no cuenta con muchos proyectos como los han tenido Drácula o Frankenstein, aunque sigue latente en la la mente del público, gracias al clásico del cine de 1933 dirigido por James Whale.

El Hombre Invisible es una cinta de terror basada en la novela de 1897 de H.G. Wells, y digo basada porque la propuesta de Leigh Whannell (Upgrade: Máquina asesina) es muy distinta a lo que conocemos y la historia se centra mas en la víctima que en el hombre invisible, no esperen una historia completamente fiel a la del material original. El director Whannell toma el relato y lo actualiza a nuestros tiempos en el que se viven las relaciones sentimentales llamadas enfermizas o tóxicas, un tema que no debería ser común, pero lo es, actualmente con casos en los que termina con la muerte de una persona a manos de la pareja violenta.

En la historia actual de la cinta de El hombre invisible, vemos Cecilia (Elisabeth Moss) quien huye de su novio Adrien Griffin un abusador y experto manipulador, tras la huida de Cecilia, lo medios anuncian el suicidio de Adrien. Después de su muerte, la protagonista comienza a ser aterrorizada por algo que nadie puede ver, así que ella sin duda piensa que se trata de su ex novio abusador que le hizo tanto daño.

El terror que nos plasma la cinta no es el clásico sobrenatural que conocemos en este tipo de películas sino que lo mezcla con una historia de miedo de una persona que acaba de pasar un trauma derivado del abuso y la violencia. La actuación de Elisabeth Moss toma mucha fuerza e importancia porque de una manera muy natural nos hace sentir lo que vive su personaje y nos transmite su paranoia, miedo y hasta enojo con un gesto o una mirada.

En su primer fin de semana la cinta ha recaudado casi 50 millones de dólares, por lo que se convierte en un éxito rotundo, el primero del 2020 para una película de terror, ya que el presupuesto de El hombre Invisible fue de tan solo 7 millones de dólares, con estas cifras no dudamos que Universal de la mano de la productora Blumhouse ya este pensando en reactivar su universo de monstruos pero con un perfil muy distinto a lo que tenían planeado hace algunos años.

Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.