/ miércoles 9 de octubre de 2019

La Crítica || Joker, una sorpresa de otoño

Una cinta que te hace reflexionar sobre las enfermedades mentales y sus pacientes, y a su vez sentir escalofríos por una risa siniestra, y empatía por un personaje que no le ha ido muy bien en su vida.

Estamos frente a una cinta muy distinta a lo que nos han presentado la industria cinematográfica sobre el mundo de los superhéroes los últimos años, el director Tood Philips nos trae una película cruda, polémica y muy oscura sobre uno de los villanos más importantes de Batman de DC Comics, personaje conocido por ser el payaso del crimen de Gotham y fue creado en 1940 por Jerry Robinson en compañía de Bill Finger y Bob Kane.

Arthur (Joaquin Phoenix) vive con su madre en un departamento en una zona peligrosa de la ciudad e intenta ganarse la vida como payaso en una agencia, al inicio de la historia entiendes que la sociedad es sumamente injusta y violenta con él, sufriendo algunos abusos verbales y físicos durante la película, por lo que casi de inmediato empatizamos con el protagonista aun sabiendo que es el villano de los cómics, pero eso es lo que hace interesante la propuesta porque pocas veces hemos pensado que lleva a una persona a cometer actos delictivos.

Al principio se siente lenta la película pero es porque nos están mostrando todo el mundo decadente que se vive en Gotham y que la población está inconforme con su vida, al punto de que Arthur se pregunta “¿Soy solo yo o el mundo se está volviendo cada vez más loco?”, todo por la inseguridad que se ve en la ciudad. En cuestiones visuales tenemos una fotografía de colores pálidos muy al estilo de los años setenta, y que va cambiando de tonos cálidos a fríos según vaya evolucionando el personaje hasta convertirse en el “Guasón”, la interpretación actoral de Phoenix es excelente y equilibrada mostrando las diferentes facetas de un personaje que sufre el día a día el rechazo de la gente y que a su vez padece una enfermedad mental que lo lleva a convertirse en el “Joker” y la música siempre tensa nos envuelve junto al personaje en cada uno de sus actos hasta lo más íntimo de su vida.

Joker sin duda será la sorpresa de otoño y así lo están demostrando sus números en taquilla, los expertos hablan de que puede ser nominada y después ganadora de la temporada de premios en 2020, eso no lo sabemos pero lo que sí les puedo decir es que disfrutarán la experiencia en el cine y se quedarán en “shock” con algunas secuencias de la cinta.

Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.

Una cinta que te hace reflexionar sobre las enfermedades mentales y sus pacientes, y a su vez sentir escalofríos por una risa siniestra, y empatía por un personaje que no le ha ido muy bien en su vida.

Estamos frente a una cinta muy distinta a lo que nos han presentado la industria cinematográfica sobre el mundo de los superhéroes los últimos años, el director Tood Philips nos trae una película cruda, polémica y muy oscura sobre uno de los villanos más importantes de Batman de DC Comics, personaje conocido por ser el payaso del crimen de Gotham y fue creado en 1940 por Jerry Robinson en compañía de Bill Finger y Bob Kane.

Arthur (Joaquin Phoenix) vive con su madre en un departamento en una zona peligrosa de la ciudad e intenta ganarse la vida como payaso en una agencia, al inicio de la historia entiendes que la sociedad es sumamente injusta y violenta con él, sufriendo algunos abusos verbales y físicos durante la película, por lo que casi de inmediato empatizamos con el protagonista aun sabiendo que es el villano de los cómics, pero eso es lo que hace interesante la propuesta porque pocas veces hemos pensado que lleva a una persona a cometer actos delictivos.

Al principio se siente lenta la película pero es porque nos están mostrando todo el mundo decadente que se vive en Gotham y que la población está inconforme con su vida, al punto de que Arthur se pregunta “¿Soy solo yo o el mundo se está volviendo cada vez más loco?”, todo por la inseguridad que se ve en la ciudad. En cuestiones visuales tenemos una fotografía de colores pálidos muy al estilo de los años setenta, y que va cambiando de tonos cálidos a fríos según vaya evolucionando el personaje hasta convertirse en el “Guasón”, la interpretación actoral de Phoenix es excelente y equilibrada mostrando las diferentes facetas de un personaje que sufre el día a día el rechazo de la gente y que a su vez padece una enfermedad mental que lo lleva a convertirse en el “Joker” y la música siempre tensa nos envuelve junto al personaje en cada uno de sus actos hasta lo más íntimo de su vida.

Joker sin duda será la sorpresa de otoño y así lo están demostrando sus números en taquilla, los expertos hablan de que puede ser nominada y después ganadora de la temporada de premios en 2020, eso no lo sabemos pero lo que sí les puedo decir es que disfrutarán la experiencia en el cine y se quedarán en “shock” con algunas secuencias de la cinta.

Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.