A través de una investigación se detectó que estudiantes hermosillenses consumen en exceso edulcorantes, lo cual pone en alerta tanto a padres de familia como especialistas.
Se trata de un proyecto realizado en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) para brindar información sobre los posibles daños que alimentos como refrescos y frituras provocan a los niños que los consumen.
El estudio realizado por Miriam Hernández Torres, como parte de su maestría en Ciencias, tenía como objetivo evaluar el estado nutricio y la dieta en alumnos de zonas con marginación media en Hermosillo.
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Esto con énfasis en alimentos ultraprocesados y sus edulcorantes no nutritivos, así como su efecto sobre la microbiota intestinal, expuso el análisis.
Los resultados arrojaron que el 45% de los escolares que participaron en la investigación tenían un patrón dietario deficiente, mientras que 30% consumían un patrón ultraprocesado y solo el 25% ingería un patrón saludable.
“Esto es preocupante, ya que, con base en resultados previos al Covid-19 se registró que había 35% de niños en las mismas zonas de Hermosillo con dieta deficiente, aunque 36% consumía dieta ultraprocesada”, externó.
La investigación de Hernández Torres mencionó que independientemente del patrón dietario prevalecían el sobrepeso y la obesidad en 22 y 23% de los niños, respectivamente.
"Las y los escolares entrevistados ingerían numerosos productos ultraprocesados: 38 diferentes bebidas endulzadas, 35 diversos dulces y golosinas, 22 tipos de frituras y botanas y 17 diferentes galletas y productos de repostería, además de algunos cereales para desayuno y lácteos endulzados. Todos estos productos tienen etiqueta de exceso de calorías y exceso de azúcares, y varios también tienen la etiqueta de “contiene edulcorantes, no recomendable en niños”.
Además de esto, los menores que registraron una alimentación deficiente reportaron una variación amplia en cuanto a desnutrición severa o hasta obesidad.
Otro dato que se resaltó en la tesis es que los niños que participaron en el patrón ultraprocesado se detectó una tendencia mayor de microbiota (Bacteroides spp) a comparación de los niños con patrón deficiente, esto por la grasa ingerida.
Miriam Hernández concluyó que es preocupante la ingesta elevada de grasas y el exceso de edulcorantes no nutritivos, ya que favorece al sobrepeso y la obesidad, además de aumentar las probabilidades de enfermedades.