/ miércoles 28 de agosto de 2019

Andanzas | El cambio verdadero prometido

Como en los embarazos de alto riesgo, estos nueve meses de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador han sido de emociones fuertes, de alegrías y esperanza para muchos y de temores y corajes para otros. El producto ve la luz el 1° de septiembre, no sin haber enfrentado dificultades y resistencias.

Nadie dijo que los cambios no generarán resistencias, ya sean naturales o producto de la manipulación. A nadie le gusta salir de su zona de confort y menos si es obligado a hacerlo. López Obrador ha promovido cambios drásticos en su primer año de gobierno y hay, por supuesto, aciertos y errores.

Lo bueno y lo malo de la 4T

Entre las fortalezas están los programas sociales como el de la pensión para adultos mayores, que duplicó el monto que reciben con relación al sexenio anterior, para quedar en 2,550 cada bimestre y se amplió la base de beneficiarios a casi 8 millones de personas, incluyendo a quienes tienen pensión del IMSS e Issste.

Uno de los programas más ambiciosos, el de Jóvenes construyendo el futuro, le ha dado oportunidad a 930 mil jóvenes de 18 a 29 años que no estudian ni trabajan, para que se capaciten en empresas durante un año, tiempo en el cual reciben por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social 3 mil 600 pesos mensuales.

Se eliminaron las pensiones a ex presidentes, los seguros de gastos médicos mayores y se instituyó un férreo programa de austeridad, que incluye poner tope a los sueldos de los altos funcionarios, para que nadie perciba más que el Presidente, además de otras medidas para que no haya dispendio y se gaste sólo lo necesario.

AMLO cumplió su promesa de echar abajo la “mal llamada reforma educativa” de su antecesor. Impulsó una nueva, que amplía la obligatoriedad del Estado a impartir educación laica y gratuita hasta nivel superior. También cambian las reglas de la evaluación docente, que ya no tendrá como resultado el despido de los maestros.

Se incluyen en el nuevo modelo educativo materias como civismo, filosofía, tecnología, innovación, promoción de estilos de vida saludables, educación sexual y reproductiva y cuidado del medio ambiente.

Los estímulos fiscales para las ciudades fronterizas, donde se redujo el IVA de 16 a 8% y el ISR al 20%, el incremento del 100% en el salario en esta zona y de 16% en general en todo el país, sin duda, son parte de los aciertos de este gobierno.

En cuanto a los errores, la forma en que el Presidente ejerce su derecho de réplica ante los ataques que recibe genera inconformidad, porque a veces agarra de blanco a los medios de comunicación, al referirse a un sector de éstos como el “hampa del periodismo”. Claro que hay buenos, malos y peores, honestos y corruptos, pero como dice el propio López Obrador, “eso sí calienta”.

Las alusiones con dejo de burla hacia la comunidad científica y expertos en distintos ramos, lo mismo que las continuas citas bíblicas en sus conferencias o en algunos eventos públicos, como si toda la población se rigiera por reglas religiosas, le restan fuerza a su investidura.

Una de las áreas de oportunidad para el gobierno de AMLO es rectificar en la política de las estancias infantiles, porque el cambio fue tan inesperado como caótico. Se enviaría un mensaje de humildad, claro, con candados para evitar los actos de corrupción que se dieron en el pasado y con eso recuperaría la confianza de un sector hoy dolido, como son las madres trabajadoras.

Hasta el próximo miércoles.

Como en los embarazos de alto riesgo, estos nueve meses de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador han sido de emociones fuertes, de alegrías y esperanza para muchos y de temores y corajes para otros. El producto ve la luz el 1° de septiembre, no sin haber enfrentado dificultades y resistencias.

Nadie dijo que los cambios no generarán resistencias, ya sean naturales o producto de la manipulación. A nadie le gusta salir de su zona de confort y menos si es obligado a hacerlo. López Obrador ha promovido cambios drásticos en su primer año de gobierno y hay, por supuesto, aciertos y errores.

Lo bueno y lo malo de la 4T

Entre las fortalezas están los programas sociales como el de la pensión para adultos mayores, que duplicó el monto que reciben con relación al sexenio anterior, para quedar en 2,550 cada bimestre y se amplió la base de beneficiarios a casi 8 millones de personas, incluyendo a quienes tienen pensión del IMSS e Issste.

Uno de los programas más ambiciosos, el de Jóvenes construyendo el futuro, le ha dado oportunidad a 930 mil jóvenes de 18 a 29 años que no estudian ni trabajan, para que se capaciten en empresas durante un año, tiempo en el cual reciben por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social 3 mil 600 pesos mensuales.

Se eliminaron las pensiones a ex presidentes, los seguros de gastos médicos mayores y se instituyó un férreo programa de austeridad, que incluye poner tope a los sueldos de los altos funcionarios, para que nadie perciba más que el Presidente, además de otras medidas para que no haya dispendio y se gaste sólo lo necesario.

AMLO cumplió su promesa de echar abajo la “mal llamada reforma educativa” de su antecesor. Impulsó una nueva, que amplía la obligatoriedad del Estado a impartir educación laica y gratuita hasta nivel superior. También cambian las reglas de la evaluación docente, que ya no tendrá como resultado el despido de los maestros.

Se incluyen en el nuevo modelo educativo materias como civismo, filosofía, tecnología, innovación, promoción de estilos de vida saludables, educación sexual y reproductiva y cuidado del medio ambiente.

Los estímulos fiscales para las ciudades fronterizas, donde se redujo el IVA de 16 a 8% y el ISR al 20%, el incremento del 100% en el salario en esta zona y de 16% en general en todo el país, sin duda, son parte de los aciertos de este gobierno.

En cuanto a los errores, la forma en que el Presidente ejerce su derecho de réplica ante los ataques que recibe genera inconformidad, porque a veces agarra de blanco a los medios de comunicación, al referirse a un sector de éstos como el “hampa del periodismo”. Claro que hay buenos, malos y peores, honestos y corruptos, pero como dice el propio López Obrador, “eso sí calienta”.

Las alusiones con dejo de burla hacia la comunidad científica y expertos en distintos ramos, lo mismo que las continuas citas bíblicas en sus conferencias o en algunos eventos públicos, como si toda la población se rigiera por reglas religiosas, le restan fuerza a su investidura.

Una de las áreas de oportunidad para el gobierno de AMLO es rectificar en la política de las estancias infantiles, porque el cambio fue tan inesperado como caótico. Se enviaría un mensaje de humildad, claro, con candados para evitar los actos de corrupción que se dieron en el pasado y con eso recuperaría la confianza de un sector hoy dolido, como son las madres trabajadoras.

Hasta el próximo miércoles.