/ viernes 12 de abril de 2019

Andanzas | #MeToo el grito de la sororidad

La lucha de las organizaciones feministas, cuya narrativa sobre la igualdad de género ha permeado más en la última década, se ha visto fortalecida con el movimiento “Me Too”, detonado por un reportaje del diario New York Times en el que se reveló que el productor de cine Harvey Weinstein pagó durante tres décadas a mujeres que le acusaron de hostigamiento sexual.

Una de las mujeres mencionadas en el reportaje del 5 de octubre de 2017 era la actriz Ashley Judd, quien aseguró que su carrera se hundió a partir de que se negó a peticiones como darle un masaje o a verlo bañarse.

Otras artistas de Hollywood salieron a decir a que ellas también fueron víctimas de conductas acosadoras y en algunos casos, hasta de violación de parte de actores, productores y directores de cine, algunos como Weinstein, fueron despedidos.

De ahí lo del “Me Too”, que se usó como ‘hashtag’ y se convirtió en tendencia en Twitter y en el grito de la sororidad, esa solidaridad entre mujeres al identificarse lo mismo en España, en Argentina, Chile o México, en cualquier país, ante la cultura patriarcal que reduce a las féminas a mero objeto sexual.


Prensa y redes sociales, la dupla del “Me Too”

Una de las cosas que confirma el movimiento “Me Too” es que cuando los medios de comunicación asumen su responsabilidad social pueden incidir en acciones en beneficio del colectivo. Si a la exposición mediática se agrega el alcance de las redes sociales, estamos frente a una poderosa simbiosis.

Sin el reportaje del New York Times y el eco a través de redes como Twitter, el acoso sexual no se hubiera puesto sobre la mesa como algo reprobable que debe visibilizarse y combatirse.

En México también hubo actrices que dieron a conocer casos de acoso y de violación de que fueron víctimas, pero la respuesta en redes sociales en un inicio fue de incredulidad y fueron objeto de toda clase de insultos y amenazas.

Hace unas tres semanas, a través de Twitter se denunció al escritor Herson Barona y esto derivó en el ‘hashtag’ #MeTooEscritores, al que siguieron otros como el de Periodistas, Músicos, Académicos, con la particularidad de que las denuncias eran anónimas, lo cual ha sido difícil de asimilar para muchos, no sólo para los señalados.

El lamentable suicidio del músico Armando Vega, tras una acusación de acoso a una niña de 13 años cuando él tenía 50, que él sostuvo era falsa desató una ola de mensajes de odio hacia las mujeres y hacia el movimiento “Me Too” en México, que por unos días guardó silencio. Todo indica, por lo que sus compañeros de Botellita de Jerez y otros artistas declararon, que pasaba por un cuadro de depresión y eso fue lo que lo orilló a esa fatal decisión.

Localmente, ya surgieron cuentas como “Me Too Unison” y “Me Too Hermosillo”, en las que se señala a maestros, personal de seguridad, escritores, funcionarios. Pronto habrá reacciones, seguramente.

Será importante que se establezca algún protocolo para evitar que se cuele alguna denuncia falsa y, sobre todo, que se creen redes de apoyo, que haya un acompañamiento de organizaciones y de instituciones que brinden apoyo legal y sicológico a las víctimas de violencia sexual, para que tanto las denunciantes como otras mujeres sepan a dónde acudir por ayuda.

Hasta el próximo miércoles.


Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.

Twitter: @AlvaradoVMarce

La lucha de las organizaciones feministas, cuya narrativa sobre la igualdad de género ha permeado más en la última década, se ha visto fortalecida con el movimiento “Me Too”, detonado por un reportaje del diario New York Times en el que se reveló que el productor de cine Harvey Weinstein pagó durante tres décadas a mujeres que le acusaron de hostigamiento sexual.

Una de las mujeres mencionadas en el reportaje del 5 de octubre de 2017 era la actriz Ashley Judd, quien aseguró que su carrera se hundió a partir de que se negó a peticiones como darle un masaje o a verlo bañarse.

Otras artistas de Hollywood salieron a decir a que ellas también fueron víctimas de conductas acosadoras y en algunos casos, hasta de violación de parte de actores, productores y directores de cine, algunos como Weinstein, fueron despedidos.

De ahí lo del “Me Too”, que se usó como ‘hashtag’ y se convirtió en tendencia en Twitter y en el grito de la sororidad, esa solidaridad entre mujeres al identificarse lo mismo en España, en Argentina, Chile o México, en cualquier país, ante la cultura patriarcal que reduce a las féminas a mero objeto sexual.


Prensa y redes sociales, la dupla del “Me Too”

Una de las cosas que confirma el movimiento “Me Too” es que cuando los medios de comunicación asumen su responsabilidad social pueden incidir en acciones en beneficio del colectivo. Si a la exposición mediática se agrega el alcance de las redes sociales, estamos frente a una poderosa simbiosis.

Sin el reportaje del New York Times y el eco a través de redes como Twitter, el acoso sexual no se hubiera puesto sobre la mesa como algo reprobable que debe visibilizarse y combatirse.

En México también hubo actrices que dieron a conocer casos de acoso y de violación de que fueron víctimas, pero la respuesta en redes sociales en un inicio fue de incredulidad y fueron objeto de toda clase de insultos y amenazas.

Hace unas tres semanas, a través de Twitter se denunció al escritor Herson Barona y esto derivó en el ‘hashtag’ #MeTooEscritores, al que siguieron otros como el de Periodistas, Músicos, Académicos, con la particularidad de que las denuncias eran anónimas, lo cual ha sido difícil de asimilar para muchos, no sólo para los señalados.

El lamentable suicidio del músico Armando Vega, tras una acusación de acoso a una niña de 13 años cuando él tenía 50, que él sostuvo era falsa desató una ola de mensajes de odio hacia las mujeres y hacia el movimiento “Me Too” en México, que por unos días guardó silencio. Todo indica, por lo que sus compañeros de Botellita de Jerez y otros artistas declararon, que pasaba por un cuadro de depresión y eso fue lo que lo orilló a esa fatal decisión.

Localmente, ya surgieron cuentas como “Me Too Unison” y “Me Too Hermosillo”, en las que se señala a maestros, personal de seguridad, escritores, funcionarios. Pronto habrá reacciones, seguramente.

Será importante que se establezca algún protocolo para evitar que se cuele alguna denuncia falsa y, sobre todo, que se creen redes de apoyo, que haya un acompañamiento de organizaciones y de instituciones que brinden apoyo legal y sicológico a las víctimas de violencia sexual, para que tanto las denunciantes como otras mujeres sepan a dónde acudir por ayuda.

Hasta el próximo miércoles.


Maestra en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas por El Colegio de Sonora y Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Sonora.

Twitter: @AlvaradoVMarce