/ martes 5 de marzo de 2019

Bienestar y salud | Sí es Seguro y Sí es Popular

Como programa social del primer gobierno de cambio, el Seguro Popular fue aprobado en septiembre de 2004 para formar parte de la Ley General de Salud.

Desde el principio fue claro que lejos de cumplir la agenda integral que se aguardaba de la primera administración post-priísta en 71 años, la iniciativa foxista pretendía montar una estrategia emergente de “financiamiento” sobre un sector salud que sobrevivía desde hacia lustros clamando por un ajuste urgente y profundo. Y así ha venido a cambiar de sobre manera, la salud de nuestro país.

Casi al concluir el sexenio calderonista, las “alianzas” preventivas fueron materializadas y completadas en los siguientes términos por el secretario Chertorivski: “El Sistema de Salud tiene que virar de manera enérgica de lo curativo a lo preventivo.

El principal problema que debemos combatir es el de las enfermedades crónicas no transmisibles, causantes de dos tercios de las muertes, a pesar de que 80 por ciento era evitable.

Ante este panorama es fundamental reforzar la prevención, porque la mayoría de los padecimientos se pueden reducir o evitar con sólo modificar hábitos de vida.”

En ese sentido se mostraba la escencia de lo que era el Seguro Popular, es decir, salía más barato prevenir, que curar.

El presidente López Obrador señaló, durante su campaña que cumpliría el compromiso que hizo, de que la atención médica y los medicamentos van a ser gratuitos, brindándoles a los mexicanos sin posibilidad de atenderse, el derecho a la salud. También señaló en varias ocasiones que el Seguro Popular ya no se llamaría así, “ya que ni es seguro ni es popular”. Sin embargo este programa, no podría desaparecer de la noche a la mañana ya que son 54 millones de mexicanos que reciben atención con respecto a las mil 807 enfermedades registradas en el cuadro básico, más las 65 consideradas como catastróficas.

En su discurso ya como presidente, menciona que busca la federalización de los sistemas locales de salud. Hasta hoy el plan es crear un nuevo Sistema de Salud Pública, donde integra a los estados del sureste del país: Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Proyecta que cada seis meses se incorporen ocho estados, hasta terminar en dos años de establecer el nuevo Sistema de Salud Pública.

Angélica Ivonne Cisneros Luján, comisionada del Sistema Nacional de Protección Social en Salud (Seguro Popular), quien, en sus primeras apariciones públicas, aseguraba la muerte de este esquema de financiamiento, esperaba la derogación del 77 BIS para principios de febrero, sin embargo no sucedió y hoy ya habla mencionando otras medidas respecto a tema de Seguro Popular. Porque la corrupción no se acaba aniquilando programas, sino sancionando a los responsables; la salud siempre será un tema sensible.

El día 28 de febrero durante una entrevista con Joaquín Lopez Dóriga, Jorge Alcocer, secretario de Salud, mencionó: “El Seguro Popular requiere una reestructuración y no su desaparición”.

A veces es mejor corregir una medida, pensada quizá con la mejor de las intenciones, pero que, en la práctica, podría haber tenido consecuencias para diversos grupos vulnerables. Finalmente no desaparece ya que al parecer, sí es seguro y sí es popular.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

Como programa social del primer gobierno de cambio, el Seguro Popular fue aprobado en septiembre de 2004 para formar parte de la Ley General de Salud.

Desde el principio fue claro que lejos de cumplir la agenda integral que se aguardaba de la primera administración post-priísta en 71 años, la iniciativa foxista pretendía montar una estrategia emergente de “financiamiento” sobre un sector salud que sobrevivía desde hacia lustros clamando por un ajuste urgente y profundo. Y así ha venido a cambiar de sobre manera, la salud de nuestro país.

Casi al concluir el sexenio calderonista, las “alianzas” preventivas fueron materializadas y completadas en los siguientes términos por el secretario Chertorivski: “El Sistema de Salud tiene que virar de manera enérgica de lo curativo a lo preventivo.

El principal problema que debemos combatir es el de las enfermedades crónicas no transmisibles, causantes de dos tercios de las muertes, a pesar de que 80 por ciento era evitable.

Ante este panorama es fundamental reforzar la prevención, porque la mayoría de los padecimientos se pueden reducir o evitar con sólo modificar hábitos de vida.”

En ese sentido se mostraba la escencia de lo que era el Seguro Popular, es decir, salía más barato prevenir, que curar.

El presidente López Obrador señaló, durante su campaña que cumpliría el compromiso que hizo, de que la atención médica y los medicamentos van a ser gratuitos, brindándoles a los mexicanos sin posibilidad de atenderse, el derecho a la salud. También señaló en varias ocasiones que el Seguro Popular ya no se llamaría así, “ya que ni es seguro ni es popular”. Sin embargo este programa, no podría desaparecer de la noche a la mañana ya que son 54 millones de mexicanos que reciben atención con respecto a las mil 807 enfermedades registradas en el cuadro básico, más las 65 consideradas como catastróficas.

En su discurso ya como presidente, menciona que busca la federalización de los sistemas locales de salud. Hasta hoy el plan es crear un nuevo Sistema de Salud Pública, donde integra a los estados del sureste del país: Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

Proyecta que cada seis meses se incorporen ocho estados, hasta terminar en dos años de establecer el nuevo Sistema de Salud Pública.

Angélica Ivonne Cisneros Luján, comisionada del Sistema Nacional de Protección Social en Salud (Seguro Popular), quien, en sus primeras apariciones públicas, aseguraba la muerte de este esquema de financiamiento, esperaba la derogación del 77 BIS para principios de febrero, sin embargo no sucedió y hoy ya habla mencionando otras medidas respecto a tema de Seguro Popular. Porque la corrupción no se acaba aniquilando programas, sino sancionando a los responsables; la salud siempre será un tema sensible.

El día 28 de febrero durante una entrevista con Joaquín Lopez Dóriga, Jorge Alcocer, secretario de Salud, mencionó: “El Seguro Popular requiere una reestructuración y no su desaparición”.

A veces es mejor corregir una medida, pensada quizá con la mejor de las intenciones, pero que, en la práctica, podría haber tenido consecuencias para diversos grupos vulnerables. Finalmente no desaparece ya que al parecer, sí es seguro y sí es popular.

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.