En las principales empresas mineras de México hay cero mujeres en sus consejos de administración, se trata de más de 50 espacios, luego entonces la proporción es 50 a 0 y como referencia en el mundo por cada 50 países hay cinco presidentas.
Hace tres años hice una columna con el mismo tema, el año pasado corroboré los datos y la publiqué nuevamente, y ahora hago lo mismo por tercera vez, la intención es mostrar una fotografía en tiempo real de la situación de los liderazgos en la minería mexicana por género, no es una protesta, es una observación, jamás pensaría en este espacio como una forma de presión para que otorguen lugares a las mujeres en una compañía privada, el dueño hará lo que decida con su negocio, porque en justicia cumplen con la ley y toman decisiones de empresa sobre quienes están en la toma de decisiones en el más alto nivel, únicamente me llama a la reflexión que todos ellos sean hombres.
Sí actualmente en México alrededor de 60 mil mujeres trabajan en minería directamente, es decir alrededor de un 16% de los trabajadores de minería son mujeres, ¿por qué no el 16% de los altos directivos en mineras mexicanas son mujeres?, las respuestas pueden ser varias, aquí hemos analizados algunas en otras columnas, como la brecha generacional por ejemplo, la gran mayoría de los dueños, accionistas mayoritarios, altísimos ejecutivos de la minería en México son señores en nacieron en los 50 o antes, de modo que no extraña que en ellos no quepa la posibilidad de mujeres decidiendo a su nivel y por otro lado, crecieron con la idea de heredar a sus hijos varones el mando y que sus hijas emparentaran con otras familias de abolengo.
Es justo decir que en minería la vida es errante, para escalar a esos altos cargos debes pasar por horarios de 24/7, renunciar a tu tiempo libre, a tu vida personal y sentimental y muchas, muchas veces eso obstaculiza o impide la vida de pareja, la vida de familia y ni se diga, cuidar y educar a los hijos, eso bien podría desalentar a muchas mujeres en su camino dentro de la minería, pero muchas se abren paso y muchas bien podrían ameritar cualquier responsabilidad a la que aspiren.
Siempre he estado en contra de que se distribuya cualquier tipo de responsabilidad pública o privada con un principio de igualdad de género, equidad sí, pero creo que un criterio de 50% y 50% no debe ser producto de una política de Estado, sino una consecuencia natural del desarrollo de una actividad, es decir no debería haber problema si más de la mitad del Senado de la República son mujeres, pero no debería haberlo tampoco si son menos de la mitad, es decir que sea las que quieran ser, mientras lo merezcan y sean electas, igualito que los hombres. Actualmente y desde hace unos tres o cuatro años, el 50% de los estudiantes de carreras profesionales relacionadas con minería son mujeres, y sí, cada vez son más las que van ascendiendo, así que repetimos, que lleguen tan alto como quieran.
