/ jueves 24 de marzo de 2022

El columnario | Rosales y la construcción del valor artístico  

Sobre algunos aspectos técnico-creativos podría comentar al respecto sobre la importancia de establecer parámetros que intervienen directamente sobre el desarrollo de la pieza creativa, así como algunos diferenciadores durante el “hecho artístico”, cuestión que por lo general preocupa a la mayoría de los pintores, sin embargo, con ello no pretendo decir que lo anterior implique una fórmula o bien signifique una ecuación para poder desarrollar o partir hacia la idea total del conjunto ya sea pictórico o visual, sin embargo, algunos creativos ejercen sistemas para la creación un tanto personales, aspecto muy válido, mientras se respeten los aspectos más importantes que la integran y ello es de conocimiento intrínseco al autor, por lo que de alguna manera pasa a ser un aspecto que adquiere suma relevancia dentro de la integración y composición de la obra misma.

De hecho, lo anterior lo expresé alguna ocasión para un programa de arte, en donde expresé algunos puntos de vista sobre este tema, causando gran curiosidad por parte de algunos colegas, ya sea que, por ignorancia o desconocimiento del tema, se quedaron inertes ante lo mencionado para esa ocasión.

De hecho, con una de ellas tuve una co-participación, ya que colaboré con el diseño en relación a una escenografía que se incluyó dentro de una obra de teatro montada por algunos estudiantes del Cedart “José Eduardo Pierson”, (en aquella época a mediados de los 90) cabe señalar que dicho escenario se basó directamente en algunos dibujos y figuras de mi autoría, incluso recuerdo me darían los créditos en relación a mi participación en el programa de mano como director creativo o de arte. Sin embargo, aun así, nos divertimos mucho con la puesta en escena en el llamado “Teatro Íntimo” de la Casa de la Cultura de Sonora.

Sin embargo, muchos de esos símbolos incorporados a mi trabajo fueron adquiridos de manera casi inconsciente durante mi infancia, ya que como lo he comentado en otras ocasiones, me considero un observador nato de mi entorno inmediato, sumando a ello que disponía de una gran diversidad de escenarios y ambientes propicios para el desarrollo tanto creativo como artístico para la producción y generación de formas, figuras, y símbolos que fui incorporando paulatinamente a mi trabajo como pintor y dibujante.

De alguna manera he tenido la gran oportunidad de poner en práctica mis conocimientos sobre arte, como lo son la estética, la composición, el volumen, perspectiva, aplicación de fondos, además de la expresión misma implícita dentro de mi obra, entre otros. Motivo que agradezco y correspondo a través de mi compromiso dentro de las artes.

El observar casi a detalle algunos libros de arte, así como las láminas incluidas en los mismos, provocó en mí la costumbre de analizar y reflexionar sobre la importancia del detalle, es decir uno de los aspectos más importantes dentro de las artes, posterior a ello vino la expresión, concepto por demás vital en el desarrollo creativo de la pieza artística. Cabe señalar, “Yo siempre he sido el crítico más mordaz de mi propio trabajo creativo” (Sic. B. Rosales 2004, “Tintas y Trabajos Recientes”). A lo que cualquier comentario ajeno a lo anterior pasa completamente inadvertido, ignorado y desdeñado de mi parte, atribuyendo sólo a la crítica profesional y argumentada, no es de extrañarse llamando la atención la influencia que he ejercido sobre algunos individuos y como, ya sea de manera consciente o inconsciente pretenden copiar y reproducir aspectos muy característicos de mi personalidad, incluso hasta en la expresión lingüística, motivo que ciertamente me enaltece, ya que por medio de ello exalta los atributos y aspectos por demás inconfundibles, puesto que es el resultado innegable de mi alcance como artista y creador de contenido cultural, externando la opinión por parte de quienes me conocen y han tratado. Por lo que me daré a la tarea de exhibir a dichas personas en mi red social, para que volteen a verse ellos mismos. Debo reconocer que lo anterior no sería posible sin la observación de quienes me informan oportunamente sobre ese tipo de cosas, que, dicho sea de paso, ni siquiera me doy el tiempo de atender como una iniciativa en particular. Es cuanto. Nos vemos la próxima entrega…


Sobre algunos aspectos técnico-creativos podría comentar al respecto sobre la importancia de establecer parámetros que intervienen directamente sobre el desarrollo de la pieza creativa, así como algunos diferenciadores durante el “hecho artístico”, cuestión que por lo general preocupa a la mayoría de los pintores, sin embargo, con ello no pretendo decir que lo anterior implique una fórmula o bien signifique una ecuación para poder desarrollar o partir hacia la idea total del conjunto ya sea pictórico o visual, sin embargo, algunos creativos ejercen sistemas para la creación un tanto personales, aspecto muy válido, mientras se respeten los aspectos más importantes que la integran y ello es de conocimiento intrínseco al autor, por lo que de alguna manera pasa a ser un aspecto que adquiere suma relevancia dentro de la integración y composición de la obra misma.

De hecho, lo anterior lo expresé alguna ocasión para un programa de arte, en donde expresé algunos puntos de vista sobre este tema, causando gran curiosidad por parte de algunos colegas, ya sea que, por ignorancia o desconocimiento del tema, se quedaron inertes ante lo mencionado para esa ocasión.

De hecho, con una de ellas tuve una co-participación, ya que colaboré con el diseño en relación a una escenografía que se incluyó dentro de una obra de teatro montada por algunos estudiantes del Cedart “José Eduardo Pierson”, (en aquella época a mediados de los 90) cabe señalar que dicho escenario se basó directamente en algunos dibujos y figuras de mi autoría, incluso recuerdo me darían los créditos en relación a mi participación en el programa de mano como director creativo o de arte. Sin embargo, aun así, nos divertimos mucho con la puesta en escena en el llamado “Teatro Íntimo” de la Casa de la Cultura de Sonora.

Sin embargo, muchos de esos símbolos incorporados a mi trabajo fueron adquiridos de manera casi inconsciente durante mi infancia, ya que como lo he comentado en otras ocasiones, me considero un observador nato de mi entorno inmediato, sumando a ello que disponía de una gran diversidad de escenarios y ambientes propicios para el desarrollo tanto creativo como artístico para la producción y generación de formas, figuras, y símbolos que fui incorporando paulatinamente a mi trabajo como pintor y dibujante.

De alguna manera he tenido la gran oportunidad de poner en práctica mis conocimientos sobre arte, como lo son la estética, la composición, el volumen, perspectiva, aplicación de fondos, además de la expresión misma implícita dentro de mi obra, entre otros. Motivo que agradezco y correspondo a través de mi compromiso dentro de las artes.

El observar casi a detalle algunos libros de arte, así como las láminas incluidas en los mismos, provocó en mí la costumbre de analizar y reflexionar sobre la importancia del detalle, es decir uno de los aspectos más importantes dentro de las artes, posterior a ello vino la expresión, concepto por demás vital en el desarrollo creativo de la pieza artística. Cabe señalar, “Yo siempre he sido el crítico más mordaz de mi propio trabajo creativo” (Sic. B. Rosales 2004, “Tintas y Trabajos Recientes”). A lo que cualquier comentario ajeno a lo anterior pasa completamente inadvertido, ignorado y desdeñado de mi parte, atribuyendo sólo a la crítica profesional y argumentada, no es de extrañarse llamando la atención la influencia que he ejercido sobre algunos individuos y como, ya sea de manera consciente o inconsciente pretenden copiar y reproducir aspectos muy característicos de mi personalidad, incluso hasta en la expresión lingüística, motivo que ciertamente me enaltece, ya que por medio de ello exalta los atributos y aspectos por demás inconfundibles, puesto que es el resultado innegable de mi alcance como artista y creador de contenido cultural, externando la opinión por parte de quienes me conocen y han tratado. Por lo que me daré a la tarea de exhibir a dichas personas en mi red social, para que volteen a verse ellos mismos. Debo reconocer que lo anterior no sería posible sin la observación de quienes me informan oportunamente sobre ese tipo de cosas, que, dicho sea de paso, ni siquiera me doy el tiempo de atender como una iniciativa en particular. Es cuanto. Nos vemos la próxima entrega…