/ lunes 22 de enero de 2024

ElCítirco21 | Nyad: ¿Quién tira la toalla?

Existen numerosos estudios científicos acerca del efecto del mar en nuestra vida y salud. Estar cerca del océano, en actitud contemplativa, produce una sensación de paz y bienestar que ya conocíamos, solo que ahora la ciencia lo certifica.

Sin embargo, nadar en el mar provoca una inequívoca sensación de vulnerabilidad. Este sentimiento es responsable del temor de mucha gente por adentrarse más allá de las olas. Simplemente, no es nuestro elemento.

Nyad (Jimmy y Elizabeth Chai, 2023 presenta la vida de Diane Nyad (Annette Bening), atleta norteamericana quien, a sus 62 años, logró completar 164 kilómetros a nado, entre Cuba y Key West, Forida. Toda una hazaña deportiva, todo un triunfo de la voluntad.

Y, como toda biografía que se respete – y ejemplos sobran —Nyad sabe que lo importante no es el final, sino el camino. Además, es de vital importancia saber cómo vas a contar lo que ocurre en dicho trayecto.

Diane Nyad no alcanzó su victoria sola. Ella necesitó de Bonnie Stoll (Jodie Foster) y de un equipo de navegadores, entre quienes destaca el malhumorado marino Josh Bartlett (Rhys Ifans) y los espanta tiburones que hicieron posible la aventura, tras cuatro intentos fallidos por conseguirlo.

Nyad, de esta manera, se convierte en una película sobre determinación, disciplina, fortaleza y amistad.

¿Y de qué manera logra conmover a la audiencia? Concentrando sus esfuerzos argumentales en el vínculo de compañerismo entre Diane y Bonnie. Nyad nos muestra, de esta manera, sobremesa y convivencia que exponen tanto el carácter de la sexagenaria nadadora – agitado, egocéntrico e impulsivo —como el aterrizado temperamento de su amiga.

Ambas integran un verdadero dúo dinámico que, gracias a las interpretaciones superlativas de sus protagonistas, constituyen las mejores herramientas de Nyad para capturar la atención de los espectadores.

Sobre todo para Annette Bening. La exigencia física por el papel de la atleta, en escenas dentro del océano, resulta exhaustiva, pero lograda. Otro tanto, para Jodie Foster, una especie de buena conciencia que debe lidiar con la competitividad mientras reflexiona acerca de que es lo que motiva a su compañera para seguir adelante.

Así, en su debut en la ficción, los documentalistas Jimmy y Elizabeth Chai, trabajan con la desventaja de que algunos ya saben el resultado de las aventuras de Diane Nyad, pues su triunfo es reciente y, además, hay testimonios fílmicos y televisivos al respecto. Y también hubo ya otras películas.

Así, Nyad reitera que el cuerpo responde al poder de la mente. El mantra “sí se quiere, se puede”, resuena durante toda la película. Aunque lo más interesante es la historia de dos mujeres y su profunda y productiva amistad.

“No hay edad para luchar por tus sueños”, dice una exhausta Diane Nyad, sirena en quien sus arrugas son cicatrices de guerra que muestran su valor y su coraje.

Qué leer antes o después de la función

Último vuelo, de Amelia Earhart. Diario o bitácora de la pionera de la aviación femenina. En este libro, publicado por vez primera en 1937, conocemos los detalles de su intento fallido por volar, en solitario, a través del Océano Atlántico.


Existen numerosos estudios científicos acerca del efecto del mar en nuestra vida y salud. Estar cerca del océano, en actitud contemplativa, produce una sensación de paz y bienestar que ya conocíamos, solo que ahora la ciencia lo certifica.

Sin embargo, nadar en el mar provoca una inequívoca sensación de vulnerabilidad. Este sentimiento es responsable del temor de mucha gente por adentrarse más allá de las olas. Simplemente, no es nuestro elemento.

Nyad (Jimmy y Elizabeth Chai, 2023 presenta la vida de Diane Nyad (Annette Bening), atleta norteamericana quien, a sus 62 años, logró completar 164 kilómetros a nado, entre Cuba y Key West, Forida. Toda una hazaña deportiva, todo un triunfo de la voluntad.

Y, como toda biografía que se respete – y ejemplos sobran —Nyad sabe que lo importante no es el final, sino el camino. Además, es de vital importancia saber cómo vas a contar lo que ocurre en dicho trayecto.

Diane Nyad no alcanzó su victoria sola. Ella necesitó de Bonnie Stoll (Jodie Foster) y de un equipo de navegadores, entre quienes destaca el malhumorado marino Josh Bartlett (Rhys Ifans) y los espanta tiburones que hicieron posible la aventura, tras cuatro intentos fallidos por conseguirlo.

Nyad, de esta manera, se convierte en una película sobre determinación, disciplina, fortaleza y amistad.

¿Y de qué manera logra conmover a la audiencia? Concentrando sus esfuerzos argumentales en el vínculo de compañerismo entre Diane y Bonnie. Nyad nos muestra, de esta manera, sobremesa y convivencia que exponen tanto el carácter de la sexagenaria nadadora – agitado, egocéntrico e impulsivo —como el aterrizado temperamento de su amiga.

Ambas integran un verdadero dúo dinámico que, gracias a las interpretaciones superlativas de sus protagonistas, constituyen las mejores herramientas de Nyad para capturar la atención de los espectadores.

Sobre todo para Annette Bening. La exigencia física por el papel de la atleta, en escenas dentro del océano, resulta exhaustiva, pero lograda. Otro tanto, para Jodie Foster, una especie de buena conciencia que debe lidiar con la competitividad mientras reflexiona acerca de que es lo que motiva a su compañera para seguir adelante.

Así, en su debut en la ficción, los documentalistas Jimmy y Elizabeth Chai, trabajan con la desventaja de que algunos ya saben el resultado de las aventuras de Diane Nyad, pues su triunfo es reciente y, además, hay testimonios fílmicos y televisivos al respecto. Y también hubo ya otras películas.

Así, Nyad reitera que el cuerpo responde al poder de la mente. El mantra “sí se quiere, se puede”, resuena durante toda la película. Aunque lo más interesante es la historia de dos mujeres y su profunda y productiva amistad.

“No hay edad para luchar por tus sueños”, dice una exhausta Diane Nyad, sirena en quien sus arrugas son cicatrices de guerra que muestran su valor y su coraje.

Qué leer antes o después de la función

Último vuelo, de Amelia Earhart. Diario o bitácora de la pionera de la aviación femenina. En este libro, publicado por vez primera en 1937, conocemos los detalles de su intento fallido por volar, en solitario, a través del Océano Atlántico.