/ miércoles 13 de mayo de 2020

La Crítica | Mala Educación (Bad Education)

HBO presenta el segundo filme de Cory Finley en la que vemos una de las mejores actuaciones de Hugh Jackman, en un ingenioso drama con pequeños toques de humor negro que explora uno de los escándalos de corrupción más grandes en el ámbito educativo de los Estados Unidos.

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En Mala Educación conocemos a Frank Tassone (Hugh Jackman) un hombre aparentemente ejemplar, con más de diez años en el cargo de superintendente del Distrito Escolar de Roslyn en Long Island, que con su trabajo y administración había llevado al instituto a los más altos estándares de la educación. La cinta es una mezcla de drama y comedia negra que nos cuenta la historia verdadera de uno de los pasajes más infames en la educación pública estadounidense cuando se descubrió un gran fraude que había durado más de una década y que había costado más de 11 millones de dólares que fueron malversados por los directivos de la misma, Frank Tassone y Pam Glukin (Allison Janney).

Ambientada en el 2003 y con una cuidada recreación de época, la acción transcurre con una narrativa que ayuda en el lucimiento de Jackman, el que, además se anima a ponerse en la piel de este administrativo con grandes aspiraciones, que aprovechaba al máximo los beneficios de su puesto y que comenzó a vivir una fantasía plagada de lujos y placer. Hugh Jackman nos entrega un personaje complejo, imposible pensar en otro actor haciendo del papel, en algunos momentos sentimos empatía por él y llegamos a comprender sus acciones, pero al mismo tiempo sabemos que el crimen tiene consecuencias, y debe pagar por ello.

Mike Makowsky, quien fue estudiante en Roslyn cuando Tassone fue arrestado en 2004, nos presenta un guión que fusiona la historia real con humor e ironía, dotando de grandes momentos a los protagonistas, Mala Educación nos va narrando, poco a poco, los detalles sobre el mal manejo de los fondos educativos del distrito.

El director Cory Finley y su forma de presentar la película nos va mostrando paso a paso el suceso, y como la corrupción se presenta y daña a sus protagonistas hasta que devela la última capa “podrida” que había por debajo de toda aquella ilusión que brillaba como el oro al inicio de la cinta.

Mala Educación de Corey Finley se presentó en 2019 en el Festival de Toronto, recibiendo una muy buena reacción entre la crítica especializada y ahora la podemos disfrutar en la plataforma digital de HBO, la cinta será una gran contendiente en la temporada de premios del próximo año, aunque aún no estamos seguros de cómo será la realización de los mismos, ya que las reglas han cambiado con el tema de la pandemia, lo que sí les puedo asegurar es que Jackman será nominado por su actuación en los Premios Emmy o en los Globos de Oro.

Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.


HBO presenta el segundo filme de Cory Finley en la que vemos una de las mejores actuaciones de Hugh Jackman, en un ingenioso drama con pequeños toques de humor negro que explora uno de los escándalos de corrupción más grandes en el ámbito educativo de los Estados Unidos.

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En Mala Educación conocemos a Frank Tassone (Hugh Jackman) un hombre aparentemente ejemplar, con más de diez años en el cargo de superintendente del Distrito Escolar de Roslyn en Long Island, que con su trabajo y administración había llevado al instituto a los más altos estándares de la educación. La cinta es una mezcla de drama y comedia negra que nos cuenta la historia verdadera de uno de los pasajes más infames en la educación pública estadounidense cuando se descubrió un gran fraude que había durado más de una década y que había costado más de 11 millones de dólares que fueron malversados por los directivos de la misma, Frank Tassone y Pam Glukin (Allison Janney).

Ambientada en el 2003 y con una cuidada recreación de época, la acción transcurre con una narrativa que ayuda en el lucimiento de Jackman, el que, además se anima a ponerse en la piel de este administrativo con grandes aspiraciones, que aprovechaba al máximo los beneficios de su puesto y que comenzó a vivir una fantasía plagada de lujos y placer. Hugh Jackman nos entrega un personaje complejo, imposible pensar en otro actor haciendo del papel, en algunos momentos sentimos empatía por él y llegamos a comprender sus acciones, pero al mismo tiempo sabemos que el crimen tiene consecuencias, y debe pagar por ello.

Mike Makowsky, quien fue estudiante en Roslyn cuando Tassone fue arrestado en 2004, nos presenta un guión que fusiona la historia real con humor e ironía, dotando de grandes momentos a los protagonistas, Mala Educación nos va narrando, poco a poco, los detalles sobre el mal manejo de los fondos educativos del distrito.

El director Cory Finley y su forma de presentar la película nos va mostrando paso a paso el suceso, y como la corrupción se presenta y daña a sus protagonistas hasta que devela la última capa “podrida” que había por debajo de toda aquella ilusión que brillaba como el oro al inicio de la cinta.

Mala Educación de Corey Finley se presentó en 2019 en el Festival de Toronto, recibiendo una muy buena reacción entre la crítica especializada y ahora la podemos disfrutar en la plataforma digital de HBO, la cinta será una gran contendiente en la temporada de premios del próximo año, aunque aún no estamos seguros de cómo será la realización de los mismos, ya que las reglas han cambiado con el tema de la pandemia, lo que sí les puedo asegurar es que Jackman será nominado por su actuación en los Premios Emmy o en los Globos de Oro.

Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.