Durante el mensaje a la población sonorense con motivo de su Quinto Informe de Trabajo, la gobernadora Claudia Pavlovich recordó un par de objetivos trazados al inicio y que le valdrían reconocimientos a su gestión: adoptar como regla básica, como sello distintivo el buen uso de los recursos públicos y la rendición de cuentas.
Para la primera mujer gobernadora de Sonora fue más importante transparentar el gasto, decirle a la población cómo y en qué se aplicaría cada peso, para lo cual se creó la plataforma de https://tuobra.sonora.gob.mx/, donde se pudieran consultar a detalle cada obra, desde inversión, empresa a cargo, tipo de contrato, fechas.
El mal sabor de boca del gobierno anterior, que no salía de un escándalo de corrupción cuando ya estaba en otro, que sumió a Sonora en el descrédito, que sembró odio, que dividió, que se burló de sus electores, puso a Claudia ante el reto enorme de revertir el daño que se hizo y poner a flote el barco llamado Sonora.
De ahí que, como lo señaló en su mensaje, optó por atender primero lo urgente y estableció como una prioridad la calidad de vida de la población, por encima de las obras de relumbrón.
Por eso es que cuando alguien se pregunta por una obra emblemática de la administración actual, no encuentra un referente inmediato, salvo por dos: el Hospital de Especialidades en Hermosillo y la planta desalinizadora para Guaymas y Empalme, obras en proceso cuyo impacto social será importante.
La gobernadora dijo que no le llamaba el canto de las sirenas o la necesidad de aplausos, porque los problemas de Sonora eran muy grandes, razón por la que se puso en el centro de la acción al ciudadano.
Se abasteció de mesabancos a las escuelas, se arreglaron los planteles, muchos a punto de caerse, se rehabilitaron centros de salud, se rehabilitaron carreteras hechas pedazos. No se podía edificar sobre los escombros que dejó el padrecismo, había que reconstruir y devolverles la dignidad a esos espacios públicos y a las y los sonorenses mismos.
Digamos que la gobernadora optó primero por rehabilitar de adentro hacia afuera la gran casa que es Sonora, antes de pensar en construirle un segundo piso o ampliar las recámaras, la cocina o la cochera, había que cambiar el cableado, reparar las fugas, impermeabilizar, reparar fugas, para que sus inquilinos vivieran más a gusto.
Quien llegue en 2021 ya tendrá esa oportunidad, una vez que le entreguen una casa en mejores condiciones y funcional. ¿Que fue insuficiente, que falta mucho por hacer, como en el tema de seguridad? Claro. ¿Que se cometieron errores? Sí, pero tampoco se pueden negar los avances importantes y menos regatearse.
Claudia ha cumplido en devolverle a Sonora su grandeza. Los reconocimientos en transparencia, tanto de la Auditoría Superior de la Federación, de la Secretaría de Hacienda, no son como los premios ‘patito’ del padrecismo, parten de auditorías, de hurgar en las cuentas públicas, en el uso correcto de los recursos.
La recuperación de empleos tampoco es fortuita. Como ella ha dicho, se recuperó la confianza de inversionistas y esto, aun en un contexto como el actual, con la pandemia del coronavirus haciendo crisis en todo el mundo.
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“Siempre he creído que cuentas claras, amistades largas y yo quiero una amistad perdurable con los sonorenses”, una frase de la Gobernadora que refleja el compromiso de mantener esa marca, esa diferenciación hasta el último día, de corresponder al voto de confianza recibido.
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