/ jueves 11 de enero de 2024

Aprender a desaprender | Las mujeres trans son mujeres y los hombres trans son hombres

Esta semana el presidente Andrés Manuel dentro de su mañanera hizo un comentario que indiscutiblemente creo una controversia, pues le llamo “señor vestido de mujer” a la diputada trans Salma Luévano que por cierto es parte de la bancada de su partido en San Lázaro.

Entiendo que a muchas personas se les dificulta entender este y otros temas que sean sobre diversidad o identidad de género, otras les da miedo hablarlo y otras simplemente no les interesa, lo entiendo, pero lo que no entiendo es como al presidente se le fueron las tablas que tanto pregona en su cuarta transformación como lo es un gobierno inclusivo y sensible con los grupos que hemos sido históricamente discriminados, porque que creen su comentario casualmente es un comentario que aquí y en China es considerado como odio y discriminación a la población trans, por el hecho de no reconocer la identidad de género de otra persona y poner por encima su cultura machista al llamarle como le llamo.

Algunos de ustedes me dirán bájale dos rayitas a mí también me pudo pasar porque me confunde hablar de todos esos temas, yo les diré si tesoro pero tu no eres el Presidente de México y si tanto nos ha costado que nos llamen por quienes somos y tanta valentía y hasta sangre a costado atreverte a ser quien eres, como permitir que el mandatario de un país invisibilice la lucha de tantas personas al mandar un mensaje confuso para todo el pueblo mexicano desde su mañanera, no eso no es tolerable al contrario es una falta de respeto y no tampoco es un error, este mensaje tiene nombre y se le conoce como discurso transfóbico aquí y en el rincón del mundo que desees, para entender esto, entonces vamos poniéndole el nombre que se merece y con el que legalmente se le reconoce.

Como era de esperarse los mariachis callaron dice un dicho por ahí, tristemente las, los y les activistas lgbt afines a la 4T y aquellos que ocupan algún cargo público evidentemente nunca señalaron esta falta tan grande que se cometió contra nuestra comunidad al utilizar este lenguaje para referirse a una mujer trans, incluso la agredida tampoco se ofendió pues se trataba de su líder de movimiento y obviamente se le tenia que tolerar y llamársele únicamente error, cuando hace 2 años aproximadamente Gabriel Quadri hizo exactamente lo mismo en la Cámara de Diputados y se le acusó de violentador y de faltarle al respeto a una diputada trans por llamarle de la misma forma que ahora la hizo el presidente, ¿Dónde queda entonces la congruencia?, ¿Dónde queda entonces la verdadera causa de la diversidad? En un discurso político de doble moral, que nada tiene que ver lo que dicen con lo que hacen, donde queda la dignidad de aquellas personas LGBT que hacen activismo y ahora están amarradas prácticamente sin poder decir nada por cuidar las formas o su trabajo derivado de una cercanía con el proyecto de la cuarta transformación, ¿puede más la ambición de un proyecto político que la verdadera causa que a muchos los tiene hoy en esos espacios? Porque se sabe que la diputada Salma Luévano llego a ese espacio por acciones afirmativas de la diversidad sexual, es decir, le debe ese cargo a la población lgbt que tanto hemos exigido nuestros derechos, hemos alzado la voz y nos hemos ganado el que se nos reconozca nuestros derechos político-electorales mientras ella hoy solo se deja pisotear y pisotearnos por su líder de movimiento, muy mal, ¿Dónde queda su credibilidad?

Quiero dejar en claro que esto no es una exageración, sino es una falta de respeto, es invisibilizar, es discriminar y es violentar a nuestra comunidad desde el uso del lenguaje, al que todas las personas por igual tenemos derecho de que se nos llame como nosotros nos sintamos cómodos, sin juzgar nuestra orientación sexual o identidad de género, sin ponerla siquiera en tela de duda, y discriminar como lo dice el art. 1 constitucional, porque como yo me asuma es mi derecho y mi responsabilidad, la tuya es llamarme con el mismo respeto que yo también tendré.

Esto que paso sólo nos deja la tarea de que tenemos que desaprender en lenguaje, que tenemos que reconocer la lucha de muchas personas que nos hemos atrevido a ser quienes somos, a lograr que se nos respete nuestra orientación y que se nos reconozca o incluso que se nos rectifiqué legalmente nuestra identidad, para así poder dignificar nuestra comunidad lgbt, nos ha constado mucho y esto sólo demuestra una falta de empatía y de educación.

Eduquémonos en el respeto, debemos llamar a las personas como ellas quieren que se les llame no como nosotros queremos llamarles, pues el respeto es la base de nuestra sociedad, ya lo dijo el gran Benito Juárez, el respeto al derecho ajeno es la paz, y no lo digo yo lo dice la OMS, las mujeres trans son mujeres y los hombres trans son hombres.

Esta semana el presidente Andrés Manuel dentro de su mañanera hizo un comentario que indiscutiblemente creo una controversia, pues le llamo “señor vestido de mujer” a la diputada trans Salma Luévano que por cierto es parte de la bancada de su partido en San Lázaro.

Entiendo que a muchas personas se les dificulta entender este y otros temas que sean sobre diversidad o identidad de género, otras les da miedo hablarlo y otras simplemente no les interesa, lo entiendo, pero lo que no entiendo es como al presidente se le fueron las tablas que tanto pregona en su cuarta transformación como lo es un gobierno inclusivo y sensible con los grupos que hemos sido históricamente discriminados, porque que creen su comentario casualmente es un comentario que aquí y en China es considerado como odio y discriminación a la población trans, por el hecho de no reconocer la identidad de género de otra persona y poner por encima su cultura machista al llamarle como le llamo.

Algunos de ustedes me dirán bájale dos rayitas a mí también me pudo pasar porque me confunde hablar de todos esos temas, yo les diré si tesoro pero tu no eres el Presidente de México y si tanto nos ha costado que nos llamen por quienes somos y tanta valentía y hasta sangre a costado atreverte a ser quien eres, como permitir que el mandatario de un país invisibilice la lucha de tantas personas al mandar un mensaje confuso para todo el pueblo mexicano desde su mañanera, no eso no es tolerable al contrario es una falta de respeto y no tampoco es un error, este mensaje tiene nombre y se le conoce como discurso transfóbico aquí y en el rincón del mundo que desees, para entender esto, entonces vamos poniéndole el nombre que se merece y con el que legalmente se le reconoce.

Como era de esperarse los mariachis callaron dice un dicho por ahí, tristemente las, los y les activistas lgbt afines a la 4T y aquellos que ocupan algún cargo público evidentemente nunca señalaron esta falta tan grande que se cometió contra nuestra comunidad al utilizar este lenguaje para referirse a una mujer trans, incluso la agredida tampoco se ofendió pues se trataba de su líder de movimiento y obviamente se le tenia que tolerar y llamársele únicamente error, cuando hace 2 años aproximadamente Gabriel Quadri hizo exactamente lo mismo en la Cámara de Diputados y se le acusó de violentador y de faltarle al respeto a una diputada trans por llamarle de la misma forma que ahora la hizo el presidente, ¿Dónde queda entonces la congruencia?, ¿Dónde queda entonces la verdadera causa de la diversidad? En un discurso político de doble moral, que nada tiene que ver lo que dicen con lo que hacen, donde queda la dignidad de aquellas personas LGBT que hacen activismo y ahora están amarradas prácticamente sin poder decir nada por cuidar las formas o su trabajo derivado de una cercanía con el proyecto de la cuarta transformación, ¿puede más la ambición de un proyecto político que la verdadera causa que a muchos los tiene hoy en esos espacios? Porque se sabe que la diputada Salma Luévano llego a ese espacio por acciones afirmativas de la diversidad sexual, es decir, le debe ese cargo a la población lgbt que tanto hemos exigido nuestros derechos, hemos alzado la voz y nos hemos ganado el que se nos reconozca nuestros derechos político-electorales mientras ella hoy solo se deja pisotear y pisotearnos por su líder de movimiento, muy mal, ¿Dónde queda su credibilidad?

Quiero dejar en claro que esto no es una exageración, sino es una falta de respeto, es invisibilizar, es discriminar y es violentar a nuestra comunidad desde el uso del lenguaje, al que todas las personas por igual tenemos derecho de que se nos llame como nosotros nos sintamos cómodos, sin juzgar nuestra orientación sexual o identidad de género, sin ponerla siquiera en tela de duda, y discriminar como lo dice el art. 1 constitucional, porque como yo me asuma es mi derecho y mi responsabilidad, la tuya es llamarme con el mismo respeto que yo también tendré.

Esto que paso sólo nos deja la tarea de que tenemos que desaprender en lenguaje, que tenemos que reconocer la lucha de muchas personas que nos hemos atrevido a ser quienes somos, a lograr que se nos respete nuestra orientación y que se nos reconozca o incluso que se nos rectifiqué legalmente nuestra identidad, para así poder dignificar nuestra comunidad lgbt, nos ha constado mucho y esto sólo demuestra una falta de empatía y de educación.

Eduquémonos en el respeto, debemos llamar a las personas como ellas quieren que se les llame no como nosotros queremos llamarles, pues el respeto es la base de nuestra sociedad, ya lo dijo el gran Benito Juárez, el respeto al derecho ajeno es la paz, y no lo digo yo lo dice la OMS, las mujeres trans son mujeres y los hombres trans son hombres.