/ jueves 21 de marzo de 2024

Aprender a desaprender  | Todo el mundo tiene que morirse

Hace unos días la famosa Gilbertona dejó este plano terrenal para pasar a mejor vida, imposible no haber visto alguna vez cualquiera de sus videos y soltar la carcajada con sus miles de ocurrencias y su manera tan suelta de ver la vida.

Digo suelta, porque todos los seres humanos trabajamos en el crecimiento personal y el crecer también implica el aprender a soltar, Gilberto Salomón Vázquez como era su nombre legal nos hizo ver en la simplicidad de sus comentarios lo fácil que es la vida cuando sueltas sin arrastrar.

Tenía 88 años la Gilbertona, imagínate lo difícil, el ser un hombre gay o incluso un niño gay en su época cuando le toco vivir su adolescencia o juventud en plena marginación por ser diferente al resto, algunas veces comentó los abusos, los malos tratos hacia su persona, sin lugar a dudas sobrevivió al odio de aquellos años y creo que su forma de sobrevivir fue siendo quien era.

Podrá decir mucha gente pero él nunca defendió los derechos de la comunidad LGBT, siendo parte de ella al contrario nomás hacía que la gente se siguiera burlando de ustedes, porque créanme que muchas ocasiones escuché ese tipo de comentarios, déjenme decirles que no es así, su forma de hacer activismo era siendo quien era, con su historia de vida, su esencia, su carisma, su sinceridad de vivir, de disfrutar, de llevar con normalidad su identidad de genero y su orientación sexual lo hizo ganar el respeto, el cariño y la amistad de muchísimas personas, mismas que el día de su funeral se dieron cita de forma presencial o a través de alguna de las grandes coronas que recibió, que también llamaron muchísimo la atención pues no cualquiera recibe ese tipo de detalles el día de su muerte.

Muchas personas se dieron cita a despedirla, las redes sociales han estado hablando de ella por todos lados, siempre hay alguien quiere recordarla con alguno de sus videos o con alguna de sus frases, días antes de su deceso algunos medios anunciaron su muerte cuando no era así, pues ella se encontraba ya en un estado de salud bastante deteriorado, y aun así su manager le grabó un video corto para desmentir a los medios amarillistas donde decía “Toda la gente no es eterna dile que digo yo, todo mundo se tiene que morir no nomás uno”, no sé a ti pero a mi esa frase me hace reflexionar, pues tiene toda la razón todos tenemos ese camino que seguir no nomás ella, la muerte es algo que nos alcanza en algún momento, porque es lo único seguro que tenemos dirían por ahí.

Alguna vez también escuché, recordar que me voy a morir, es lo que me impulsa a no dejar ningún sueño pendiente, a seguir esforzándome por cumplir mis metas, por trabajar diariamente en mis objetivos, por hacer que las cosas buenas pasen, a llevar amor, alegría a donde quiera que vaya a aportar eso al mundo que tanto le hace falta, a pensar en cómo me gustaría que la gente me recordara, a que mi paso por este mundo no fuera en vano, a que el día que ya no este pueda decirle al creador misión cumplida, pues ya cumplí la encomienda que en la tierra me tocó vivir y dejar huella pero huella de la buena de la nunca se olvida y deja fruto.

Sin duda esa última frase de la sabia abuela Gilbertona no es mas que la verdad, me hubiera encantando conocerla decirle que aun cuando para muchos pudo ser un personaje que solo causaba carcajadas y podía representar pura broma, su forma de llevar la vida es un ejemplo de humildad, de sencillez, de carisma, de a pesar de haber tenido una vida con carencias, con rechazo, con humillaciones, esta en uno mismo amargarse y ser infeliz o darle la vuelta a la tortilla y buscar la felicidad en donde verdaderamente se encuentra, en vivir una vida plena, alegre, feliz a pesar de lo que pase, de los tropiezos, de las malas experiencias que al final son aprendizaje, y en entender que nada nos llevaremos al contrario que solo dejaremos recuerdos, y que esos recuerdos sean los más bonitos para quienes nos quisieron, para con quienes compartimos la dicha de vivir.

Gracias Gilbertona por alegrarnos los días en las redes sociales, gracias por demostrarnos que a la vida se vino a disfrutar y a soltar, QEPD.


Hace unos días la famosa Gilbertona dejó este plano terrenal para pasar a mejor vida, imposible no haber visto alguna vez cualquiera de sus videos y soltar la carcajada con sus miles de ocurrencias y su manera tan suelta de ver la vida.

Digo suelta, porque todos los seres humanos trabajamos en el crecimiento personal y el crecer también implica el aprender a soltar, Gilberto Salomón Vázquez como era su nombre legal nos hizo ver en la simplicidad de sus comentarios lo fácil que es la vida cuando sueltas sin arrastrar.

Tenía 88 años la Gilbertona, imagínate lo difícil, el ser un hombre gay o incluso un niño gay en su época cuando le toco vivir su adolescencia o juventud en plena marginación por ser diferente al resto, algunas veces comentó los abusos, los malos tratos hacia su persona, sin lugar a dudas sobrevivió al odio de aquellos años y creo que su forma de sobrevivir fue siendo quien era.

Podrá decir mucha gente pero él nunca defendió los derechos de la comunidad LGBT, siendo parte de ella al contrario nomás hacía que la gente se siguiera burlando de ustedes, porque créanme que muchas ocasiones escuché ese tipo de comentarios, déjenme decirles que no es así, su forma de hacer activismo era siendo quien era, con su historia de vida, su esencia, su carisma, su sinceridad de vivir, de disfrutar, de llevar con normalidad su identidad de genero y su orientación sexual lo hizo ganar el respeto, el cariño y la amistad de muchísimas personas, mismas que el día de su funeral se dieron cita de forma presencial o a través de alguna de las grandes coronas que recibió, que también llamaron muchísimo la atención pues no cualquiera recibe ese tipo de detalles el día de su muerte.

Muchas personas se dieron cita a despedirla, las redes sociales han estado hablando de ella por todos lados, siempre hay alguien quiere recordarla con alguno de sus videos o con alguna de sus frases, días antes de su deceso algunos medios anunciaron su muerte cuando no era así, pues ella se encontraba ya en un estado de salud bastante deteriorado, y aun así su manager le grabó un video corto para desmentir a los medios amarillistas donde decía “Toda la gente no es eterna dile que digo yo, todo mundo se tiene que morir no nomás uno”, no sé a ti pero a mi esa frase me hace reflexionar, pues tiene toda la razón todos tenemos ese camino que seguir no nomás ella, la muerte es algo que nos alcanza en algún momento, porque es lo único seguro que tenemos dirían por ahí.

Alguna vez también escuché, recordar que me voy a morir, es lo que me impulsa a no dejar ningún sueño pendiente, a seguir esforzándome por cumplir mis metas, por trabajar diariamente en mis objetivos, por hacer que las cosas buenas pasen, a llevar amor, alegría a donde quiera que vaya a aportar eso al mundo que tanto le hace falta, a pensar en cómo me gustaría que la gente me recordara, a que mi paso por este mundo no fuera en vano, a que el día que ya no este pueda decirle al creador misión cumplida, pues ya cumplí la encomienda que en la tierra me tocó vivir y dejar huella pero huella de la buena de la nunca se olvida y deja fruto.

Sin duda esa última frase de la sabia abuela Gilbertona no es mas que la verdad, me hubiera encantando conocerla decirle que aun cuando para muchos pudo ser un personaje que solo causaba carcajadas y podía representar pura broma, su forma de llevar la vida es un ejemplo de humildad, de sencillez, de carisma, de a pesar de haber tenido una vida con carencias, con rechazo, con humillaciones, esta en uno mismo amargarse y ser infeliz o darle la vuelta a la tortilla y buscar la felicidad en donde verdaderamente se encuentra, en vivir una vida plena, alegre, feliz a pesar de lo que pase, de los tropiezos, de las malas experiencias que al final son aprendizaje, y en entender que nada nos llevaremos al contrario que solo dejaremos recuerdos, y que esos recuerdos sean los más bonitos para quienes nos quisieron, para con quienes compartimos la dicha de vivir.

Gracias Gilbertona por alegrarnos los días en las redes sociales, gracias por demostrarnos que a la vida se vino a disfrutar y a soltar, QEPD.