/ jueves 30 de noviembre de 2023

Aprender a desaprender | VIH un estigma que permanece

Mañana 1º de diciembre se conmemora a nivel mundial el día de la lucha contra el sida, este día se concretó por la OMS precisamente para educarnos y concientizarnos en información y avances de esta epidemia que surgió a finales de los 80 pero que hasta el día de hoy ha cobrado la vida de más de 25 millones de personas en el mundo.

Hace unos años poca era la información comparada con hoy en día, sin embargo, el estigma permanece, no hemos podido olvidar aquellos trágicos finales de celebridades o personajes públicos en los 80 cuando los encabezados decían “murió de sida” que por cierto se desató un odio y desprecio a las personas homosexuales puesto que se presumía que eran quienes estaban esparciendo el virus por todos lados, y que incluso que venían de tener hasta contacto con animales y entre otra sarta de barbaridades todas ellas falsas pero que era lo que en aquel tiempo se contaba con mucha seguridad.

El temor a la infección por el VIH, así como las actitudes y juicios negativos hacia las personas que viven con el VIH, las poblaciones con mayor riesgo de infección por el VIH enfrentan altos niveles de estigma debido, principalmente a su identidad de género, orientación sexual, uso de drogas o comercio sexual.

Porque en una cultura poco tolerante como la nuestra el ser sexoservidora, o incluso el ser mujer trans, o ser homosexual ha llegado casi a ser un sinónimo de que vas a morir por sida, tristemente es la realidad.

Los prejuicios hacia las personas que viven con el VIH o corren el riesgo de contraerlo provoca actos de discriminación en todos los sectores de la sociedad, desde los funcionarios públicos, los agentes de policía y los trabajadores de la salud hasta el lugar de trabajo, las escuelas y las comunidades, donde prácticamente se les pueden negar todos los derechos que tiene cualquier ser humano.

Se me vienen a la mente telenovelas, películas, series donde hablaban de esta enfermedad como una maldición de ser homosexual y como si fuera el precio que alguien tenia que pagar por asumir su identidad de género, así como también de que se trataba de una enfermedad terminal en la que tu muerte era inminente, lo que gracias a la ciencia y los avances en la medicina de hoy en día, el ser portador de este virus no precisamente te lleva a que desarrolles la enfermedad del sida.

Nuestros padres o tías muy seguramente se acuerdan de famosos que se vieron severamente afectados en aquellos años cuando esta enfermedad se convirtió en una epidemia de terror, y que sus muertes conmovieron al mundo para luchar contra la misma que sigue cobrando millones de vidas.

Tal es el caso de la superestrella Freddie Mercury, vocalista de la banda inglesa Queen, quien reveló que padecía sida justo un día antes de fallecer y desde su muerte se volvió referente en la lucha contra el VIH/Sida dedicarse a la música hasta el último día de su vida y por la organización que se fundó en su memoria para recaudar fondos para enfermos terminales, pero también porque fue de los primero en reconocer su homosexualidad e inmediatamente ser parte de aquellas estadísticas que ligaban la orientación sexual con esta enfermedad.

Otra de las famosas fue la modelo Gia Carangi, que incluso podemos encontrar películas sobre su vida, es considerada la primera supermodelo de la década de los 80. Fue víctima también de las drogas, particularmente su adicción a la heroína la llevo a estar en distintas clínicas de rehabilitación sin tener resultado favorable, al tiempo le diagnosticaron neumonía y más tarde SIDA, la cual fue su causa de muerte en 1986 a la edad de solo 26 años.

La Onusida en su último reporte global sobre esta enfermedad informa que cada minuto muere una persona en el mundo debido a causas relacionadas con el sida, mientras que todos los días 4 mil personas adquieren VIH, es un dato duro bastante fuerte, aun cuando los avances en la medicina han sido muy buenos en los últimos anos, es una epidemia que continua vigente, y aunque el VIH ya no mata lo que si mata es la desinformación, los prejuicios y la estigmatización.

Mañana 1º de diciembre se conmemora a nivel mundial el día de la lucha contra el sida, este día se concretó por la OMS precisamente para educarnos y concientizarnos en información y avances de esta epidemia que surgió a finales de los 80 pero que hasta el día de hoy ha cobrado la vida de más de 25 millones de personas en el mundo.

Hace unos años poca era la información comparada con hoy en día, sin embargo, el estigma permanece, no hemos podido olvidar aquellos trágicos finales de celebridades o personajes públicos en los 80 cuando los encabezados decían “murió de sida” que por cierto se desató un odio y desprecio a las personas homosexuales puesto que se presumía que eran quienes estaban esparciendo el virus por todos lados, y que incluso que venían de tener hasta contacto con animales y entre otra sarta de barbaridades todas ellas falsas pero que era lo que en aquel tiempo se contaba con mucha seguridad.

El temor a la infección por el VIH, así como las actitudes y juicios negativos hacia las personas que viven con el VIH, las poblaciones con mayor riesgo de infección por el VIH enfrentan altos niveles de estigma debido, principalmente a su identidad de género, orientación sexual, uso de drogas o comercio sexual.

Porque en una cultura poco tolerante como la nuestra el ser sexoservidora, o incluso el ser mujer trans, o ser homosexual ha llegado casi a ser un sinónimo de que vas a morir por sida, tristemente es la realidad.

Los prejuicios hacia las personas que viven con el VIH o corren el riesgo de contraerlo provoca actos de discriminación en todos los sectores de la sociedad, desde los funcionarios públicos, los agentes de policía y los trabajadores de la salud hasta el lugar de trabajo, las escuelas y las comunidades, donde prácticamente se les pueden negar todos los derechos que tiene cualquier ser humano.

Se me vienen a la mente telenovelas, películas, series donde hablaban de esta enfermedad como una maldición de ser homosexual y como si fuera el precio que alguien tenia que pagar por asumir su identidad de género, así como también de que se trataba de una enfermedad terminal en la que tu muerte era inminente, lo que gracias a la ciencia y los avances en la medicina de hoy en día, el ser portador de este virus no precisamente te lleva a que desarrolles la enfermedad del sida.

Nuestros padres o tías muy seguramente se acuerdan de famosos que se vieron severamente afectados en aquellos años cuando esta enfermedad se convirtió en una epidemia de terror, y que sus muertes conmovieron al mundo para luchar contra la misma que sigue cobrando millones de vidas.

Tal es el caso de la superestrella Freddie Mercury, vocalista de la banda inglesa Queen, quien reveló que padecía sida justo un día antes de fallecer y desde su muerte se volvió referente en la lucha contra el VIH/Sida dedicarse a la música hasta el último día de su vida y por la organización que se fundó en su memoria para recaudar fondos para enfermos terminales, pero también porque fue de los primero en reconocer su homosexualidad e inmediatamente ser parte de aquellas estadísticas que ligaban la orientación sexual con esta enfermedad.

Otra de las famosas fue la modelo Gia Carangi, que incluso podemos encontrar películas sobre su vida, es considerada la primera supermodelo de la década de los 80. Fue víctima también de las drogas, particularmente su adicción a la heroína la llevo a estar en distintas clínicas de rehabilitación sin tener resultado favorable, al tiempo le diagnosticaron neumonía y más tarde SIDA, la cual fue su causa de muerte en 1986 a la edad de solo 26 años.

La Onusida en su último reporte global sobre esta enfermedad informa que cada minuto muere una persona en el mundo debido a causas relacionadas con el sida, mientras que todos los días 4 mil personas adquieren VIH, es un dato duro bastante fuerte, aun cuando los avances en la medicina han sido muy buenos en los últimos anos, es una epidemia que continua vigente, y aunque el VIH ya no mata lo que si mata es la desinformación, los prejuicios y la estigmatización.