/ viernes 2 de febrero de 2024

Bio-Informando | Descontrolado

El domingo 4 de febrero estaremos conmemorando el Día Mundial contra el Cáncer, una iniciativa mundial dedicada a concientizar sobre esta enfermedad, fomentar su prevención y promover la colaboración para combatirla.

El cáncer se manifiesta mediante el crecimiento incontrolado y la propagación de células anormales que se origina debido a anomalías genéticas y moleculares en las que mutaciones en las secuencias de ADN alteran la regulación normal del crecimiento y la división celular; dichas mutaciones pueden ser hereditarias o adquiridas e inducidas por factores como la radiación, las sustancias químicas o los virus.

A diferencia de las células normales, las cancerígenas presentan una tasa alta de captación de glucosa y de la glucólisis (proceso en el que la glucosa es ‘degradada’ para obtener energía), la cual les proporciona energía para proliferar a un ritmo acelerado.

Por otra parte, mecanismos epigenéticos como la metilación del ADN, las modificaciones de histonas y la intervención de ARN no codificantes pueden activar oncogenes o silenciar genes supresores de tumores.

De ahí que obstruir el metabolismo de las células cancerígenas y revertir o modular las modificaciones epigenéticas que favorezcan el desarrollo del cáncer son sólo algunos de los enfoques prometedores para el desarrollo de diversos tipos de terapias.

Entre los avances logrados con toda la investigación realizada hasta el momento se tienen las terapias dirigidas, las cuales ofrecen precisión en la interrupción de las señales que dan lugar al crecimiento descontrolado de células con anomalías.

En el marco del Día Mundial contra el Cáncer, revisando reportes del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) sobre las principales causas de defunciones en México, durante el periodo de enero a junio del año pasado, los fallecimientos derivados de tumores malignos se posicionaron en la tercera posición (sólo por detrás de enfermedades del corazón y diabetes mellitus) al igual que en 2022.

Ahora bien, si profundizamos un poco más en lo reportado por el INEGI, en mujeres fue la principal causa de muerte entre las edades de 5 a 14 años y 25 a 54 años; entre el rango de 15 a 24 años la principal causa de muerte fue por accidentes y a partir de los 55 años la diabetes mellitus y enfermedades del corazón se posicionaron en las primeras posiciones. En el caso de los varones, desde los primeros años de vida hasta los 54 años, las defunciones por tumores malignos no figuran en las tres primeras posiciones; lamentablemente las principales causas de muerte registradas en varones en la primera mitad del año pasado en este rango de edad fueron por accidentes y agresiones (homicidios).

No obstante, las muertes derivadas por tumores malignos se posicionaron en la tercera posición en varones a partir de los 55 años. Si bien como ya lo hemos comentado, se puede tener predisposición genética, entre las medidas que se pueden tomar para reducir la posibilidad o prevenir la aparición de un tipo de cáncer se encuentran el tener hábitos saludables, realizar chequeos médicos de manera regular (ya que la detección temprana es clave para su tratamiento) y evitar exponerse a ambientes o factores que lo induzcan. Si en algún momento llegáramos a manifestar un tipo de cáncer lo importante es seguir la orientación de expertos, crear una red de apoyo y hacer sinergia entre hábitos saludables y los tratamientos adecuados.

Ahora bien, si alguien cercano a nosotros llega a desarrollar un tipo de cáncer, es importante hacerle saber que no está solo, crear un entorno de apoyo y acompañamiento así como respetar sus deseos en cuanto como lleva su proceso. En este Día Mundial contra el Cáncer, unámonos en la lucha contra esta enfermedad, equipados de conocimiento, compasión y un compromiso compartido con un mundo en el que se minimice el impacto del cáncer y se salven vidas.

Buen fin de semana.

El domingo 4 de febrero estaremos conmemorando el Día Mundial contra el Cáncer, una iniciativa mundial dedicada a concientizar sobre esta enfermedad, fomentar su prevención y promover la colaboración para combatirla.

El cáncer se manifiesta mediante el crecimiento incontrolado y la propagación de células anormales que se origina debido a anomalías genéticas y moleculares en las que mutaciones en las secuencias de ADN alteran la regulación normal del crecimiento y la división celular; dichas mutaciones pueden ser hereditarias o adquiridas e inducidas por factores como la radiación, las sustancias químicas o los virus.

A diferencia de las células normales, las cancerígenas presentan una tasa alta de captación de glucosa y de la glucólisis (proceso en el que la glucosa es ‘degradada’ para obtener energía), la cual les proporciona energía para proliferar a un ritmo acelerado.

Por otra parte, mecanismos epigenéticos como la metilación del ADN, las modificaciones de histonas y la intervención de ARN no codificantes pueden activar oncogenes o silenciar genes supresores de tumores.

De ahí que obstruir el metabolismo de las células cancerígenas y revertir o modular las modificaciones epigenéticas que favorezcan el desarrollo del cáncer son sólo algunos de los enfoques prometedores para el desarrollo de diversos tipos de terapias.

Entre los avances logrados con toda la investigación realizada hasta el momento se tienen las terapias dirigidas, las cuales ofrecen precisión en la interrupción de las señales que dan lugar al crecimiento descontrolado de células con anomalías.

En el marco del Día Mundial contra el Cáncer, revisando reportes del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) sobre las principales causas de defunciones en México, durante el periodo de enero a junio del año pasado, los fallecimientos derivados de tumores malignos se posicionaron en la tercera posición (sólo por detrás de enfermedades del corazón y diabetes mellitus) al igual que en 2022.

Ahora bien, si profundizamos un poco más en lo reportado por el INEGI, en mujeres fue la principal causa de muerte entre las edades de 5 a 14 años y 25 a 54 años; entre el rango de 15 a 24 años la principal causa de muerte fue por accidentes y a partir de los 55 años la diabetes mellitus y enfermedades del corazón se posicionaron en las primeras posiciones. En el caso de los varones, desde los primeros años de vida hasta los 54 años, las defunciones por tumores malignos no figuran en las tres primeras posiciones; lamentablemente las principales causas de muerte registradas en varones en la primera mitad del año pasado en este rango de edad fueron por accidentes y agresiones (homicidios).

No obstante, las muertes derivadas por tumores malignos se posicionaron en la tercera posición en varones a partir de los 55 años. Si bien como ya lo hemos comentado, se puede tener predisposición genética, entre las medidas que se pueden tomar para reducir la posibilidad o prevenir la aparición de un tipo de cáncer se encuentran el tener hábitos saludables, realizar chequeos médicos de manera regular (ya que la detección temprana es clave para su tratamiento) y evitar exponerse a ambientes o factores que lo induzcan. Si en algún momento llegáramos a manifestar un tipo de cáncer lo importante es seguir la orientación de expertos, crear una red de apoyo y hacer sinergia entre hábitos saludables y los tratamientos adecuados.

Ahora bien, si alguien cercano a nosotros llega a desarrollar un tipo de cáncer, es importante hacerle saber que no está solo, crear un entorno de apoyo y acompañamiento así como respetar sus deseos en cuanto como lleva su proceso. En este Día Mundial contra el Cáncer, unámonos en la lucha contra esta enfermedad, equipados de conocimiento, compasión y un compromiso compartido con un mundo en el que se minimice el impacto del cáncer y se salven vidas.

Buen fin de semana.