/ lunes 1 de enero de 2024

ElCrítico21 | Maestro y los chicos de la banda

La celebridad de los directores de orquesta, de acuerdo con historiadores de la música, es legado del siglo XIX. Al morir los grandes compositores, el maestro se convierte en una especie de médium o chamán capaz de traer a los magnos autores de nuevo a la vida.

De esta manera, el embrujo —con augustos elementos de teatralidad y protagonismo— surge de las batutas de Leopold Stokowski, Herbert Von Karajan, Aruro Toscanini, Gustavo Dudamel, nuestra Alondra de la Parra y, por supuesto, Bugs Bunny.

Sin embargo, la lista no estaría completa sin mencionar a Leonard Bernstein, autor de sinfonías, cantatas y revolucionarias obras musicales para Broadway, como West Side Story (1957) y On the town (1944).

Maestro (Bradley Cooper, 2023), al relatar la vida del primer director de orquesta norteamericano en alcanzar la fama mundial, se convierte en una de las mejores producciones del año.

La cinta construye un díptico, el primer lado en romántico blanco y negro, y el otro, más realista, a todo color. La dicotomía se centra en el matrimonio entre Leonard Bernstein (Bradley Cooper) y Felicia Montealegre (Carey Mulligan), así como en las escapadas homosexuales del músico y compositor y en los cuarenta años de eterno esplendor de su carrera artística.

De nuevo, el talento artístico y las relaciones personales de Nace una estrella (Bradley Cooper, 2018) regresan al centro del argumento, aunque ahora con mayor vigor y virtuosismo: el inicio de Maestro avanza al ritmo de la música de Nido de Ratas (Elia Kazan, 1954); luego, un audaz movimiento de cámara, en sincronía coreográfica con marineros danzantes de On the town y, más adelante, la secuencia de la llegada de Leonard y sus amigos a la cabaña familiar, ante la mirada recelosa de Felicia, resuena junto a los acordes más traviesos de West Side Story, insisten en el conflicto que el filme explora: el talento narcisista y egocéntrico de Bernstein y su bisexualidad galopante.

La música es, entonces, la verdadera protagonista de Maestro.

Para lograr el equilibrio perfecto, Maestro requiere de actuaciones magistrales. Y, aún sobre Bradley Cooper, destaca la británica Carey Mulligan. Como la esposa resiliente, discreta y abnegada, su interpretación subraya la circunstancia que no ha cambiado a lo largo de los años.

La mujer será siempre víctima de los devaneos masculinos.

Bradley Cooper apuesta a una audiencia con un cierto conocimiento acerca de la vida de Leonard Bernstein. Tal vez esto sea un ligero obstáculo para ciertos espectadores, pero para todo hay remedio. Existe en YouTube acervo suficiente para conocer, al menos, un poco, la genialidad musical de Leonard Bernstein.

El punto máximo en Maestro es la recreación de la conducción de la Sinfonía No. 2 “Resurección” de Mahler, transmitida por la CBS en 1963, semanas después del asesinato de John F. Kennedy; así como Rami Malek repitió la actuación de Freddy Mercury en el Live Aid de 1985 para Rapsodia Bohemia (Bryan Singer, 2018), Bradley Cooper ejecuta aquí una interpretación magnífica de este evento.

Felicia dice a Bernstein: “Debes cuidarte o acabarás sola, como una vieja reina”. Es verdad. Más allá de extravagancias eróticas Maestro argumenta que el precio a pagar por los de extraordinaria inteligencia o capacidad artística es, precisamente, la soledad.


Qué leer antes o después de la función


Les dedico mi silencio, de Mario Vargas Llosa. Anunciada como la última novela que escribe el Nobel peruano, es la historia de Toño Azpilcueta, quien decide investigar sobre la vida de Lalo Molfino, esquivo guitarrista y, a partir de sus pesquisas pretende escribir un libro con el que se propone desarrollar un esbozo de cultura y de país.


La celebridad de los directores de orquesta, de acuerdo con historiadores de la música, es legado del siglo XIX. Al morir los grandes compositores, el maestro se convierte en una especie de médium o chamán capaz de traer a los magnos autores de nuevo a la vida.

De esta manera, el embrujo —con augustos elementos de teatralidad y protagonismo— surge de las batutas de Leopold Stokowski, Herbert Von Karajan, Aruro Toscanini, Gustavo Dudamel, nuestra Alondra de la Parra y, por supuesto, Bugs Bunny.

Sin embargo, la lista no estaría completa sin mencionar a Leonard Bernstein, autor de sinfonías, cantatas y revolucionarias obras musicales para Broadway, como West Side Story (1957) y On the town (1944).

Maestro (Bradley Cooper, 2023), al relatar la vida del primer director de orquesta norteamericano en alcanzar la fama mundial, se convierte en una de las mejores producciones del año.

La cinta construye un díptico, el primer lado en romántico blanco y negro, y el otro, más realista, a todo color. La dicotomía se centra en el matrimonio entre Leonard Bernstein (Bradley Cooper) y Felicia Montealegre (Carey Mulligan), así como en las escapadas homosexuales del músico y compositor y en los cuarenta años de eterno esplendor de su carrera artística.

De nuevo, el talento artístico y las relaciones personales de Nace una estrella (Bradley Cooper, 2018) regresan al centro del argumento, aunque ahora con mayor vigor y virtuosismo: el inicio de Maestro avanza al ritmo de la música de Nido de Ratas (Elia Kazan, 1954); luego, un audaz movimiento de cámara, en sincronía coreográfica con marineros danzantes de On the town y, más adelante, la secuencia de la llegada de Leonard y sus amigos a la cabaña familiar, ante la mirada recelosa de Felicia, resuena junto a los acordes más traviesos de West Side Story, insisten en el conflicto que el filme explora: el talento narcisista y egocéntrico de Bernstein y su bisexualidad galopante.

La música es, entonces, la verdadera protagonista de Maestro.

Para lograr el equilibrio perfecto, Maestro requiere de actuaciones magistrales. Y, aún sobre Bradley Cooper, destaca la británica Carey Mulligan. Como la esposa resiliente, discreta y abnegada, su interpretación subraya la circunstancia que no ha cambiado a lo largo de los años.

La mujer será siempre víctima de los devaneos masculinos.

Bradley Cooper apuesta a una audiencia con un cierto conocimiento acerca de la vida de Leonard Bernstein. Tal vez esto sea un ligero obstáculo para ciertos espectadores, pero para todo hay remedio. Existe en YouTube acervo suficiente para conocer, al menos, un poco, la genialidad musical de Leonard Bernstein.

El punto máximo en Maestro es la recreación de la conducción de la Sinfonía No. 2 “Resurección” de Mahler, transmitida por la CBS en 1963, semanas después del asesinato de John F. Kennedy; así como Rami Malek repitió la actuación de Freddy Mercury en el Live Aid de 1985 para Rapsodia Bohemia (Bryan Singer, 2018), Bradley Cooper ejecuta aquí una interpretación magnífica de este evento.

Felicia dice a Bernstein: “Debes cuidarte o acabarás sola, como una vieja reina”. Es verdad. Más allá de extravagancias eróticas Maestro argumenta que el precio a pagar por los de extraordinaria inteligencia o capacidad artística es, precisamente, la soledad.


Qué leer antes o después de la función


Les dedico mi silencio, de Mario Vargas Llosa. Anunciada como la última novela que escribe el Nobel peruano, es la historia de Toño Azpilcueta, quien decide investigar sobre la vida de Lalo Molfino, esquivo guitarrista y, a partir de sus pesquisas pretende escribir un libro con el que se propone desarrollar un esbozo de cultura y de país.