Hace unos días leí que una empresa había completado unos estudios de su personal donde detectaron que existía una fuerte procrastinación en muchos de sus empleados.
Yo pensaba que el término en inglés “procrastination” muy utilizado en psicología, no se usaba en español, pero consultando la gramática española nos dice que el término ya está aprobado y que viene del latín “procrastinare” que significa diferir o aplazar o posponer una tarea sin tener una razón válida, cosa con la cual yo también me identifico pues a menudo tiendo a resolver lo “urgente” y dejar lo importante para después.
Es un hábito nocivo que para nada me gusta, recuerdo que mi abuela desde chico me decía: “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy” y un día que ya me tenía harto con su dicho se me ocurrió decirle; “No abuela lo correcto es no hagas hoy, lo que puedas dejar para mañana” y la regañada que me dio no se me olvida, me dijo. “ El dejar todo para mañana es uno de los defectos más comunes que tenemos los mexicanos y que nos impiden progresar”, es común que a los extranjeros en son de broma les decimos que cuando alguien les asegure que va hacer tal o cual cosa “mañana”, que entiendan que ese “mañana” nunca llega y que en realidad significa: “nunca”
Lo que pasa es que cuando hay algo que nos disgusta hacer es porque nos molesta. como el pagar los impuestos (lo que ahora está de moda) a pesar de que estamos conscientes de que son necesarios para que el progreso no se estanque, lo postergamos hasta el último día y en ocasiones no nos importa pagar actualizaciones y recargos por no tomar la decisión de pagarlos a tiempo y dejarlos olímpicamente para después.
En sí, la procrastinación es un hábito, no es una enfermedad, pero sí nos puede conducir a una depresión grave por la ansiedad y el estrés que se acumula por no tener las cosas a tiempo y para no vernos afectados por ella sólo necesitamos llevar una mejor organización y convencernos que tenemos un problema que necesitamos resolver.
Por lo pronto, aunque ya es casi fin del primer mes del año, voy a incluirlo en mis propósitos de este 2024 ¡Qué así sea!
La pregunta a contestar:
Es si vamos a pagar…
¿Impuestos esta semana?
¡O los pagamos…”mañana”!
