Remembranzas | Y el debate… sigue

¿Se dirá algo nuevo que no se haya dicho ya? o ¿Será más de lo mismo? Mucha gente opina que de poco servirá, que ya con la inundación de “spots “en las televisiones es más que suficiente y ojalá no vayan a utilizarlo para su “guerra sucia” pues ya con los insultos y descalificaciones que circulan por internet tenemos suficiente.

La guerra sucia deja muy mal parados a los contendientes, claro hay guerras o batallas que cuando se ganan siempre dejan algo de satisfacción como cuando hace exactamente 150 años, el general Lorencez al frente de 6 mil soldados franceses perfectamente armados, avanzaron hacia el interior de México.

El general Ignacio Zaragoza los esperó en Puebla en los fuertes de Loreto y Guadalupe los rechazó una y otra vez hasta que los invasores derrotados se retiraron a Orizaba.

Los generales mexicanos, Porfirio Díaz Mori, Felipe Berriozábal, Francisco Lamadrid y especialmente don Miguel Negrete Novoa, que como general conservador había sido enemigo de Zaragoza pero ante la invasión extranjera fue con él y como patriota mexicano se puso bajo sus órdenes para defender la Patria y al frente de sus indios Zacapocaxtlas con sus ondas y machetes derrotaron a los orgullosos zuavos.

El parte de guerra rendido por el general Zaragoza al presidente Juárez decía: “Las armas nacionales se han cubierto de gloria. Las tropas francesas se portaron con valor en el combate y su jefe con torpeza”.

Ojalá que ahora en estos tiempos de “guerra entre los partidos por el poder” los contendientes se porten con honor y sus jefes con inteligencia y que no olviden el ejemplo del general Miguel Negrete que cuando fue acusado de chaquetero por cambiar de “partido” simplemente contestó: “Sigo siendo conservador pero: Yo tengo Patria antes que partido”. ¿Por qué no seguir su ejemplo? Acuérdense que primero son mexicanos y después… ¡Pues lo que sea!

Para que esto deje de ser una utopía y se vuelva una realidad primero deberá buscarse en la legislación sobre telecomunicaciones, la forma de que las televisoras dejen de hacer propaganda política y religiosa. Pero hay tantos intereses involucrados que esto no deja de ser más que un dulce y placentero “Sueño guajiro”

Una duda está latente

en los mentados “debates”

pues se pregunta la gente…

¿Quién le bate al chocolate?

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