Los eventos que desencadenan una polémica rara vez están relacionados con un evento histórico, menos con uno distante en el tiempo y en espacios geográficos no muy favorecidos por el cine. Sin embargo, hace cuatro o cinco años, en el círculo de aficionados a los dramas históricos se desató, en redes sociales una polémica en torno a dos filmes cuya temática es la historia de María Estuardo o María, reina de Escocia.
La figura de esta mujer no llamó la atención de los aficionados a las películas del género histórico, debido probablemente a que ni el cine ni la televisión le prestaron atención a esta soberana, salvo como la antagonista de Isabel I de Inglaterra y en ese caso se la presentó como una joven ingenua y frívola que por su misma ignorancia se pone en manos de su mayor enemiga, la reina de Inglaterra. Esta situación cambió hace unos seis años cuando se comenzó a transmitir en una de las más conocidas plataformas, la serie Reign que finalizó en 2017. En este programa la protagonista es María Estuardo.
La imagen que se presenta de la reina escocesa tiene poco que ver con la realidad, pero el factor más importante es que esta María no envejece. A medida que los acontecimientos van desarrollándose, la protagonista permanece siempre joven al igual que la mayoría de los personajes que por cierto no todos existieron en la vida real… y es justo esto el punto donde los aficionados a los dramas históricos inician la polémica. ¿Por qué María no envejece?, ¿por qué son ficticios la mayor parte de los personajes que la rodean?, ¿por qué está tan tergiversada la historia? Esas y otras preguntas son las que siguen haciéndose los aficionados al drama histórico.
El nivel polémico se elevó en 2019 con el estreno de la película Las dos reinas, otra versión de la historia de María Estuardo. De acuerdo con los fans tiene menos errores que la serie, pero aun así la historia está tergiversada y su mayor desliz es que María no envejece.
A partir de esta polémica en los círculos de aficionados al cine histórico, cabe preguntarse si los cineastas deben presentarnos una historia cien por ciento verídica, o una recreación de ella. Desde mi punto de vista este género es una puerta para conocer la época y el personaje que tratan; para saber qué tan acertada o no es la versión recreada están los trabajos académicos, como ya lo descubrieron los polemistas que cuestionan Reign y Las dos reinas.
