/ lunes 12 de diciembre de 2022

Minutos de lectura | Vorágine de información y resumen 2022

De acuerdo con la sección de estadísticas del sitio websiterating, para 2022 existen aproximadamente cinco mil millones de usuarios en Internet alrededor del mundo, lo que representa más del 63% de la población a nivel mundial. Estos usuarios —nosotros— registramos un promedio diario de 6 horas con 43 minutos conectados a la red desde cualquier dispositivo. Eso implica que, si consideramos de manera continua dicha cantidad de tiempo online, pasaríamos más de 100 días seguidos frente a un dispositivo.

Otros datos interesantes son las 5 mil 600 millones de consultas diarias en Google, que representa el 92% de los motores de búsqueda en Internet. En un solo minuto se suben 65 mil fotografías a Instagram y más de 240 mil fotos en Facebook. En Twitter, durante ese mismo minuto, 600 mil usuarios publicaron un tuit y 167 millones de usuarios vieron un video TikTok además de que Amazon registró compras por $283 mil dólares cada 60 segundos.

El Reuters Institute Digital News Report 2022 informa que el 82% de los consumidores de noticias alrededor del mundo prefieren las noticias vía Internet. La televisión registra un 61% de preferencia y lejos quedan la radio con 26% o medios impresos con 23%.

Las estadísticas para México también refieren datos de relevancia según la última Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (Endutih, 2021): existen 89 millones de usuarios lo que representa el 76% de la población mayores de 6 años en nuestro país. El 77% de los hombres y el 75% de las mujeres en México tienen acceso a Internet. De los 89 millones de usuarios de internet en México, el 99% usa alguna red social a la que le dedica en promedio casi 3 horas diarias.

Ante tal cantidad de información y tiempo, las noticias —por más relevantes que puedan llegar a ser— se vuelven una especie de enunciados fugaces que no perduran más allá de unas horas o, quizá, un par de días.

Resumen 2022

De lo sucedido en México durante 2022, a estas alturas del año, poco recordamos. En enero el Presidente de la República dio positivo a Covid; Pemex compró una refinería en Texas y se anunció la venta de Banamex por parte de Citigroup.

En febrero la nota nacional fue la crisis por sequía en Nuevo León y el cómico anuncio por parte del Gobierno mexicano de “pausar” las relaciones bilaterales con España; a nivel mundial la guerra entre Rusia y Ucrania fue la noticia que permeó y permaneció durante más tiempo. Marzo trajo la consternación por la muerte, en extrañas condiciones, de Pedro Carrizales “El Mijis” así como las surrealistas imágenes de masacres en Michoacán, una de ellas similar a un fusilamiento durante un velorio.

Abril será recordado por el lamentable y trágico caso de la joven regiomontana Debanhi Escobar, así como la ilusoria, cara e intrascendente consulta para la “revocación de mandato”, aunado al mañoso discurso de la “nacionalización” del litio. En mayo se registra el primer caso de viruela símica en México, generando con ello el caos y la activación de la psicosis colectiva por los malos y recientes recuerdos de una pandemia mundial; este mes es cuando inicia la novela de “Los Audios de Alito” y la llegada de médicos cubanos para tomar las plazas que, según el Gobierno federal, los doctores mexicanos no quieren toman.

En junio se registró el increíble asesinato de los sacerdotes jesuitas en Chihuahua y las elecciones por la gubernatura de seis entidades federativas. Julio fue el mes de la recaptura de Rafael Caro Quintero en Sinaloa y agosto el mes que marcó a todo nuestro país con el doloroso derrumbe de la mina de carbón en Coahuila. Además, durante este mes se presentaron las “nuevas” conclusiones del caso Ayotzinapa lo que derivó en la detención del ex procurador general de la República en condiciones que parecen más políticas setenteras que asuntos de justicia por el mismo caso.

Septiembre trajo el circo político con la discusión y aprobación de la militarización de la Guardia Nacional que pasó a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, así como el hackeo de los sistemas de información de esta misma Secretaría. Octubre registró nuevamente masacres en Guerrero y Guanajuato además de la crisis en salud por el tema de meningitis en algunos estados de la República. Noviembre 2022 puede ser ya nombrado el mes de las marchas ciudadanas a favor del INE y por “los cuatro años de la 4T” y lo recordaremos también por la desafortunada crítica a la Feria del Libro de Guadalajara por parte de quienes deberían defenderla y promoverla: los gobiernos federal y estatal (Jalisco).

Y este mes, diciembre, ha sido el mes del sorprendente “Plan B” de una aberración de Reforma Electoral así como de la lamentable crisis de gobernabilidad en Perú en la que hubo intento de golpe de Estado por parte de su ahora ex presidente Pedro Castillo, mismo que ya está preso.

Los más de 80 millones de millones de bytes (zettabytes) en datos consumidos alrededor del mundo durante este año, se prevé aumenten a 180 millones de millones en dos años más. Ojalá que la vorágine de información que existe y que existirá nos haga cada vez más sensibles al registro histórico de nuestras vidas. Y que el Internet y la digitalidad sean aliados seguros y confiables, aunque por el momento muchos dudemos de ello.


De acuerdo con la sección de estadísticas del sitio websiterating, para 2022 existen aproximadamente cinco mil millones de usuarios en Internet alrededor del mundo, lo que representa más del 63% de la población a nivel mundial. Estos usuarios —nosotros— registramos un promedio diario de 6 horas con 43 minutos conectados a la red desde cualquier dispositivo. Eso implica que, si consideramos de manera continua dicha cantidad de tiempo online, pasaríamos más de 100 días seguidos frente a un dispositivo.

Otros datos interesantes son las 5 mil 600 millones de consultas diarias en Google, que representa el 92% de los motores de búsqueda en Internet. En un solo minuto se suben 65 mil fotografías a Instagram y más de 240 mil fotos en Facebook. En Twitter, durante ese mismo minuto, 600 mil usuarios publicaron un tuit y 167 millones de usuarios vieron un video TikTok además de que Amazon registró compras por $283 mil dólares cada 60 segundos.

El Reuters Institute Digital News Report 2022 informa que el 82% de los consumidores de noticias alrededor del mundo prefieren las noticias vía Internet. La televisión registra un 61% de preferencia y lejos quedan la radio con 26% o medios impresos con 23%.

Las estadísticas para México también refieren datos de relevancia según la última Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (Endutih, 2021): existen 89 millones de usuarios lo que representa el 76% de la población mayores de 6 años en nuestro país. El 77% de los hombres y el 75% de las mujeres en México tienen acceso a Internet. De los 89 millones de usuarios de internet en México, el 99% usa alguna red social a la que le dedica en promedio casi 3 horas diarias.

Ante tal cantidad de información y tiempo, las noticias —por más relevantes que puedan llegar a ser— se vuelven una especie de enunciados fugaces que no perduran más allá de unas horas o, quizá, un par de días.

Resumen 2022

De lo sucedido en México durante 2022, a estas alturas del año, poco recordamos. En enero el Presidente de la República dio positivo a Covid; Pemex compró una refinería en Texas y se anunció la venta de Banamex por parte de Citigroup.

En febrero la nota nacional fue la crisis por sequía en Nuevo León y el cómico anuncio por parte del Gobierno mexicano de “pausar” las relaciones bilaterales con España; a nivel mundial la guerra entre Rusia y Ucrania fue la noticia que permeó y permaneció durante más tiempo. Marzo trajo la consternación por la muerte, en extrañas condiciones, de Pedro Carrizales “El Mijis” así como las surrealistas imágenes de masacres en Michoacán, una de ellas similar a un fusilamiento durante un velorio.

Abril será recordado por el lamentable y trágico caso de la joven regiomontana Debanhi Escobar, así como la ilusoria, cara e intrascendente consulta para la “revocación de mandato”, aunado al mañoso discurso de la “nacionalización” del litio. En mayo se registra el primer caso de viruela símica en México, generando con ello el caos y la activación de la psicosis colectiva por los malos y recientes recuerdos de una pandemia mundial; este mes es cuando inicia la novela de “Los Audios de Alito” y la llegada de médicos cubanos para tomar las plazas que, según el Gobierno federal, los doctores mexicanos no quieren toman.

En junio se registró el increíble asesinato de los sacerdotes jesuitas en Chihuahua y las elecciones por la gubernatura de seis entidades federativas. Julio fue el mes de la recaptura de Rafael Caro Quintero en Sinaloa y agosto el mes que marcó a todo nuestro país con el doloroso derrumbe de la mina de carbón en Coahuila. Además, durante este mes se presentaron las “nuevas” conclusiones del caso Ayotzinapa lo que derivó en la detención del ex procurador general de la República en condiciones que parecen más políticas setenteras que asuntos de justicia por el mismo caso.

Septiembre trajo el circo político con la discusión y aprobación de la militarización de la Guardia Nacional que pasó a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, así como el hackeo de los sistemas de información de esta misma Secretaría. Octubre registró nuevamente masacres en Guerrero y Guanajuato además de la crisis en salud por el tema de meningitis en algunos estados de la República. Noviembre 2022 puede ser ya nombrado el mes de las marchas ciudadanas a favor del INE y por “los cuatro años de la 4T” y lo recordaremos también por la desafortunada crítica a la Feria del Libro de Guadalajara por parte de quienes deberían defenderla y promoverla: los gobiernos federal y estatal (Jalisco).

Y este mes, diciembre, ha sido el mes del sorprendente “Plan B” de una aberración de Reforma Electoral así como de la lamentable crisis de gobernabilidad en Perú en la que hubo intento de golpe de Estado por parte de su ahora ex presidente Pedro Castillo, mismo que ya está preso.

Los más de 80 millones de millones de bytes (zettabytes) en datos consumidos alrededor del mundo durante este año, se prevé aumenten a 180 millones de millones en dos años más. Ojalá que la vorágine de información que existe y que existirá nos haga cada vez más sensibles al registro histórico de nuestras vidas. Y que el Internet y la digitalidad sean aliados seguros y confiables, aunque por el momento muchos dudemos de ello.