/ sábado 16 de diciembre de 2023

Remembranzas | La noche más esperada

La noche de este 24, sólo reinará la paz y la tranquilidad que nos da recordar el nacimiento de Cristo como lo describe la famosa canción “Noche de Paz” (Silent Night):

“Noche silenciosa y santa. Todos duermen. Sólo velan los santos padres. Gracioso niño de cabellera rizada, duerme en la paz celestial...”

Es el verso original inicial, de la canción navideña más popular en el mundo; fue escrita en alemán por el Padre Joseph Mohr en Oberndorf, pequeña aldea austriaca situada en los Alpes Tiroleses. La música es de Franz Gruber y se cantó por primera vez en 1818, se ha traducido a más de 350 idiomas.

La partitura original de Gruber fue escrita para soprano y contralto con acompañamiento de órgano y de las muchas versiones que se han hecho de este villancico, hay una que no tiene ningún desperdicio pues se apega a la partitura original y la toca el guitarrista Charlie Byrd acompañado por Los Panchos y Eydie Gormé donde cantan la versión de la letra en español.

Precisamente, hace unas noches, estábamos escuchándola y revisando viejas fotografías familiares y al ver reflejadas en ellas, diferentes etapas de la vida de nuestras hijas, tomamos conciencia, como la presencia de Dios en nuestra vida cotidiana, ha sido constante, tranquila, sin estridencias, así como es Él, moderado en su actuar, pero efectivo, si no: ¿De qué otra manera hubiéramos podido salir con la tarea de sacar adelante nuestra relación matrimonial y a nuestras tres hijas y 7 nietos?

Estos días, esperemos que la paz y la tranquilidad inunden a toda nuestra familia, al confiar plenamente, que sin lugar a dudas, “Dios renace en nuestro interior,” siempre y cuando, antes le hagamos un campito y nos vaciemos de todas nuestras naturales frustraciones y actitudes negativas. Solo necesitamos tomar la firme decisión de hacerlo y tenerlo siempre en nuestra mente.

Ojalá que estas noches sean el nacimiento o el reencuentro con la esperanza para enfrentar a nuestra realidad humana y ayudarnos a ser mejores, Se los deseo sinceramente, de todo corazón.

Pienso Virgen en ti constantemente,

confío, que me “ayudarás.”

Tú “bailas” siempre en mi mente,

con ritmo de ¡Amor y paz!


La noche de este 24, sólo reinará la paz y la tranquilidad que nos da recordar el nacimiento de Cristo como lo describe la famosa canción “Noche de Paz” (Silent Night):

“Noche silenciosa y santa. Todos duermen. Sólo velan los santos padres. Gracioso niño de cabellera rizada, duerme en la paz celestial...”

Es el verso original inicial, de la canción navideña más popular en el mundo; fue escrita en alemán por el Padre Joseph Mohr en Oberndorf, pequeña aldea austriaca situada en los Alpes Tiroleses. La música es de Franz Gruber y se cantó por primera vez en 1818, se ha traducido a más de 350 idiomas.

La partitura original de Gruber fue escrita para soprano y contralto con acompañamiento de órgano y de las muchas versiones que se han hecho de este villancico, hay una que no tiene ningún desperdicio pues se apega a la partitura original y la toca el guitarrista Charlie Byrd acompañado por Los Panchos y Eydie Gormé donde cantan la versión de la letra en español.

Precisamente, hace unas noches, estábamos escuchándola y revisando viejas fotografías familiares y al ver reflejadas en ellas, diferentes etapas de la vida de nuestras hijas, tomamos conciencia, como la presencia de Dios en nuestra vida cotidiana, ha sido constante, tranquila, sin estridencias, así como es Él, moderado en su actuar, pero efectivo, si no: ¿De qué otra manera hubiéramos podido salir con la tarea de sacar adelante nuestra relación matrimonial y a nuestras tres hijas y 7 nietos?

Estos días, esperemos que la paz y la tranquilidad inunden a toda nuestra familia, al confiar plenamente, que sin lugar a dudas, “Dios renace en nuestro interior,” siempre y cuando, antes le hagamos un campito y nos vaciemos de todas nuestras naturales frustraciones y actitudes negativas. Solo necesitamos tomar la firme decisión de hacerlo y tenerlo siempre en nuestra mente.

Ojalá que estas noches sean el nacimiento o el reencuentro con la esperanza para enfrentar a nuestra realidad humana y ayudarnos a ser mejores, Se los deseo sinceramente, de todo corazón.

Pienso Virgen en ti constantemente,

confío, que me “ayudarás.”

Tú “bailas” siempre en mi mente,

con ritmo de ¡Amor y paz!