/ sábado 23 de diciembre de 2023

Remembranzas | Los Santos Inocentes

Tenga cuidado pues este día se acostumbra realizar bromas de toda índole hasta los periódicos las hacen de tal modo que la información parezca real. O sea que si pensó que lo íbamos hacer inocente, pues no, mejor trataremos de hacerlo sonreír.

Van dos anécdotas aclarando que una sucedió en Brasil y la otra en España y ojalá que su lectura les produzca una sonrisa que buena falta nos hace.

Millor Fernandes (humorista, dramaturgo y escritor) lanzó un desafío público con la siguiente pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre político y bandido?

Le llamó la atención la respuesta de un lector: “Estimado Millor, después de una larga búsqueda llegué a esta conclusión: La diferencia entre el bandido y un político es que yo elijo a uno y el otro me elige a mí. ¿Estoy en lo cierto?”

Esta fue la réplica de Millor: “Apreciado señor, usted es un genio... Es el único que logró encontrar una diferencia”.

Millor Viola Fernandes murió a los 88 años en marzo del 2012 y su muerte enlutó a Brasil, se le consideraba uno de los cerebros más brillantes y… por supuesto mordaces.

La otra anécdota: “Un borracho que olía a alcohol puro por los 4 costados se subió a un autobús y se sentó con su bolsa y un periódico viejo al lado de un cura. Sacó una botella de ron y se tomó lo que quedaba de un solo trago. Satisfecho agarró el periódico y se puso a leer.

El cura fingió que el borracho no existía y disimuló su incomodidad. Al rato, el borracho se le quedó mirando al cura y le preguntó:- Oiga padre, ¿Puede decirme qué carajo causa la artritis?

El cura molesto, le responde en tono sarcástico: —Ciertamente la vida profana, el andar frecuentando mujeres mundanas, los excesos con el tabaco y la bebida en especial el ron; esas borracheras asquerosas... y muchas más de esas basuras y porquerías...

¡¡¡¡Coooooño, vaya, cosas!!!! —respondió el borracho volviendo a su lectura.

El cura al rato, pensando en lo que le dijo al pobre infeliz, se conduele y decide pedirle disculpas:

Perdone usted, no quise ser tan rudo hijo mío pero... ¿Desde cuándo sufre de artritis? ¿¿¿Yoooo??? no la arruine padre, ¡¡¡a mí no me pasa nada!!!... sólo estaba leyendo en este artículo del periódico que dice que el obispo sufre artritis desde hace varios años.

Es cierto que algunas veces:

¡Nos cae muy bien reír!

Si puedes hazlo con creces…

¡Y olvídate de sufrir!

Tenga cuidado pues este día se acostumbra realizar bromas de toda índole hasta los periódicos las hacen de tal modo que la información parezca real. O sea que si pensó que lo íbamos hacer inocente, pues no, mejor trataremos de hacerlo sonreír.

Van dos anécdotas aclarando que una sucedió en Brasil y la otra en España y ojalá que su lectura les produzca una sonrisa que buena falta nos hace.

Millor Fernandes (humorista, dramaturgo y escritor) lanzó un desafío público con la siguiente pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre político y bandido?

Le llamó la atención la respuesta de un lector: “Estimado Millor, después de una larga búsqueda llegué a esta conclusión: La diferencia entre el bandido y un político es que yo elijo a uno y el otro me elige a mí. ¿Estoy en lo cierto?”

Esta fue la réplica de Millor: “Apreciado señor, usted es un genio... Es el único que logró encontrar una diferencia”.

Millor Viola Fernandes murió a los 88 años en marzo del 2012 y su muerte enlutó a Brasil, se le consideraba uno de los cerebros más brillantes y… por supuesto mordaces.

La otra anécdota: “Un borracho que olía a alcohol puro por los 4 costados se subió a un autobús y se sentó con su bolsa y un periódico viejo al lado de un cura. Sacó una botella de ron y se tomó lo que quedaba de un solo trago. Satisfecho agarró el periódico y se puso a leer.

El cura fingió que el borracho no existía y disimuló su incomodidad. Al rato, el borracho se le quedó mirando al cura y le preguntó:- Oiga padre, ¿Puede decirme qué carajo causa la artritis?

El cura molesto, le responde en tono sarcástico: —Ciertamente la vida profana, el andar frecuentando mujeres mundanas, los excesos con el tabaco y la bebida en especial el ron; esas borracheras asquerosas... y muchas más de esas basuras y porquerías...

¡¡¡¡Coooooño, vaya, cosas!!!! —respondió el borracho volviendo a su lectura.

El cura al rato, pensando en lo que le dijo al pobre infeliz, se conduele y decide pedirle disculpas:

Perdone usted, no quise ser tan rudo hijo mío pero... ¿Desde cuándo sufre de artritis? ¿¿¿Yoooo??? no la arruine padre, ¡¡¡a mí no me pasa nada!!!... sólo estaba leyendo en este artículo del periódico que dice que el obispo sufre artritis desde hace varios años.

Es cierto que algunas veces:

¡Nos cae muy bien reír!

Si puedes hazlo con creces…

¡Y olvídate de sufrir!